Ligia P.O.V
El baile había sido un éxito, razón por la que todos nos encontrábamos más que agotados. Luego del incidente en la cámara todos habíamos hecho oídos sordos y nos habíamos divertido como nunca. Sabía que McGonagall solo había postergado la posible charla, pero mientras tanto pensaba divertirme con mis amigas.
Salí de la cama y me sorprendió ver la habitación vacía. Normalmente las chicas me despertaban para felicitarme, a fin de cuentas era mi cumpleaños. No creía que se pudieran haber olvidad, digo, mi cumpleaños es todos los años el mismo día!
Me estiré frente a mi cama y tomé unos jeans azulo oscuro. Viva el no tener clases! Tomé una camiseta roja en la que se podía ver el escudo de Gryffindor y unos zapatos blancos. Me acomodé el cabello que ya había perdido cualquier tonalidad de verde y bajé las escaleras que me llevarían a la sala común; no sin antes abrir el regalo que me enviaron mis padres (dinero) y mi hermano (un surtido de golosinas con provisión vitalicia de varitas de regaliz).
Apenas pasar por la sala común también noté que estaba vacía, pero no me preocupé. A paso rápido me dirigí al comedor, cavilando sobre si en verdad me quedaba mejor el cabello pintado de verde, pero antes de que llegara me vi sumergida en una bolsa que me levantó en el aire y me dejó completamente indefensa.
Suéltame, joder! - grité, mientras movía mis pies intentando pegarle a mi opresor - Lo siento, no debería estar maldiciendo, soy una niña dulce y buena, que lo más vil que hace es arrojar manzanas. No tienes manzanas? Me han comentado que tengo buena puntería. Pero supongo que también podría usar un mango. Tienes uno? Tal vez un naranja? No estoy segura de si me escuchas, pero si lo haces muy feo eso de no contestar. Sabías que de pequeña me abusaban las bloddgers? Me traumatizaron a tal punto que no quería jugar más al... - pero el feo secuestrador no me dejó terminar, ya que me depositó en el suelo y se largó a reír. Yo estaba muy enfadada, pero no podía hacer la gran cosa, ya que la bolsa me alcanzaba a los tobillos, donde le había atado un lazo.
Caminé un paso a mi derecha, pero me lamenté, porque me di de lleno contra la pared. Y el secuestrador feo que lo único que sabía hacer era reír se largó a reír aún más.
De pronto ya no tuve la bolsa sobre mí, y pude ver que el secuestrador era en realidad Alec. Alec? Cuanta fuerza! Y que me encontraba en la sala de menesteres, que estaba decorada como para festejar un cumpleaños. En esta habían golosinas y tarta por todos lados, vasitos de plástico llenos de jugo de calabaza y una mesa con varios regalos. Junto a mí, Bry, Hermione, Harry, Ron, Juliet, Agustine, Luna, mi secuestradora, Paz, Blaine y hasta Draco y Zabini, me sonreían (o en el caso de Draco asían su mejor mueca).
Me sorprendió que estuvieran todos ahí, para mi cumpleaños. Bry sonrió, prendió musica que salió, de ve tu a saber donde, y todos comenzamos a reír y hablar. Y por una vez, las cuatro casas estábamos juntas y ni siquiera Harry miraba mal a Draco, quien en el fondo sabía que se estaba divirtiendo.
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Ligia, cuñis!!! Tanto tiempo desde que hablamos por primera vez! Lamento si el capítulo está muy corto y si no te gustó. La verdad hice lo mejor que pude con muy poco tiempo. Feliz cumpleaños!!!! Lameno el secuestro, en verdad no, te quiero muchisimo!!! Pásalo genial, este es mi regalo y juro que si pudiera darte otro lo haría, pero la verdad no puedo. Feliz cumpleaños, de nuevo, pasalo bien, te quiere esta rubia loca!
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La Princesa de las Serpientes
FanfictionUna obligación. Una decisión. Una vida. Todo son mentiras, nada es lo que parece, nada es lo que ella creía. No tiene vos ni voto en una vida que ya fue planificada, la suya. Ella es la Heredera. Algo increíble. Algo valioso. Algo peligroso. Algo q...