La mujer cucaracha, las blodger abusadoras y un te amo susurrado

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Alec P.O.V:

Briar no había hablado en toda la tarde… Le había preguntado qué era lo que le preocupaba. Pero ella solo había negado y mascullado cosas inentendibles. Temía que hubiera peleado con su primo, al fin y al cabo, Blaine era la única familia que ella no tenía tachada por falsa. A pesar de que Blaine sabía toda la verdad desde hacía años, su vínculo era muy fuerte. Pero ella sentía que su “madre” la había engañado… y de su padre no había oído nada por boca de ella. 

Ani me había dicho que Ritta Skitter había escrito un artículo sobre los Cristalstairs. Al igual que de los Malfoy. Y de los Black, o parte de ellos…

En el de los Cristalstairs, además de hablar sobre su inmensa fortuna y como su hija iba encaminada para ser una princesa, se decía que él, Gregory Cristalstairs, era un fiel seguidor de él que no debe ser nombrado. Pero obviamente nadie puede confiar en la palabra de Ritta, porque, como bien dije, es Ritta, la mujer cucaracha. 

Comencé a reír con mis pensamientos. “La mujer cucaracha”, sonaba como superhéroe de caricatura muggle. Pero como comencé a carcajearme Panssy y Astoria voltearon a verme. Astoria, con su típica cara de “tus cosas son tres galeones más baratas que las mías” (sí, hay cara de eso) y Pansy, bueno, como decirlo sin ofender a nadie? Oh, sí! Con su típica cara de “cerda dando a luz que sufre de indigestión”… Sí. Esa cara.

‒ De que te ríes, Alexandra? – su forma de decir mi nombre, como si tuviera un pelo en la garganta que le hiciera alargar cada silaba tres segundos más de lo necesario para volverla intimidante y sexy (como Draco… o sea, como habla Draco. No digo que Draco sea sexy –cállate estúpida, te jodes sola-, ni nada), volviéndola un escupidero de baba andante o algo de eso.

‒ De tu cara de cerdo, Greengross – sonreí superior. Mi voz si había salido intimidante y sexy.

Por un momento, un muy pequeño momento, parecía que algunos engranajes de su oxidado e inutilizado cerebro se estuvieran moviendo. Pero luego, volvió a su típica cara que denotaba su poco razonamiento. Hice una mueca. Por un momento había creído que pensaba… mala mía. 

‒ Es Greengrass, como pasto violeta – repetí mi mueca. Hablamos ingles… pero ella se ve que ni eso sabe hacer.

‒ Ya, si, como hierba violeta. Muy bien, toronja amarilla, muy bien – luego le aplaudí. Y me fui con mis aires de diva, dejándola boquiabierta, ya que no le dio para procesar mi frase completa.

April P.O.V

‒ El arte de la danza, es algo maravilloso. Y la tradición es que nuestros alumnos sean muy buenos bailarines. No porque un grupo de – y ahí desconecté. 

McGonagall nos obligaba a tener aulas de danza, de nuevo. Todos los chicos tenía mezclas de terror, horror, aburrimiento excesivo, o si no, también los que su cara, solo su cara, denotaba “no tengo pareja, para que aprendo a bailar?”. Las chicas, en cambio, parecíamos un bullicio de hormonas locas con ganas de usar vestidos y tacones altos, muy, muy, altos. Excepto yo, y algunas otras, que lucíamos como “mátenme antes de que acabe la próxima frase”, cosa que parecía complicada, ya que cuando Minerva estaba emocionada, hablaba a unas tres frases por segundo. Tres frases enteras, por segundo.

‒ Pss, pss – miré divertida a Ligia, quien gritaba “pss”, ya que no la había escuchado.

‒ Tiene algo que decir, señorita Ward? – Minerva la sorprendió. La chica de cabellos castaños rojizos con un halo verdoso (que linda mezcla) la miró sorprendida, pero recompuso su cara para responder.

‒ Sí, la verdad es que quería preguntar qué vamos a hacer nosotros, los pobres desafortunados que de pequeños fueron abusados por una blodger maniaca compulsiva, y que debido a los traumas colaterales no tienen pareja? – la estruendosa carcajada resonó por la habitación de altos techos.

Mc Gonagall no parecía sorprendida en lo absoluto. Los alumnos se carcajeaban como nunca, mientras que Hermione lucía completamente sorprendida. A pesar de que la chica había cambiado, con la guerra y el tiempo, su forma de ser le impedía ser capaz de algo como lo de Ligia, quien aprovechaba hasta la más mínima oportunidad para hacer el gilipollas. 

‒ Pues, usted señorita Ward, al igual que el resto de estos jóvenes que usted tan fielmente describió, vais a bailar para dejar en alto el nombre de esta escuela. Pero en vista de su desastroso comportamiento en el baile anterior – todos volvieron a reír, al recordar como la chica de rojizos cabellos había nadado en jugo de calabaza –, no tengo más opciones que obligarla a asistir a clases con todos los otros jóvenes. 

‒ Hay no!

Blaine P.O.V

Su mirada lastimera, como la de un perro al que acaban de reprender, me hería y me hacía titubear. Era imposible que yo diera marcha atrás y retirara todo lo dicho. Pero también era imposible que él me creyera. Desvié mi mirada de sus ojos esmeralda, no podría hacer lo que estaba por hacer si él me seguía viendo así. 

‒ Patrick… – pero antes de que terminara de decirle que lo nuestro ya era historia, como la nariz del señor tenebroso, me besó. 

Su cabello castaño claro con destellos miel se deslizaba entre mis dedos, pude comprobar que estaba sedoso como siempre. Con mi mano derecha rocé su mejilla, pudiendo notar las lágrimas que se resbalaban silenciosas hasta su mandíbula, donde luego empapaban su uniforme. 

‒ Patrick… – comencé de nuevo. Pero la voz de Patrick, rota, me interrumpió, susurrando un “por favor, no lo digas, Blaine”.

Pero debía decirle algo. Debía decírselo, tanto como debía proteger a Briar o sacar buenas calificaciones. Debía…

‒ Patrick, escúchame – mientras Patrick seguía rogando yo le tomé del cuello de su camisa, le miré a los ojos con intensión y hablé –. Te amo.

Y entonces yo le besé.

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Se que el título es un poco bastante largo, jeje.

Les dejé esto para el final porque se que las que de verdad me siguen van a leerlo. Les quiero agradecer por todos los comentarios, y por esos fieles "somos tus fans". La verdad es que ustedes molan chicas, son geniales,  son increibles y me motivan todos los días para seguir con esto que pretendo que en el futuro sea mi carrera! 

La verdad es que incluso las que dicen ser mis fans no son más que mis amigas, yo les concidero como una pequeña "familia" que me motiva y apoya. Son geniales, herederas. Gracias por los 83.000 y 3.000 leídos!!!

Si en algun momento alguna quiere hablar conmigo les ruego que me manden un mensaje, ya varias de ustedes se han vuelto parte de mi lista de amigas y la verdad eso me encanta. Les quería pedir disculpas por actualizar an lento y por no contestar todos los comentarios. Pero no es que no los lea, ni que no les conteste porque no me importan, si no que no suelo ser buena con las palabras (aunque suene raro, ya que me dedica a escribir la mitad del día y aquí puede que no parezca), nunca se que deciros aparte de que son maravillosas.

Las ama, aprecia y adora,

Sophie

La Princesa de las SerpientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora