La Princesa de las Serpientes

Un noviazgo de revista

Draco P.O.V

Hace seis meses

Un golpe en la puerta de mi habitación me hizo despertar del leve sueño en el que me había sumergido. Sin importarme el deplorable aspecto que debía presentar, y sin moverme siquiera, corrí con un hechizo el dosel de mi cama.

- ¿Quién? -gruñí; mientras en mi cabeza solo retumbaba una idea 《que no sea Blaise》, soy un amigo excelente.

- El único e inigualable, rubita.

Una sonrisa apareció en mi rostro, esa voz solo podía pertenecer a mi mejor amigo de la infancia. De un salto me senté en el borde de la cama -cuyas sabanas de seda amenazaban con tragarse el cuarto; en el que hacía tanto tiempo que no aparecía un rayo de luz que las tinieblas eran parte de la decoración-.

- Entra, Blaine -gruñí, esta vez con un poco más de emoción.

- ¿Cómo descubriste que era yo? -exclamó falsamente mientras entraba, al verme frunció el seño-. Vaya pintas, asi no debería verse el prometido de mi prima.

El sarcasmo y ligero matiz furioso de sus palabras, casi se me pasa por alto. Mis ojos se expandieron con sorpresa, esto no era parte de mis planes -que, de hecho, se resumían a: ivernar hasta que llegue el comienzo de clases, para luego seguir ivernando ya que no voy a ir a Hogwarts.

- ¿De qué vas, Blaine? -entonces ub pensamiento exsecivamente aleatorio recorrió mi cerebro 《todos mis amigos tienen nombres con B》.

- Voy de que es cierto, ¡lo hicieron! -lucía furioso, apretando los puños y la mandibula-. Mis tios y tus padres ya firmaron el contrato, la boda se celebrará al terminar el año escolar. Planean anunciar el compromiso luego de la segunda prueba del torneo.

¡Por Salazar! Toda mi vida me lo habían dicho y había crecido con la idea, desde que eramos mejores amigos con dos años, al cumplir los 18 me casaría con Bry. Siempre lo supe y solía decirlo lleno de orgullo, a un Blaise de cinco años que juraba estar enamorado de mi futura esposa.

Pero jamás había caido en cuenta de lo que eso significaba, no es que no me agradara la chica. Solo llevaba desde los siete años sin verla, pequeño detalle que parece no incomodar a mis padres, y no se puede decir que en los diez años que pasaron me hayan dado muchos motivos para querer acatar otra orden de parte de mis progenitores.

- ¿Quieres saber lo peor? -si no se calmaba le iba a dar algo ahí mismo.

- No.

- Pues perfecto, allá voy de igual forma. ¡Somos nosotros los que tenemos que contarselo a Bry! -oh, no. ¡Barón sanguinario apiadate de mi!

El recuerdo más nítido que tengo de la pequeña Cristalstairs es de un día (cercano a su sextuagesimo cumpleaños) en el que Blaine y yo rompimos su muñeco favorito (Draco, le puso su nombre en mi honor). Ella sonreía, incluso mientras le contamos como caimos escaleras abajo con el pobre muñeco. Cuando terminamos el relato, dio un paso a la derecha, tomó mi escoba y... la partió en ocho pedazos.

Si la dulce e inocente Briar, con su perfecto vestido rosa y coletas rubias, había sido capaz de eso. La Briar adolescente sería capaz de asesinarnos allí mismo con sus propias manos.

Presente

- ¿Qué es esto? -una revista aterrizó en mi cara.

Debían de ser la seis de la mañana del sábado, esa tarde se llevaría a cabo la segunda prueba de... ¡La segunda prueba del torneo!

Eso explicaría por qué una Briar furiosa había irrumpido en mi habitación (y la de otros chicos), había corrido el dosel de mi cama (sin que me enterara) y ahora me gritaba cosas (mientrad mi cuerpo solo era cubierto por unos boxers verdes).

- Bry, nena, respira un segundo -mi voz ronca de recién despertado calló sus palabras. Me senté en la cama, sosteniendovla revista que antes me había lanzado mi novia-. No es tan terrible -aseguré, luego de leer la portada.

- ¿Que no es tan terrible? -estaba enojada, más que enojada, indignada y furiosa-. 《Herederos millonarios deciden seguir su corazón》. Draco, somos la portada de la revista "Corazón de bruja".

- ¡Felicidades, amigis! -chilló Blaise, que acababa de sacar la cabeza entre el cortinaje de su cama-. Que envidia, ojalá yo saliera en esa revista, o sea.

Su imitación de Astoria le arrancó una carcajada a Bry, al menos no estaba tan enfadada.

Sabía que Blaine tenía razón, deberiamos de haberle avisado de este desastre mediatico cuanto antes. Media hora después de la publicación de la revista me parecía un tiempo razonable.

- Blaise, danos cinco minutos -pedí pasando una mano por mi cabello. El chico se metió dentro de sus aposentos y yo le dejé el espacio suficiente a Bry para que se sentara, no se sentó-. Venga, nena, no me mires así.

- Draco Lucius Malfoy, ¿cuánto sabias de todo esto? -oh, oh, mi sangre va a ser derramada por la chica de la que me enamoré-. Ya veo, lo sabías todo desde hace seis meses.

- ¿Estas usando oclumancia conmigo?

- No, hablé antes con mi primito querido -una sonrisa socarrona apareció en su boca y se dejó caer en la cama junto a mi-. ¿Por qué nos toca todo esto? La mitad de lo que dice la revista es falso.

- Dejame ver... -tomé la revista y comencé a leer a vivavoz-. 《La joven pareja de Slytherins es pura noticia.
》Briar Cecilly Cristalstairs se comprometió con el chico más cotizado del colegio: Draco Malfoy. Se espera que la chica pase a ser una Malfoy el mismo día en que se casaron sus difuntos padres y que la boda será la más lujosa del siglo.
》El chico "se declaró debajo de un muerdago, fue tan romántico que no pude hacer menos que aceptar y llorar" nos contó la joven prometida. También se rumorea que un bebé estaría en camino. Pero esto ya se los contaré desde la ceremonia de bodas a la que muy gentilmente me invitaron los tíos de la futura madre.
》Su querida periodista, Rita Skeeter.

- ¡Bry, nunca me dijiste del bebé! -otra vez Blaise-. ¿Es que no quieren que sea el padrino?

- Si tuviera un hijo, serias la ultima persona que eligiría para que lo cuide -bromeé, vi como Bry se iba destensando. Tal vez saliera algo bueno de todo esto.