Autunno: finale di partita

238 14 7
                                    

Aprovechemos el otoño,
antes de que el invierno nos escombre,
entremos a codazos en la franja del sol
y admiremos a los pájaros que emigran.

Ahora que calienta el corazón,
aunque sea de a ratos y de a poco
pensemos y sintamos todavía
con el viejo cariño que nos queda

Aprovechemos el otoño,
antes de que el futuro se congele
y no haya sitio para la belleza
porque el futuro se nos vuelve escarcha.

Otoño, Mario Benedetti.

.

.

.

Si van a repicar las campanas, adelante, nadie va a detenerlas. Su himno, emitido con cada uno de sus movimientos certeros, atraviese nuestro pecho y se esparza por todas las fibras de nuestro cuerpo hasta hacerlo temblar de alegría.

Si van a descansar las aves, que lo hagan, nadie irrumpirá en sus sueños porque gracias a sus magníficos cánticos uno ha encontrado el descanso propio y disfruta gustoso del sosiego en el que se sumerge.

Pero si van a separar a dos corazones que se pertenecen, marcados por los dueños con iniciales hechas de fuego, nadie, en su más sano juicio, intentará apartarlos porque siempre terminarán buscando el hilo que los mantiene atados el uno al otro. Cuando uno nace, está encadenado de por vida con alguien, ya sea si lo encontremos o no, por eso rezamos por hacerlo.

Y esa, es una de las tantas verdades del amor
que nadie nunca,

jamás de los jamases,
podrá desmentir.

.

.

.

Tercera semana de Septiembre

El maestro de historia tenía dos asuntos por atender:

1. No había terminado de preparar los exámenes de su materia, que debían estar listos para el viernes de la próxima semana.

Y el más importante, que incluso le impedía llevar a cabo la elaboración del primero, era:

2. El cumpleaños de Samejima-san era la próxima semana también, el sábado, y no tenía ni la más mínima idea de lo que podría regalarle.

Shishio había recorrido la mitad de las tiendas buscando algo para darle, había pensando desde el regalo más ostentoso hasta lo más sencillo; desde joyería, como un collar o un brazalete, hasta alguna bolsa para que cargarse los mangas que editaba, —incluso meditó en comprarle lencería para fastidiar un rato a su novia y darse un lujo para luego en la noche, claro, si Samejima se lo permitía—; simplemente no hallaba algo que le dijera a gritos que debería pertenecerle a la mujer que amaba. Satsuki quería darle todo cuanto pudiera pero no era capaz, siquiera, de encontrar el obsequio adecuado sin tardar siglos en su búsqueda.

Tenía que encontrar algo decente, sabiendo que a la chica no le importaba si recibía algo o no, pero él quería hacerlo.

Era un completo tonto enamorado.

.

.

Última semana de Septiembre

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 10, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cigarrillos y alcoholDonde viven las historias. Descúbrelo ahora