Singing in the shower

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Estaba terminando de hacer la sopa de lima, cuando Alex me abrazó de la cintura y me dio un beso en la mejilla.

―Espero y te guste la sopa.

―Por supuesto, cariño.

Los dos nos sentamos en la mesa y comenzamos a platicar.

―Ayer vi que Bob te abrazó.

―Sí, porque estaba un poco triste, pero ya se le pasará. Deberíamos conseguirle una cita.

―Oh no, ya lo hemos intentado y él se niega. Dice que jamás podría engañar a su musa aunque esté con otro.

―Pero lo tiene que superar. Oye, ¿Y ustedes saben quién es su musa?

―No, bueno, creo que el único que sabe es Ron, ¿O Paul? Bueno, alguno de ellos dos.

―Hablaré con Ron, no me gusta verlo así. Él merece una mujer maravillosa.

―¿Cómo tú?

―Por favor, yo no soy una mujer así.

Me sonrojé un poco, era la primera persona que me tenía en un concepto diferente junto con Bob.

―Tienes razón, eres más que eso.

Alex se levantó a dejar su plato y lavarlo. Yo estaba limpiando la mesa de la cocina y tendí la cama.
Alex se tiró hacia la cama sin que yo hubiera terminado.

―Kapranos, quítate de ahí.

―No.

―¡Te quitas o te quito!

―A ver, tírame de la cama.

―No me provoques que al rato vas a salir llorando.

―No te veo intentado retirarme de la cama.

Jalé del brazo a Lexy, pero él me jaló con una fuerza mayor. Quedé encima de él, su mirada era tan penetrante que sentía que podía leer mi mente, "Vamos Alex, di algo" me repetía en la cabeza.
Me decidí por besarlo para romper la tensión. Él se giró quedando sobre mÍ, estaba desabrochando su camisa mientras él estaba con mi pantalón deslizándolo poco a poco hacia abajo.
Sentí su mano acariciando mi entrepierna, no podía decir nada, los besos de Kapranos me dejaban a su mando.
Sonó mi teléfono, estiré mi brazo para contestar.

―No contestes, Elinor.

Besó mi cuello y pasó su mano por mi espalda para desabrochar mi brassiere.

―Pero, ¿y si es urgente?

―No lo es. Es Andy el que llama. ¡Es Andy! Contesta, debe ser algo de la disquera.

Contesté rápidamente la llamada. Por suerte fueron buenas noticias, el anuncio de FFS ha hecho que los ojos sean puestos en la disquera como con Franz Ferdinand. Jacqui estaba aprendiendo como atender las llamadas del lugar, pero le falta mucha práctica.
Le platiqué brevemente a Kapranos lo que sucedía.

―FFS es verdadera colaboración. Ron y Russell son tan abiertos a las propuestas y las convierten en algo magnífico. Hoy habrá ensayo, ¿Quieres acompañarnos, cariño?

―Sí, pero me iría un poco antes para abrir el lugar. Recuerda que es lunes.

―¿No podrías ser tú mi cliente, Marie?

Franz of PleasureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora