Franz of Pleasure

¿Kapranos tuvo una amante? / Yo podría sanar tus heridas.

―¿Por qué te dejaste besar?

―Yo no me dejé. Escúchame Helen, te aprecio, a pesar de todo lo que ha pasado y por lo mismo no quiero herirte.

―¿Volveremos a estar juntos?

―No, porque ahora estoy con Elinor.

―Pero la traicionaste por mí.

―No estoy seguro de eso.

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"Alex Kapranos y Helen Drew, ¿Volverán a ser la pareja del año?"
"Helen Drew muestra anillo de compromiso..."
"¿Kapranos tuvo una amante?"

Todas esas noticias andaban circulando por Internet. Andy me notaba algo molesta ante la situación pero no decía nada al respecto. Después de un rato rompió el silencio.

―Elinor, ¿todo el tiempo fuiste su amante?

―Ni siquiera lo sé. Debo de mantener profesionalismo ante la situación.

―¿Por qué no te vas a casa? Yo me encargaré de todo por hoy.

―Ni siquiera tengo a dónde ir, Andy. Ayer me quedé en el cuarto de huéspedes de Bob, pero no quiero molestarlo.

―Tú repites la misma historia con todos. Ahora entiendo porque nadie te toma en serio.

―Yo no pedí tu opinión.

―Lo siento. Ahora puedes ir a tomar un respiro, no puedes trabajar así.

―Solo será por hoy, Knowles. Gracias por tu ayuda.

Me retiré del lugar pensando en todo lo sucedido. Quería ir con Ron, pero tampoco desearía que Ron y Russell dejaran su relación con Alex atrás.
Me llegó un mensaje de Bob.

"Mi querida musa.
¿Quisieras acompañarme a la casa de mi madre? De ahí podríamos ir al sitio que más te guste, quiero verte feliz.
Te amo, espero y no te incomode lo dicho."

Inevitablemente sonreí, aunque no podía digerir tan fácil un "te amo" por parte de Bob.
Nos quedamos de ver en la casa de su madre, él sonreía y besó mi mano.

―Querida musa, no creí que aceptara la invitación.

―No hay motivos para negarla, Bob.

Hace años que no veía a Beatrice, aquella mujer regordeta y de mejillas rosada. Me divierte bastante cuando dice "mi dulce querubín". Me hubiera gustado que mi madre me llamara de forma tierna.
Tomamos el té a las tres, pues es la costumbre de Beatrice con sus amigas, solo que esta vez, fue con nosotros.
La plática fue amena, cuando preguntó sobre Laurence no me sentí incómoda, aunque inevitablemente tocó el tema de Alex. No la culpo, ella no sabía lo ocurrido, lo bueno es que cambió de tema enseguida.
Terminamos nuestra charla y Bob abrió la puerta del coche, ambos subimos y platicamos dentro de él.

―Tienes a la mejor madre del mundo.

―Me lo han dicho varios. Aunque a veces me incomodaba un poco que frente a compañeros de clase me diga querubín.

―Pero te queda el apodo.

―A ti musa te encaja perfectamente.

―¿Por qué me llamas así?

―Eso te lo explicaré cuando lleguemos al lugar.

En el camino estuvimos escuchando música aleatoria, varias canciones fueron de The Beatles, de repente empezó Funny Little Frog de Belle and Sebastian, Bob empezó a cantarla y yo hice lo mismo simultáneamente.