¿¡Quién es Elinor comparada conmigo!?

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Bob llegó a su departamento algo desilusionado por ver a Elinor tan enamorada de su mejor amigo. Quería volver a su hogar con su madre y toda su familia para dejar de sentirse solo.
Ensució parte de su pared por pintar un cuadro. Retrataba algo que quizás para Elinor sería de mal gusto, el suicidio de Laurence seguido de su velorio y entierro.

"Tu exposición será un exito, Byron."

Fue lo que dijo su madre, mientras veía los bocetos de los cuadros de su primera galería. La cual fue expuesta en la escuela de artes de Glasgow. El tema fue la sinestesia y como Bob la percibía para que los demás pudieran entender un poco este fenómeno.

―Mañana iré por Alvy y abrazaré a mamá.

Limpió la pared y terminó de desempacar la ultima caja. Quería llamar a mamá, pero era muy tarde, tan solo las 3:00 hrs.
Sin embargo, recibió la llamada de un número desconocido y decidió contestar.

―Buenas noches.

―¿Bob? Soy yo, Helen.

―¿Helen?

―Así es, Helen, la ex novia de Lexy.

―¿Qué pasó? ¿Cómo has estado?

―Terrible, sigo sin creer que Alex y yo hubiéramos terminado tan mal nuestra relación.

En el teléfono se escuchaban sollozos y Bob no sabía que decir.

―¡Ay Helen! Pero tú eras bien celosa con Alex. Hasta te enojabas porque había ido a ensayar con nosotros.

―Pero lo hacía porque me preocupaba por él, Bob. Yo lo sigo amando, quiero volver con él.

Helen lloraba cada vez más fuerte y Bob no quería alzar la voz.

―No me gustaría darte esta noticia, pero dudo que Alex quiera volver a intentar algo contigo.

―¿Qué dices!

―Alex está empezando una relación con Elinor.

―¿Está engañando a Laurence?

―No, Laurence falleció hace un par de semanas y tal parece que ambos siempre sintieron algo mutuamente.

Dejó de llorar y comenzó a gritar detrás de la bocina.

―¡Me dejó por una puta! ¿Es en serio?

―Helen, por favor mantén la calma. Elinor no es ninguna puta. Yo veré como puedo hacer que Alex te acepte un poco, pero no puedo...

―¿Te gusta Elinor?

―No, por favor Helen, tienes que tranquilizarte...

―¿Te gusta la puta?

―¡No la llames así!

―De acuerdo, voy a llamarla de otro modo. ¿Te gusta la maldita zorra que me robó a Alex!

―¿Por qué insistes tanto? Eso ni siquiera importa.

―No, sí me importa y mucho, porque quiero a mi Lexy de vuelta. Además, tú y yo podríamos trabajar juntos para separarlos y así yo tengo a mi Lexy, mientras tú por fin logras conquistar a Elinor. Bueno, si es que no se encuentra con un anciano adinerado que le dé algo de tragar.

―Eres una maldita. Ahora entiendo porque Alex te dejó.

―¿Qué se siente ver que Alex siempre toma la delantera y te roba a la chica que te fascina?

―Él no me la robó. Ni siquiera sabe que me gusta.

―¿Y si yo se lo digo?

―No serías capaz. ¿O sí?

―Puedo hacer lo que quiera. De la única forma que te dejaré tranquilo es saber que tú te encargarás de separar y conquistar a Elinor.

―Helen, quisiera saber algo. ¿Por qué te afecta tanto la existencia de Elinor?

―No me afecta. Además, ¿quién es Elinor comparada conmigo!

―Una persona que no es rencorosa y no se trauma con una tragedia.

―Bien, le diré a Kapranos que le quitarás la novia.

―Está bien, te ayudaré, pero no garantizo el que vuelva contigo. ¿Trato Hecho?

―Ya que...

―Me iré a dormir, Helen. Descansa y tranquilízate mejor, ¿sí?

―Está bien. Hasta mañana colega.

Helen se escuchaba con una voz más grave y ronca de lo normal y colgó.

―Helen necesita un buen terapeuta y yo necesito controlar mis sentimientos.

Bob se tiró a la cama y se quedó profundamente dormido hasta escuchar su alarma.

Franz of PleasureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora