Llevo dos meses de haber arribado a la capital... logré pagar la cuota del departamento el primer mes, pero el de este no he reunido ni la mitad. Apenas sí como algo, hace mucho deje de saber qué es comer tres veces al día. Pero al menos puedo enviar dinero a mí familia, si, tengo una familia por la cuál debo velar y mantenerme con vida, jamás desfalleceré hasta haberlo dado todo por ellos... tal vez por eso es que aún no he tenido ningún accidente con la navaja de afeitar, que fácil sería pasarla y sin querer cortar donde no debo... imagino que dolería al principio, pero ver toda esa sangre brotar de mi cuello como una fuente, una fuente carmesí que no se detiene, ver como poco a poco va perdiendo fuerza, como yo pierdo la mía, pero después de un rato se tornaría oscura, todo estaría oscuro, y todo esto en tan solo seis minutos, si... solo necesito seis minutos, unos cortos pero largos seis minutos, sería un espectáculo digno de verse, aunque solo sea una vez en la vida, sería como aquella vez... y luego abandonaría mi cuerpo, sin ninguna preocupación, solo... paz.
Toc, toc.
Suena la puerta y aguanto la respiración, aún no reúno la cuota para pagar este mes. Quizás sea el casero y no quiero arriesgarme a abrir la puerta, porqué si me echa... no sé que haría, todavía puedo aguantar un poco más, pero si me quedo sin lugar donde vivir...tal vez no pueda prevenir el accidente.
—Señor Ramirez quiero ayudarlo. Sé de su situación, ábrame y déjeme ayudarle. Su esposa y sus hijos no querrán saber que su pobre padre fue hallado en un departamento muerto.
Es una voz femenina, bastante sexy... hace mucho no escucho una voz como esa, mucho menos con una proposición como esa. Me encamino a la puerta y miro por la mirilla.
—Señor Ramirez, sé que está ahí, ábrame yo puedo solucionar todos sus problemas. Solo tiene que ayudarme con un asunto pendiente que tengo con unos colegas.
Joder pero que hermosura, definitivamente esa voz va con ese cuerpo, de solo verla mi cuerpo está reaccionando... se me está... no, no hay tiempo para esto. Concéntrate Leonardo, piensa: ¿qué hace una mujer como ella en está parte de la ciudad? ¿Cómo sabe mi apellido? Con solo ver su forma de vestir se puede intuir que el "asunto pendiente" del que habla no es para nada sencillo, y por la forma en la que lo dice ya hay que poner en duda sí siquiera es legal, de seguro trabaja para gente que no sabe donde colocar sus desechos del jardín, no, no puedo arriesgarme. Además ¿cómo demonios sabe que tengo esposa e hijos?
—¿Quién eres?, y ¿cómo sabes acerca de mi familia?
Pregunto con tono amenazador
—Parece que aún no has muerto Leonard, pero muy pronto lo estarás si no me abres la puerta.

ESTÁS LEYENDO
Las partes de Dany
Fantasia¿Cómo recuperas una parte de ti? Sólo puedes fingir que todo está en su lugar. De otra manera es casi imposible, si, leíste bien, casi. Porque hay una forma de recuperarla, pero corres el riesgo de perder muchas más ¿Aún así quieres intentar? Pu...