Leonardo Ramirez

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—Tu padre no pudo controlarse ese día, y perdió su trabajo, sus amistades, pero lo más importante es que se perdió a si mismo... Ya no era el Leonard del que me enamore. Después del incidente tan solo era un cascarón vacío que tenía pesadillas en las noches, pero a pesar de eso yo aún estaba a su lado, aunque no me hablará salvo sí era necesario, aún así lo acompañaba a sus terapias con el psicólogo en las mañanas, y en la tarde trabajaba para poder pagar las cuentas y medicamentos. Tuve esa rutina por espacio de un año en el que eramos un par de desconocidos. Y una mañana que no quiso asistir al psicólogo me dijo que no tenía que seguir con él, que él solo era un peso muerto que retrasaba mis sueños y no podía presenciar cómo por su culpa mi vida se marchitaba. En ese momento me di cuenta de cuanto lo amaba, porqué a pesar de lo que había hecho, yo, todavía estaba con él y sin darme cuenta ya había transcurrido un año, y aunque fue difícil, por alguna razón no tenía ninguna queja, todo lo que había hecho, lo había hecho de corazón. Me eche a reír y él me miró estupefacto, y después de reír por un espacio de algunos minutos le dije: ¿Leonardo Ramirez, querrías ser mi esposo?

Me quede boquiabierto.

—Después de eso, él rompió a llorar pidiendo perdón por lo que había hecho, me dijo que él no me merecía... Y bueno, la boda se celebró luego de algunas semanas, su estado mental había mejorado considerablemente, y aunque ya no era el Leonard de antes, también me había enamorado del Leonard de ese entonces.

Dijo mi madre muy emocionada.

—Hijo, lo que quiero decirte es que dentro de ti hay una parte de tu padre, una a la que aprendí a aceptar y poco a poco a amar, pero a la que debes aprender a controlar para no herir a las personas que están a tu alrededor, y más importante, no herir a las personas que amas dejando que te vean en ese estado. Tu padre actuó de esa manera en la azotea de ese edificio porqué esa parte dentro de él no entendía cómo un padre podía hacerle eso a su hijo; pero no te confundas Dany, la forma en la que actuó no fue la correcta, y el precio que pago por dejarse llevar por su ímpetu fue muy alto.

—Pero aún así le pediste matrimonio.

Dije en un murmullo

—Si... pero eso no te lo puedo explicar, porqué ni yo sé cómo explicártelo hijo. El amor es algo que no entiendes hasta que lo sientes, te hace actuar de formas que ni siquiera serías capaz de verte haciendo ni en tus sueños más disparatados, y por eso te puedo asegurar que si alguien te ama de verdad se quedará a tu lado a pesar de todo.

—Gracias mamá.

—¿Por qué?

—Por amar a mi padre y... amarme a mí.

De repente sus ojos se tornaron vidriosos y poco a poco las lágrimas bajaban por su rostro, me abrazó, me besó y me dijo al oído.

—Ojalá algún día alguien aprenda a amarte.



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