Las partes de Dany

Reencuentro

No había visto a Juliana desde inicios de las vacaciones de verano, se había ido de vacaciones con Rodrigo a algún país del extranjero. No pude contenerme al verla después de tanto tiempo, la alcé por los aires, la baje, y después la acerque a mi pecho.

—No te vuelvas a ir por tanto tiempo.

Le susurre al oído en tono casi lastimero.

—Ya estoy aquí tontuelo no tienes de qué preocuparte. Y al parecer ya hiciste una amiga.

La aparte un poco de mí

—¿Una amiga?

—Si, ¿o quién es esa pelirroja que está detrás de ti y no deja de mirarnos?

Estaba perplejo, ¿alguien estaba mirándonos?. Me doy vuelta, y veo a una muchacha pelirroja de ojos verdes que no nos quita la mirada de encima.

—¿Qué quieres?

Dije con tono amenazador.

—Nada.

Responde, y se va hacia la salida del colegio.

—Dany... ¿por qué fuiste tan grosero? 

Dijo Juliana reprochándome

—No la conocía

Dije tranquilo y encogiéndome de hombros

—De todas formas la asustaste, ¿de verdad no la conoces?

Preguntó con mucha curiosidad

—De verdad, es la primera vez que la veo.

—Está bien, y ¿qué hiciste en el verano?

—Eres muy cruel... sabes perfectamente que sin ti o Rodrigo lo único que hago es ir al gimnasio y pasármela en casa, e ir de vez en cuando a la biblioteca para no agotar mis provisiones.

—Joder de verdad que eres aburrido, deberías conseguirte una novia. Muchas de mis amigas mojarían sus bragas con solo hablarte.

Dijo entre risas.

—No me fastidies, sabes perfectamente que nadie en este colegio se acerca a hablarme.

Dije algo dolido. Me aparte y me dirigí a la salida del colegio.

—Disculpa Dany; es solo que no entiendo por qué sigues en este colegio, eres muy buen chico y estoy segura que si tan solo se esforzaran en conocerte sabrían de lo que hablo, pero lo único que hacen es crear rumores sobre ti. 

Dijo mientras me abrazaba por la espalda. Me di vuelta y le dije

—No te preocupes, es solo que... no lo sé, a pasado ya tanto tiempo que ya me acostumbre a él; además si me fuera, ¿con quien irías a casa por las tardes?

—Es cierto, siempre te viene bien un guardaespaldas.

Dijo mientras una sonrisa apareció en su rostro. Puse mis manos sobre sus mejillas y mis labios se posaron sobre su frente.

—Deberías disculparte con esa chica

Dijo muy seria.

Aparte mis labios de su frente.

—Esta bien...