Eres Mío, Hyung ; BNior

17

Desde principio a fin el día para JinYoung se volvió sumamente pesado. No se sentía bien anímicamente, deseaba quedarse todo el día encerrado en su habitación. Quería dormir, en sus sueños no lo acechaban sus inseguridades. Estas mismas aumentaban cuando JB se le acercaba, le acariciaba e incluso lo besaba. Por primera vez, deseó evitarlo a toda costa, mientras más lejos estuviera sería mejor.

¿Por qué las cosas debían ser así? Suspiró pesadamente, encerrado en su habitación. En quince minutos debían irse para grabar un programa de radio, pero no le importaba en lo absoluto. Seguía pensando en la conversación con Mark, no tan sólo todo lo que le dijo sino que le hizo darse cuenta de varias cosas. Por primera vez en todo este tiempo, pensó que su relación con JaeBum es una simple fantasía creada por su cabeza. Se autoconvenció de que no sería posible tener una relación formal con él y, si llegara a suceder, no duraría mucho. En primer lugar, la empresa no se los permitiría, sería un completo escándalo. También este el factor de que al manager del grupo no le agrade la idea. El que los mismos miembros supieran no le preocupaba tanto, porque sabe que tendrá su apoyo incondicional. Lo que le carcome la cabeza es que afectaría notablemente su trabajo y carrera. Además, JaeBum no daba señal alguna de dar el siguiente paso a pesar de quererse de todas las maneras posibles.

De nuevo sus ojos se colocaron acuosos, iba a llorar otra vez. Escuchó que alguien golpeaba la puerta de su habitación y lo llamaba por su verdadero nombre, una voz que reconocería hasta en el rincón más recóndito de la tierra y que le encantaba por sobre cualquier otro sonido en el mundo, pero que ahora lo torturaba.

— Adelante. —. Tragó saliva, mentalizando el contener las lágrimas y actuar natural. Se limpió los pequeños rastros de su tristeza para acomodarse en la cama, donde está sentado. Vio la puerta abrirse con lentitud, seguido del líder del grupo entrando. — Oh, hola.

— Hola. —. La sonrisa de JB lo inquietó, le gustaría tener la mente tranquila al igual que él. Vio como el mayor se sentó a su lado, sintiendo luego que le tomaba la mano para acariciarla. — Me pareció raro no verte desayunando con los demás, ¿estás bien?

— Sólo algo cansado. —. Cansado porque lo nuestro es una fantasía. — ¿Qué haces aquí, entonces?

— Quería verte. —. Los dedos de JaeBum acariciando su mano lo incitaban a llorar. Se sentía como una adolescente con el corazón destrozado por un amor imposible.

¿Por qué se torturaba de esta manera? Fácilmente puede dejar sus inquietudes de lado y disfrutar con JB hasta que su intento de relación no pueda funcionar, pero no, prefiere hundirse en la miseria y sufrir por adelantado para no terminar herido más adelante. Porque se dio cuenta que su fantasía de estar con JaeBum lo ciega de cosas muchísimo más importantes, como su desempeño en el grupo y su relación con sus compañeros.

Los suaves labios del líder lo sacaron de sus pensamientos sorpresivamente. Se quedó quieto, sintiendo como estos se movían gentilmente en busca de algún movimiento por parte de los suyos. Quiso corresponderle y sumirse en las sensaciones que JB le causaba pero sus pensamientos no le permitieron hacerlo, por lo que sólo cerró los ojos mientras su corazón latía a un ritmo más elevado.

— ¿JinYoung? —. No se atrevió a mirarlo, tan sólo abrió los ojos y rápidamente su vista fue a sus zapatos. — ¿Qué pasa?

— Nada... Tan sólo... —. Se quedó mudo por unos segundos, no debía ser demasiado obvio. Respiró profundamente y lo miró, directamente a los ojos. — Tengo hambre.

— ¿Estás seguro? —. La presencia de JB comenzaba a asfixiarlo. Tan sólo deseaba huir de allí a algún lugar del mundo donde pudiera estar solo. — Estas palido.