Eres Mío, Hyung ; BNior

20

Desde muy temprano el departamento está en movimiento. Los siete jóvenes se pasean de un lado a otro entre ansias y nervios, siendo guiados por su manager y otros miembros de la empresa. El comeback es hoy y nada, pero absolutamente nada puede salir mal.

Después del mediodía abordaron el escenario donde se presentarán en la noche y no demoraron en ensayar tal como si estuvieran en la grabación oficial para ver detalles con las posiciones, cámaras, entre otras cosas. Lo bueno de todo esto es que otros grupos también harán presencia en el programa de música antes que ellos, por lo que tienen más tiempo. Lo malo, aumentan sus nervios y ansias.

JaeBum se pasea de un lado hacia otro debido a su labor como líder, él recibe la carga más pesada en las situaciones en que el grupo se muestra en público. Siempre toma en cuenta los consejos y correcciones que realiza su manager para comunicarle al grupo y seguir.

Está envuelto en responsabilidades y su cabeza se mantiene ocupada en la grabación del comeback en la noche, pero igualmente tiene espacio para su corazón. Porque cada vez que pasa junto a JinYoung se le oprime el pecho.

Sabe que debería estar furioso porque el menor prefiera seguir sus inseguridades o mantenerse en su zona de confort que seguir con lo que lleva, que debe aceptar el hecho de que JinYoung es lo suficientemente fuerte como para seguir adelante como si su pequeño romance no hubiese ocurrido.

Pero lo quiere, tal vez demasiado. Se siente un idiota por haberse hecho ilusiones de que tendrían algo como de película y que sería para siempre, y se siente aún peor por pensar de que no pensó realmente si el castaño quería seguir sin importar que son idols. Qué estúpido.

Desea llegar a casa pronto y dormir toda una eternidad, pero queda todavía que hacer. Se turnan con otros idols que graban esta noche al igual que ellos y eso le permite pensar con un poco de calma.

Busca a su preciado JinYoung con la mirada y lo encuentra hablando animosamente con los dos menores y el mayor del grupo. Le encantaría levantarse e ir donde ellos para dirigirle la palabra al menor como antes, pero no puede, JinYoung le pidió alejarse y eso seguirá haciendo, por más que le duela.

— ¡Hyung! —. La voz de Jackson lo devolvió a la realidad. Miró al oriundo de Hong Kong y le dedicó una sonrisa.

— Hey, ¿qué pasa? —. Jackson se sienta junto a él, mirando juntos el ensayo de uno de los grupos.

— Las redes sociales están de cabeza por nuestro comeback, las fans están ansiosas. —. JB no puede evitar sonreír, no tan sólo por la excelente noticia sino además por el brillo en los ojos del chino, se le ve emocionado. — ¡Ya quiero que nos presentemos!

— Y yo, muero de los nervios. —. Ambos ríen, sabiendo que faltan largas horas para que eso ocurra.

Comenzaron a hablar de temas triviales, más Jackson que es conocido por ser un parlanchín y JaeBum solo se limita por escucharle, riendo por cada cosa sin sentido o estupidez que su compañero de grupo dice. En eso, sus ojos traicioneros vuelven a fijar su vista en JinYoung y frunce el ceño.

El castaño está muy cerca de Mark, demasiado para su gusto. Ambos ríen mientras charlan cómodamente, se ven demasiado amigables para sus ojos.

Jackson habla sin parar pero su voz ya no es clara para sus oídos al tener todos sus sentidos puestos en la escena que le hace hervir la sangre. El norteamericano rodea la nuca de JinYoung con su brazo y este, mientras ríe, recuesta su cabeza en el hombro del mayor.

— ¿Quién tiene razón? ¿BamBam o yo? —. Le pregunta Jackson pero no lo escucha. No aguanta más verlos juntos, no cuando él está aquí muriendo por dentro por no tenerlo cerca. Se levanta de donde está sentado y camina en dirección a ambos. Ni siquiera voltea cuando el chino lo llama. — ¿JB? ¡Hyung!

Su paso es lento a pesar de que quiere correr y apartar a Mark de golpe, una parte de si le dice que se domine ya que no es el momento adecuado para montar una escena de celos de tal magnitud. Sabe que JinYoung lo ha visto, porque su expresión cambió de repente y se aleja un poco del mayor del grupo.

— Hola, JB. —. Le saluda animosamente Mark, manteniendo su brazo rodeando al castaño. Pero su actitud cambia al verlo molesto. — ¿Estás bien?

— ¿Podemos hablar, JinYoung? —. Pregunta el líder, ignorando por completo a su compañero de banda.

— Está bien. —. Responde el otro, intimidado.

No esperó a que Mark se alejara, tomó al menor del brazo y lo jaló. Pudo calmarse un poco cuando sus dedos tocaron a JinYoung, sintiendo el calor ajeno rodearle. Extraña más que a nada en el mundo tocarlo, darle caricias. De hecho, extraña todo de él.

Se apartan de la multitud que llena el estudio de grabación a paso rápido para no ser vistos. El menor no tiene idea de que sucede, sólo se deja llevar por la intimidante actitud de JaeBum.

Cuando llegan a un área escondida y oscura se detienen. JB lo mira pero no lo suelta, no quiere hacerlo.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué estás tan molesto? —. Pregunta el menor, nervioso por mirarle a los ojos.

— Porque estabas muy amistoso con Mark. —. JinYoung rodó los ojos ante su respuesta, ¿en serio?

— Tal vez porque sea mi amigo.

— No me agrada que dejes que te trate con tanto cariño. —. Su tono molesto deja más en claro que está celoso y el corazón del menor salta de alegría, pero no lo demuestra.

— JaeBum, ya hablamos sobre esto. —. JinYoung aparenta seriedad, pero desea saltar a los brazos de quien está frente a él y pedirle perdón por ser un imbécil.

— No lo digo por lo que pasó entre nosotros. Eso es pasado. —. A los dos les dolieron esas palabras, uno al oírlas y otro al pronunciarlas. — Es para que no piensen cosas que no son entre Mark y tú. Tienes una imagen que mantener al igual que él.

— Está bien, lo tomaré en cuenta. —. Responde en un intento de no quebrarse y voltea, la charla había terminado. — Vamos, el mánager nos regañara.

JaeBum no respondió. Aprieta con fuerza el brazo del menor cuando este quiere alejarse y lo jala de regreso. El cuerpo de JinYoung queda entre sus brazos y el castaño alzó la mirada, encontrándose con sus ojos cafés. Tan sólo bastó un segundos y sus labios se encontraron en un añorado beso.

Sus bocas se movían deprisa pero coordinadas a la perfección, extrañaron tanto la sensación de besarse. Los brazos del menor rodean la nuca del líder y este le rodea la cintura, disminuyendo la distancia entre ambos. Al poco tiempo sus lenguas se reencuentran con toques desesperados, en un beso hambriento que los hace jadear. Saborean sus bocas, encontrándolas más deliciosas que antes por no haberlas probado desde días atrás.

El oxígeno se escapa de sus pulmones por el salvajismo con que sus labios encajan y no pudieron pasar mucho tiempo más explorando la boca del otro. El final fue inminente, dónde un menjunje de emociones les revuelve el estómago.

No dicen nada, ambos se separan para limpiarse el resto de saliva que está en sus labios y comisuras. Pero sus miradas siguen conectadas por unos segundos más, antes de mirar hacia el frente y volver con la resto de la banda como si nada hubiese pasado.