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JinYoung tuvo la efímera esperanza que a la mañana siguiente JaeBum entrara a su habitación y le dijera que no importaba nada de lo que llegara a ocurrir, que seguirán juntos pase lo que pase y que se arrepienta de sus palabras. Que lo abrace y bese como suele hacerlo.

Pero nada. Ni siquiera apareció a la hora de desayunar, solo cuando el vehículo de la empresa fue por ellos al departamento para seguir ensayando.

No tenía ánimo para nada, solo quería ir al departamento a dormir. No soportaba el hecho de tener a JaeBum junto a él y no poder hablarle, tan sólo mirarle desde los lejos. Pero hizo todo lo mejor que pudo, usando sus métodos de actuación más de una vez para nadie sospechara de que algo había sucedido. No había tiempo para estar llorando, el comeback cada vez está más cerca.

Los días pasaron con suma dificultad, ahora más que nunca debían concentrarse. En el departamento todo volvió como antes, casi. Los siete volvieron a estar juntos pero se podía notar un ambiente incómodo entre JinYoung y JaeBum, pero nadie se atrevía a preguntar, pensando que tan sólo fue una discusión estúpida y por eso ambos están molestos.

(...)

— Dios, estoy agotado. —. Dijo BamBam apenas los siete ingresaron al departamento. La práctica de hoy fue mucho más intensa que las anteriores debido a que mañana será el comeback, todo debe salir perfecto.

— Ya no puedo esperar para presentarnos. —. Agregó un emocionado YuGyeom, sonriendo a pesar de estar sumamente cansado.

Fueron a sus respectivas habitaciones y en momentos como este Junior agradece no tener compañero de habitación, puede hundirse en su miseria sin molestias. Desde allí escucha el constante sonido de la ducha y decide esperar a que nadie quede para ir él y disfrutar de ella, realmente lo necesita.

Mientras espera pasa de nuevo por su cabeza hablar con JaeBum y decirle que no tome en cuenta sus palabras, que vuelvan a lo mismo de antes. Pero una presión se forma en su pecho, él pidió esto.

Lo único bueno es que los ensayos han volvido al ritmo de antes, todos enfocados en la presentación que les pisa los talones. Y eso quería después de todo, que su "relación" no afecte al grupo y lo consiguió. Vale la pena el sacrificio, ¿verdad?

Espera un poco más y el silencio del pasillo le indica que es buen momento para darse una ducha. Con toalla en mano sale de su habitación, caminando hacia el único baño que el departamento ofrece. Toma la perilla de la puerta, dispuesto a entrar cuando esta se abre. Vapor impacta su rostro al igual que todo su cuerpo y retrocede algunos pasos al ver una silueta dentro. Una presión se forma en su pecho cuando JaeBum sale del baño.

— ¿Esperaste mucho aquí afuera? —. Pregunta el líder. Días enteros sin hablar y lo primero que él le dice es eso. Su pecho ardía de rabia y tristeza, no podía esperar más que eso en todo caso.

— No, apenas llegué. —. Responde, tratando de sonar lo más tranquilo posible a pesar que este roto por dentro. No se atreve a mirarlo a los ojos porque sabe que llorará y se lanzará a sus brazos pidiendo perdón hasta que no queden lágrimas en sus ojos o su garganta se seque.

— ¿Estás bien? —. Habla el mayor luego de segundos de silencio.

Asiente. Si supiera todo lo que ha llorado, lo mucho que se ha contenido el gritar a todo pulmón para descargar su rabia y frustración. Si JaeBum supiera que desea más que nada en este mundo no pensar tanto en lo que pueda pasar y ser feliz sin importar nada.

Avanza hacia el baño a la vez que el otro se aleja a su habitación. Limpia las pequeñas lágrimas que se escaparon de sus acuosos ojos y cierra la puerta.

¿Hasta cuándo podrá seguir con esto?

(...)

Los platos comenzaban a vaciarse, a la vez que el estómago de los siete jóvenes se llenaba. Todos están callados, el sonido proveniente de la televisión es lo único que se escucha en la sala mientras ellos devoran la cena como si nunca hubiesen probado un plato de comida. Momentos así son agradable para los siete, donde pueden compartir entre su agenda tan apretada.

JinYoung no puede evitar dirigir sus ojos cada dos minutos al líder del grupo, el cual come apetitosamente mientras observa la televisión. Una pequeña sonrisa melancólica adorna el rostro del menor, lo extraña tanto. Vuelve la vista a su plato y sigue comiendo, pero pronto siente una mirada encima y alza la vista. Mark lo mira expectante, lo vio.

Le dedica una pequeña sonrisa, indicando así que todo se encuentra bien. Pero eso no es suficiente, porque el norteamericano sigue mirándole como si supiera que algo sucedía. Los ojos del mayor dieron una rápida mirada al líder para luego volverse a JinYoung y este no pudo evitar realizar una mueca, en definitiva fue pillado.

Con el estómago satisfecho y los platos vacíos los miembros comenzaron a charlar mientras algunos ordenaban todo, otros levantaban los platos y el resto limpiaba. Fuera el hecho que JinYoung y JaeBum no cruzaron palabra alguna el ambiente es cálido, inclusive familiar.

El castaño fue a su cuarto al poco tiempo, dando la excusa de querer dormir. Él sabe que apenas se acueste en su cama se desvelara pensando una y otra vez lo mismo por más que intentara conciliar el sueño. Apenas se sentó en su cómoda cama alguien tocó la puerta y sin pensar en quién podría tratarse le indicó que pasara.

Mark hizo presencia en el cuarto, entrando para cerrar la puerta tras él. JinYoung supo apenas el mayor de todo el grupo se asomara por la puerta que este desea hablar de algo con él, lo más probable de que fue pillado mirando a JB.

— Hey, ¿qué tal? —. Comenzó la conversación el mayor y se sentó la cama cuando el castaño le indicó que podía sentarse.

— Cansado, pero no me quejo. —. Sonrió levemente, no quiere parecer nervioso. Su mente ya está maquinando una mentira, no desea que alguno de los miembros sepa toda la verdad y menos preocuparlos, no a estas alturas. — ¿Y tú, hyung?

— Ansioso por mañana. —. Respondió. — Vine porque quiero hablarte de algo.

— ¿Sucede algo, Mark?

— Yo debería preguntarte eso, JinYoung. —. Contesta el mayor y el castaño baja la mirada, un tanto nervioso. — ¿Por qué JB y tú están peleados?

— ¿De qué hablas? —. Niega apenas termina el otro de hablar, haciéndose el desentendido. — No hemos peleado.

— ¿Por qué no se hablan entonces?

— Todos los temas que debíamos hablar ya están conversados. Además... —. Acomoda las almohadas que están contra el respaldo de la cama. — Hablábamos más los dos que con los demás, ¿eso querían, no?

— Si eso implica que discutan entonces no. —. Mark usa un tono serio y JinYoung se siente regañado, como si su subconsciente le hablara.

— Hyung, en serio no hemos peleado. Solo estamos pendientes del comeback, eso es todo. ¿Tienes alguna otra duda?

— Ninguna... —. Pronunció el mayor y se levantó de la cama, dirigiéndose a la puerta y aprovecha para apagar la luz. El castaño se acomoda bajo las sábanas, dispuesto a dormir. — JinYoung.

— Dime.

— Puedes confiar en mí, lo sabes.

— Lo sé, hyung. Buenas noches.

— Buenas noches. —. Sale de la habitación, cerrando la puerta tras él.

Sus ojos quedaron abiertos, observando la oscuridad y suelta un suspiro, intentando disminuir la presión que vuelve a formarse en su pecho. Se siente y sabe que es un idiota, ya sin estar seguro si su decisión fue la correcta.

Eres Mío, Hyung ; BNiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora