[CERRADO]* Amor Zodiacal (Oneshots) *

* ♂ Virgo x Piscis ♀ *

[ POV Virgo ]

- Me gustas.

Esa inocente voz suya, sus bellos ojos... sueno como un pedófilo, ¿no? Solo es la verdad. Aunque ella no tuvo el valor de decírmelo en la vida real y tan solo pude escucharlo a través de nuestros celulares sentí su rubor y timidez. Me pregunté como podía ir y decirle que tambien, me daba vergüenza. ¿Y como podría acostumbrarme a lo distraída e irresponsable que es ella? Agh, no pienses en eso...

Mordí mi labio inferior mientras esperaba un taxi. La niebla hacia que apenas viera el paradero de enfrente y escuchara los dientes de la gente cerca chocando una y otra ves ante el frío, ante la nieve que se deslizaba por el viento y chocaba con nuestra ropa, tiñéndola de blanco. Volví a acordarme de ella. ¿Cuando podría volver a verla? Detesto vivir tan lejos de ella y que sus padres no me permitieran poner un pie en su casa. Tan solo nos veíamos porque trabajábamos en el mismo lugar.

Su falda tubo, su tímida sonrisa de labial poco visible. Ella pretendía tener unos labios color cereza. Al parecer, los demás se lo creían pero observándola atentamente podía notar que no lo era. Yo soy el único que la observa realmente. De todas formas, se ve muy hermosa con ese labial.

Entré al edificio y busqué un café para no verme como zombie. Me fui a sentar a mi oficina cuando escuché el ruido de tacones. Me asomé y era ella, tan bella como siempre.

- Debo ir...

Me dije a mi mismo. Fui donde ella y me apoyé en la pared, mirándola.

- Buenos días...

- Oh... buenos días.

Terminó el horario y escuché que se despedía de alguien. Tenia muchos papeles que rellenar pero corrí donde ella.

- ¡Hey!

Ella se volteó.

- ¿Te acuerdas de lo que me dijiste ayer?

- ¿Q-que tu me...?

- Si.

Sus mejillas se pusieron de un tono más rojizo.

- Cortaste muy rápido la llamada.

- ¿Que hay con eso? No quería que me odiaras...

- Yo no sería capaz de eso.

Nos miramos a los ojos, ella con los ojos brillando como estrellas.

- Yo tambien te amo.

Ella se sorprendió, sonriendo y la tomé en brazos, abrazándola y posando su cabeza en mi hombro. No quería que ella se fuera, solo quería sostenerla. Sentir sus acelerados latidos al solo roce y escuchar como me vuelve a decir que me ama una y otra ves.