[Especial] * ♀ Virgo x Capricornio ♂ *

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[ POV Capricornio, Jin]

Recordaba a Fujiko, sus delgados labios claros, sus pequeños ojos oscuros, su cabello rojizo y piel clara. Cuando mis colmillos rozaron su suave cuello y entraron sin piedad en el. Aún recuerdo como, días después, volvimos a vernos y ella me lanzó un vaso, este se rompió en mi pecho. Ignorando mis gemidos de dolor, ella me dijo cuanto me odiaba, que la despidieron y que ya no sabia que hacer con su hambre.

Su hambre se volvía incontrolable, cuando la veía ella temblaba y sudaba. Ella no sabia que la veía, creía que la abandoné. Yo seguía en mi trabajo con tranquilidad, cuando estaba allá me daba igual todo. Cuando la recordaba se me venia el sabor de su sangre a mi boca, como si volviera a morderla una y otra ves.

Pero ya debía poner fin a esas fantasías de besarla alguna vez. Me apoyé en un muro de ladrillo, este lleno de firmas típicas que hacían verlo sucio. Entre la oscuridad de este callejón, cerca de la autopista un alto farol iluminaba en un circulo el suelo, lo teñía de amarillo. Esperaba que llegara ella a nuestro lugar de ultimo encuentro pero solo apareció una baja mujer con pinta de no ser ese su barrio.

- ¿Ho-hola...? ¿Hay alguien ahí?

¿Que persona mas tonta pediría ayuda a un lugar donde suelen haber robos y violaciones por las noches? Bueno, había que aprovechar.

Me acerqué sigilosamente por detrás y la abrasé, apegandola a mi y mordiéndole con fuerza el cuello, le tapé la boca por sus fuertes y agudos gritos que podrían dejar sordo a cualquiera.

- Jin, déjala.

No escuchaba nada más.

- Jin...

Sentí un fuerte golpe en la espalda y caí sobre la mujer, esta se desmayó. Mire a mis espaldas, furioso por saber quien demonios fue.

- ...¿Fujiko?

Fujiko era una mujer tranquila, nunca atacaba a nadie... al menos físicamente.

- Tenia ganas de hacerlo de hace mucho.

- ¿Podrías dejar tu rencor de lado? Solo vine a pedirte perdón -me incorpore- no debes sentir miedo, yo cambie. Tu no eres una simple amiga que pierdo y puedo reemplazar por otra...

- Pero si una simple humana a la que cualquiera puede alimentarse, hasta quien decía ser mi mejor amigo desde la infancia.

- No me controle, pero no me va a volver a pasar...

- No escuchaste mi voz hace un momento.

- Por favor... dame una oportunidad...

- ...esta bien.

Sonreí un poco, más calmado y fui a abrazarla, ella tambien lo hizo. Quería besarla en ese momento, quería tener la "licencia" para poder tomarla de la mano, besarla y decirle cuanto la amo.

Al comienzo ella seguía distanciada de mi, actuaba fríamente, pero el tiempo pasaba y ella volvió a ser la Fujiko de siempre. Fueron unos años esperando el momento. Íbamos a restaurantes, caminábamos, comprábamos, hacíamos muchas cosas juntos.

- Hey... ¿sigues enojada?

- No, ya no tengo problema...

Yo sonreí, moviendole el cabello. Por unos segundos, vi las marcas de mis colmillos. Me daba miedo volver a perder el control...


Estábamos sentados sobre un edificio mirando la ciudad en el atardecer. A medida que el sol se escondía entre montañas, iban aumentando las luces en las calles, casas y edificios. Yo la abrazaba, acariciándole la espalda.

- Y... ¿que has hecho respecto a tu hambre?

- He comido animales pequeños como aves...

- Yo tambien lo hago... podríamos buscar comida juntos más seguido, ¿no?

Nos sonreímos y ella miró sus piernas, recogiéndose el cabello a su oreja, esta con aros de mariposa con pequeños cristales de diferentes colores. Estos brillaban, eran como ampolletas. Los cristales no duraban un segundo "prendidos" y eran llamativos. Aunque ella no era una mujer llamativa, ella era humilde y simple. Pero esos accesorios aumentaban su belleza, aunque ella era mil veces mas bella que ellos.

- Fujiko, yo... de hace mucho siento algo diferente... no te quiero como solo una amiga, ¿entiendes?

Sus mejillas adquirieron un tono rojo, creo que ella ya sabia a que me refería.

- Me gustaría ser tu novio...

- ...yo tambien.

Nos miramos a los ojos.

- A pesar de que al comienzo eramos enemigos naturales porque mi trabajo me obligaba a exterminarte... y que cuando te descubrí fue de una manera que no me dejo a gusto y no era capaz de hacerte daño y terminaron despidiéndome porque era uno de tu especie... yo no dejé de lado esa tristeza por no poder ser algo más tuyo.

- La verdad es que... no somos los típicos vampiros. Los vampiros suelen llevar una sed de sangre enorme... nosotros tenemos una sed de amor del otro.

- Si, señor cursi... -ella sonrió- hay que disfrutar ahora...

La acosté y me puse sobre ella, ella acarició mis mejillas y nos dimos pequeños besos. Nos mirábamos a los ojos, apenas parpadeábamos. Su cabello iba de un lado a otro por el viento pero no interrumpía su enorme belleza. Nos imagine a nosotros juntos hasta la tumba, hasta que la muerte nos separe. Y nos besamos, cerrando los ojos y sintiéndonos en las nubes.

[CERRADO]* Amor Zodiacal (Oneshots) *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora