[CERRADO]* Amor Zodiacal (Oneshots) *

* ♀ Géminis x Virgo ♂ *

[ POV Géminis ]

Iba corriendo por el bosque, escapando de varias personas con armas. Jadeaba, cansada. Trataba de no detenerme, a pesar de que mi vestido se manchaba con los charcos que pisaba, la lluvia me bañaba y mis pies se hundían en el asqueroso barro.

Mis padres eran dueños de una empresa de alimentos, la única de este aislado pueblo y subieron el precio de todo con tal de conseguir comida procesada del extranjero. Aunque eramos felices con lo que teníamos... ya se los dije. Pero a pesar de que yo era "su princesa", les daba igual lo que les decía. Así que los habitantes ya no podían pagar tanto y terminaron matando a mis padres y a mi hermano por defenderlos. Pero al parecer no les bastaba. Creían que yo estaba de acuerdo con mis padres y hermano e iba a tomar posesión de la empresa, continuando esta medida.

Una piedra golpeó mi nuca y caí en un río. Traté de levantarme pero ya estaba lo suficientemente débil como para poder moverme.

- ¡Ahí está! ¡Vamos!

Con miedo a morir pero también a vivir con esta responsabilidad, me preparé mentalmente para mi muerte y miré hacia adelante. Todo seguía tan oscuro... y un relámpago hizo que todo se iluminara. Vi una silueta frente a mi, la cual saltó el río a pesar de lo ancho que era y se escucharon gritos y armas cayendo. En un minuto solo se escuchó la lluvia y me fui durmiendo, sintiendo que el agua me cubría completamente.

Desperté y miré a mi alrededor. Por una ventana atrás mío me di cuenta que ya salió el sol. Las sábanas de la cama en la que estaba eran de un naranjo casi transparente. Ya no llevaba ese incómodo vestido con corsé, pero si estaba desnuda. La habitación donde estaba tenía dos armarios. Fui a verlos y me di cuenta que era la habitación de un chico. Me puse una polera negra y pantalones cortos, no me quedaban perfectamente a mi cuerpo pero era mucho mejor que estar desnuda.

Salí y empecé a recorrer la casa. No habían cuadros, era silenciosa y los muebles eran color chocolate. Estaba ordenada y no era sucia. En la mesa habían dos tazas, galletas, azúcar y té. ¿Acaso el dueño de esta casa me trajo hasta aquí?

Seguí caminando por la casa y en el jardín estaba mi ropa colgada, secándose. Era incómodo ver mi ropa interior. Volví al dormitorio donde desperté y bajo la almohada me encontré con una foto. Miré quien era y me sorprendió. Salía yo y mi mejor amigo cuando tenía 10 años.

El era alguien alegre, divertido, cariñoso y que siempre que tocaban la puerta el estaba ahí. Mis padres trataban de alejarme de él. Le decían varios insultos y en un momento le mostraron una estaca. El era muy moreno, de ojos grises y pelo ondulado, castaño con un extraño brillo rojo. Sus padres eran pálidos, nunca abrían la boca. Un día estábamos jugando y nuestros padres salieron a discutir. Cuando abrieron la puerta su madre lo tomó en brazos y se fue con el y su padre montados a caballos. No pude despedirme de el y nunca lo volví a ver... quizás esta es su casa.

- Maldita sea... -lo escuché del baño y corrí a ver- ¡esta cosa no afeita bien!

El abrió la puerta y nos miramos. Boquiabiertos. El se veía igual que siempre pero con barba, más alto, con ojos rojos y pálido. ¿Era realmente el? Ese no es su color de piel y ojos. No tiene ninguna lógica que ahora sea completamente diferente.

- ...¿¡Quien eres tú?! ¿¡Por que mataste al niño de esa foto?!

- ¡Hey, tranquila! ¡Soy él! Es que... es una larga historia.

- ...¿por que no volviste? ¿por que cambiaste tu apariencia? ¿por que me dejaste sola?

Sus manos se posaron en mis mejillas mientras nos mirábamos. Sentí la calidez que el siempre tuvo, aún la recordaba a pesar de que pasaron 10 años. Cerré los ojos unos segundos y seguí mirándolo.

- Escucha... Nunca te conté que los demás siempre odiaron a mi familia por miedo. Yo no era como mis padres, ya sabes. Pero ellos me volvieron uno más y tenía miedo de hacerte daño...

- ¿Uno más?... ¿que eres?

- Soy un vampiro.

Quedó un silencio. Siempre le tuve miedo a las historias con vampiros y, ¿mi mejor amigo era uno? No sabía que decirle. Si decirle "hijo de puta, nunca me lo dijiste" o "me vale verga que me hayas ayudado, quieres matarme"... Pero había algo en el que me llamaba la atención. Y no quería dejarlo.

- ...dime, ¿Quieres matarme? -dije y me crucé de brazos, con una expresión seria. El abrió sus ojos como platos-.

- No... lo que menos quiero hacer es matarte. Te salvé y ahora quiero estar contigo porque...

- ¿Por que?

- ...porque eres mi amiga todavía, ¿no? -el dijo y sonrió-.

A pesar de que aún eramos amigos, sentí que no era lo que sentía por mi, realmente. Pero le seguí el juego por un mes. No volví a ver gente de mi pueblo. No volví al bosque. Las tardes era caminar con el, la noche acostarnos en el pasto o sentarnos en el techo. Cuando hacía calor nos bañábamos en el río. Yo misma me hacía mi ropa, el me prestaba la suya mientras tanto. Era como un paraíso vivir con el. Pero ya empezaba a verlo como algo más que un amigo.

Por la noche el volvió a casa con un animal en las manos. Intenté ignorar al cadáver y al parecer se dio cuenta que quería hablar con el. Fue a dejar el cadáver a la casa y se sentó conmigo en el pasto.

- ¿Que pasa, linda? ¿Por que me miras así? ¿Te acordaste del susto que te dí cuando eramos pequeños? ¿ cuando me disfracé de Pedobear y te perseguí por el bosque?

- Sigo enfadada por eso pero quería decirte que... me gustas, ¿si? Y si no te gusto da igual... sigamos siendo amigos  -aunque no sé si lograría verme como siempre si me dice que no... sería triste-.

- Linda... -el se sonrojó, agachando la cabeza. Nunca lo había visto así- tu... tu me.. gustas. También.

- Awww... ya no eres tan tímido, ¿eh?

El me acarició el pelo, mirándome con más cariño que de costumbre.

- Así que por ser mi novia... ¿puedo besarte de inmediato?

- Sería un placer...

Rodee con mis brazos su cuello y el mi cintura. Empezamos a besarnos, acariciándonos el uno al otro. Nuestras lenguas bailaban, nuestros labios permanecían juntos. Dejamos de besarnos en unos segundos y me paré, tomándolo de la mano y entrando a la casa con él.

- ...espera, ¿me viste desnuda ese día?

- Tu ropa estaba toda sucia...

- ...te golpearía ahora mismo pero me aguantaré.