[CERRADO]* Amor Zodiacal (Oneshots) *

[Especial] * ♂ Virgo x Aries ♀ *

Desde siempre corrió el rumor en ese pequeño pueblo. Que lejos de toda esa vegetación, que le daba toda la belleza que podría dejar a cualquiera con la boca abierta [le haría feliz a uno de Green Peace] , corría el rumor de que había una mansión abandonada más allá de los bosques. Por supuesto que le llegó la curiosidad y ella se subió a su caballo e inició su aventura. Fue sola, sin decirle a nadie y llena de curiosidad. A medida que entraba a los más lejanos bosques, el sol se alejaba. Su caballo sentía miedo e intentaba escapar.

- ¿Por que ahora? ¡Tranquilo!

Avanzaron otros minutos cuando se encontraron con una reja azul marino de 8 metros. Ella fue mirando la reja hacia arriba, impresionada por la altura y abrió la reja, entrando y amarrando a su caballo.

- No te vayas... volveré cuando me encuentre un tesoro.

Ella sonrió y caminó por los jardines hasta llegar a las puertas de la mansión entre morado obispo y azul marino que parecía un castillo. La puerta rechinaba mientras se abría. Todo eran telarañas, polvo y bichos. Algunos olores le dieron arcadas pero quería seguir.

Se deleitó con una serie de retratos de pincel notablemente hechos en siglos anteriores. Todos los cuadros estaban rasgados, rotos, quemados o manchados con sangre. Todos menos uno de un chico pálido, de cejas no muy gruesas, de ojos de un puro rojo y ropa oscura. Ella se le quedó mirando unos segundos.

- Es guapo...

- ¿Que haces aquí? No te invité.

Ella se dio la vuelta y se encontró con un alto chico de ropa antigua negra, con una capa. Era el del cuadro. Ella se asustó a verlo de la nada. El estaba en la oscuridad. Unos rayos de luz salieron desde una ventana y se posaron en la ropa de este. Se balancearon y el dio unos pasos, estos  rayos terminaron en su rostro. Subió la cabeza y aparecieron dos ojos del rojo más puro y hasta brillante.

- Hace 100 años que nadie más que yo pone un pie en este lugar... -el dijo-.

- Pero no pareces anciano...

- ...vete. Esta es mi casa y quiero estar solo.

- ¡Oye, has estado muy solo! déjame acompañarte...

- ¡QUE TE VAYAS!

El grito sonó como un eco por todo el salón. Se miraron unos segundos y el le dio la espalda.

- Solo déjame solo -el dijo, casi susurrando-.

- No lo haré.

Quedó un silencio en todo el lugar y el subió por las escaleras, dejándola sola. Ella se acostó en el piso, tratando de ignorar todos los bichos que pasaban con total confianza a su lado. Así pasaron días. El la evitaba, ella se acercaba pero nunca logró entrar a su mundo.

- Hey, este lugar está muy sucio.

El dejó de caminar y la miró. Ella estaba limpiando las ventanas con vigor.

- Lo sé... yo no limpio. Solo ordeno... -el dijo-.

- Bueno, si es ordenado pero está asqueroso el lugar. ¿En serio no limpias nada?

- El baño.

- ...entonces iré, estoy que me hago.

El quedó solo y se encontró con el bolso de la chica. Lo tomó y lo abrió, encontrándose con una rosa. La sostuvo con su mano y esta se marchito en su mano. La tiró al suelo con tristeza y fue a ver el paisaje desde la ventana. Pasó poco tiempo y ella volvió, acercándose.

- ¿Desde hace cuanto que no miras por la ventana?

- 100 años...

- ¿Y por qué no limpiaste nunca? ¿Es porque eres hombre y esas son cosas "de mujeres"?

- ...

- Okey, eso es machista.

El dio un suspiro y dejó la ventana, caminando hacia la chimenea ya sin telarañas. Prendió fuego y se iluminó todo.

- Eres muy tímido... -ella se apoyó de la pared con una mano, se miró la mano y estaba demasiado sucia. La parte de la pared que tocó estaba más clara- ¿pero que...? -ella pasó parte de su vestido por ese mismo lugar y se encontró con un color amarillo- ¿¡COMO ESTÁ TAN SUCIO...?!

- Ohh... extrañaba su color anterior... -dijo, sonriendo-.

- ...hora de la limpieza -se agachó a tomar su bolso y se encontró con la flor marchita- ¿No estaba en perfecto estado hace poco?

- ...si.

- ...¿Acaso sabes como pasó?

- Fui yo -ocultó sus ojos con su capa, levemente ruborizado- todo lo que toco termina en descomposición... solo si es un ser vivo. Por eso mi familia me vio como si fuera un hereje. Me sacaron de esta mansión y fui a la cárcel tan solo a los 4 años... me escapé del verdugo y volví a la mansión. Los maté a todos... nadie quiere estar conmigo y me oculté para que no vuelva a pasar lo que pasó... Seguro que saldrás corriendo ahora.

- ...no. No me iré, estaré contigo -acercó su mano a la mano de el y el la alejó- ...eso no me detiene.

Ambos se sonrieron y ella se colocó guantes largos.

- ¿Limpiemos juntos?

- Está bien. 

El tomó la mano de la chica y ella se ruborizó, moviéndose el cabello. Posó su cabeza en el hombro de este, caminando. El se sentía lleno, por primera vez se sintió aceptado. Con una extraña, pero ella era una hermosa mujer que lo acompañaría el tiempo que pueda.