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Abro la puerta de golpe, con el corazón a cien. No entiendo muy bien lo que veo. Rinna está en el suelo, esposada al cabecero de la cama. Tiene la mirada perdida, pero se da cuenta de que he entrado.

-Vete, por favor.

Doy un paso hacia ella y cierro la puerta detrás de mí.

-¡He dicho que te vayas, María!

Su voz suena rota.

-Tranquila, no tengas miedo, no voy a hacerte nada- digo sentándome en el suelo, quedándome frente a ella.

-No eres tú el problema, soy yo.

Ella observa un punto fijo por encima de mi hombro. Miro la pared que tengo detrás. En ella se están proyectando imágenes y vídeos de lo sucedido esta mañana.

-Soy un monstruo.

Suspiro, intentando encontrar las palabras adecuadas.

-No te voy a mentir, una parte de ti lo es. Pero es una parte admirable, imagina todo lo bueno que puedes hacer.

Me mira. Tienes los ojos cristalizados, como si estuviera a punto de llorar.

-Admiro tu nueva capacidad, Rinna.

Estiro mis brazos e intento liberarla de las esposas. No puedo, el código es muy difícil de descifrar. Es normal, lo ha hecho ella. Me siento a su lado y le rozo el brazo con cariño, lo que para mí es algo bastante difícil, pero no quiero hacer nada que provoque que se enfade.

-¿Sabes que vamos a ser los Nuevos Vengadores? Somos un equipo.

-¿Tú? ¿Formando un equipo?

Me encojo de hombros.

-Están todos de acuerdo. Te hemos puesto de nombre Hulk Girl. ¿Te gusta?

-¿Ahora soy vuestra mascota?- dice con la voz temblorosa.

-No. ¿Qué dices? Todos nos hemos puesto un nombre. Yo me llamo Ironwoman, Al se llama Black Poison...

-¿Black Poison?- me interrumpe-.

-Sí. Lo ha hecho por ella, después de...

No continúo. Una lágrima recorre la mejilla de Rinna, la cual está mirando a sus rodillas, que están pegadas a su pecho.

-Fue mi culpa. Yo maté a esa pequeña ranita.

-Pero no murió nadie más.

-Esa rana era lo único que nos quedaba de nuestro padre. Al quería cuidarla, decía que eso lo mantenía con nosotros. Mi hermano sigue pensando que él nos quiere.

-Quizá sea así.

-¡No es así, María! ¡Mi padre es un cobarde, un cobarde!

Rinna tira de sus esposas y las rompe. Aprieto los dientes, preparada para salir corriendo, avisar a alguien o morir. En cambio, mi amiga se lleva las manos a la cara y comienza a llorar con más fuerza. Sus sollozos me están matando, tengo que hacer algo. La abrazo, mientras apoyo mi barbilla en su hombro.

-E... Echo de... de menos a mi... mi madre.

No es la primera vez que hablamos de esto, pero es la primera vez que la veo tan afectada. Se me hace un nudo en la garganta y me comienzan a arder los ojos. Esto me recuerda a que yo echo de menos a los míos. ¿Qué estoy haciendo? Parpadeo para disipar las lágrimas.

-Creía que con el tiempo lo superaría... Pero después de seis años sigo necesitándola.

Todo el mundo necesita a sus padres, incluidas nosotras. Con dieciséis años nos creemos mayores, capaces de luchar juntos bajo el nombre de Los Nuevos Vengadores, pero necesitamos lo básico, necesitamos a alguien que nos quiera y que nos cuide.

The New Avengers/ TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora