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-¿Cuándo fue la última vez que tuvísteis una noche de chicas?- pregunta Maddie mientras le hace una trenza a Magda.

Ruby está subida al cabecero de mi cama y Rinna está sentada en el suelo.

-Nunca- dice Magda-. Nunca había tenido amigas.

-¿No? No se nota en absoluto- comento burlona.

-Yo suelo ir con chicos, pero la última vez fue en un cumpleaños de una prima, en el que nos quedamos a dormir- añade Ruby.

-¿Qué se hace en estas noches?

-Hablar mucho y de muchas cosas, Magda- dice Maddie emocionada.

-Sobre todo de chicos- río.

-Ya estamos suficientemente rodeadas de chicos- Rinna parece incómoda.

-Yo podría deciros exactamente qué opina cada uno sobre vosotras...

Ruby se tira a la cama y se acerca a Magda, Maddie deja la trenza y la mira atenta. Rinna se levanta del suelo y se sienta en el borde. Yo, en cambio, me quedo en la silla de mi escritorio. Maddie estira el brazo y agarra la silla, acercándola a ellas. Se ríe al ver lo que puede hacer, parece un chicle. Ahora que lo pienso, debería de haberlo sabido en cuanto vi sus ojos cambiar de color.

-¿Entonces queréis saberlo?

Maddie asiente, nerviosa. Comienza a flotar sobre la cama, inconscientemente, hasta sobrevolar nuestras cabezas. Ruby le agarra del pie y tira para abajo, como si fuera un globo de una feria. Magda ríe y cierra los ojos.

-¿Estáis seguras...?

-Sí- grita Rinna.

El miedo de que mi habitación quede destrozada por Hulk Girl hace que la rusa comience a hablar.

-Ruby... a ti te gusta Al, ¿verdad?

-Más que eso, seguro que está enamorada- dice Rinna enfadada.

Ruby se pone colorada y aprieta los labios.

-¿Por qué lo preguntas?

-Eso es muy bonito, porque a la vez es tu mejor amigo.

-¿Eso qué significa, brujita?- pregunto, cansada.

-No lo demuestra, pero es mutuo.

Ruby suelta un pequeño suspiro y Maximoff una carcajada. Barton se levanta de la cama y se va hacia la ventana, intentando disimular su alegría. No lo entiendo. Somos demasiado asociales, no demostramos lo que sentimos y huimos de toda emoción humana. Quizá por eso encajamos a la perfección con el perfil del súper héroe. Salvo Maddie, ella es un huracán de sentimientos, principalmente alegres.

-Ya comenté esta mañana lo de Maddie y Pietro. Antes de venir yo ya os conocía- dice dándose unos toquecitos en la cabeza- y le hablaba de todos vosotros. Tú, Hogan, le encantaste desde el primer momento.

Maddie se tumba boca abajo en mi cama y aprieta fuertemente su cara contra la colcha. Ahoga un grito de felicidad. Me río.

-Yo opino que Erick y Rinna acabarán siendo MUY amigos- digo.

Magda sonríe levemente y me lanza una mirada cómplice. Ella también lo piensa. Por un momento me lo planteo, ¿estará leyendo mi mente? "No lo hagas, por favor" pienso.

-¿Erick?- pregunta Banner mientras vuelve a sentarse en el suelo. No le gusta la idea.

-Es por descarte, tranquila- responde Maddie.

-Aquí la más callada es la que tiene más que hablar- dice la rubia con la frente apoyada en el cristal-. María, ¿qué tal con Liam?

El estómago se me retuerce y me pongo nerviosa. Miro a Magda, pero ella mira para abajo, ocultando su risa.

-Yo odio a ese chico.

-No puedes mentirnos, estás roja- insiste, esta vez dada la vuelta.

-Eso no es verdad- digo poniéndome las manos en las mejillas. Ahora odiaré todavía más a Rogers-. Yo podría decir lo mismo de Magda y Gus.

-Apenas nos conocemos, Stark- pronuncia mi apellido de una forma muy marcada, si no fuera por su sonrisa, diría que lo dice con rabia.

-No me había dado cuenta, pero ahora que lo decís...- comienza a decir Rinna.

-Bueno, ya está bien. Todo el mundo fuera de mi habitación. Hablad de chicos insoportables en otra habitación, por favor.

Todas salen, riendo. No me hace gracia. Ninguna, de hecho.

-De verdad, yo odio a Rogers- grito en el pasillo.

De repente me doy cuenta. Su habitación está justo en frente de la mía. Rezo para que esté dormido, o que no se haya enterado. Doy media vuelta, para entrar a mi habitación, pero oigo una puerta abrirse. Me giro rápidamente y lo veo, apoyado en el marco con la vista en el suelo.

-¿Por qué?- dice con la voz temblorosa. Se me parte el corazón.

-No...- comienzo a decir.

Miro a ambos lados y cruzo el pasillo para estar más cerca de él.

-Es que... Me estaban poniendo muy nerviosa y... Yo no quería... No te odio...

Levanta la mirada y sus ojos se encuentran con los míos. Los tiene cristalizados, como a punto de llorar. Intento buscar las palabras indicadas, pero ahora mismo sólo puedo pensar en sus ojos azules. ¿Qué? No, no. Miro para otro lado y me rasco el brazo.

-Perdóname, don perfecto- digo dándole un pequeño golpe en el hombro.

-No debería importarme, ¿no? Al fin y al cabo, tenemos que soportarlo todo, somos súper héroes...

Me encojo de hombros.

-Seremos los mejores súper héroes. Tenemos a Robin Hood, Manny Manitas, mister Hide, Sonic, Kika súper bruja...

-Y a ti, mujer de hojalata.

-También al soldadito de plomo- digo riendo.

Oímos un ruido, viene del fondo del pasillo. Liam me mira con los ojos muy abiertos. Unos pasos se acercan. Me agarra del brazo y tira de mí para meterme dentro de su habitación. Se pone el dedo índice en los labios y apaga la luz. Se sienta en el suelo y deja la puerta entre abierta, para ver quién pasa. La luz de la luna entra por la ventana e ilumina la mitad de su rostro. Yo también me siento, a su lado para conseguir ver algo también. Maddie corre por el pasillo hacia las escaleras. Liam me mira y frunce en ceño. Niego con la cabeza, no sé qué hace.

-Ya se ha ido- dice una vez hemos dejado de oír sus pasos.

-¿Crees que volverá?

-Es Maddie, claro que sí.

-¿Adónde irá?

-Podemos esperar a que vuelva, y la pillamos desprevenida.

Sonrío. Me siento como cuando jugaba con mis padres al escondite. Esa sensación de ser querida se vincula a esos momentos y no puedo evitar sentirlo ahora mismo.

-Vale- respondo.

Asiente, apoya su cabeza en el marco de la puerta y cierra los ojos. No digo nada, tampoco quiero hablar. Estoy cansada, ha sido un día largo y mañana también será duro. Suspiro. Al rato la respiración de Liam se vuelve más regular y tranquila.

-¿Rogers?- no responde, está dormido.

Me río y dejo caer mi cabeza en su hombro. Espero que no le moleste mucho que esté acurrucada en su brazo. Tengo sueño, pero si salgo por la puerta lo despertaría, además de que tengo que ver qué hace Maddie. Mis párpados comienzan a pesar y el sueño se apodera de mí en cuestión de segundos. 

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DEJARÉ QUE EL CAPÍTULO HABLE POR SÍ SÓLO ❤.

DISFRUTAD LEYENDO Y YO DISFRUTARÉ ESCRIBIENDO. 😊

The New Avengers/ TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora