Carta 1.

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9 de julio de 2016.

Buenas noches, Dilan.

Decirte que te quiero ver no es nada comparado con que lo que verdaderamente siento.

Quizá nunca leas estas cartas que estoy a punto de empezar a escribirte, pero las redactaré igualmente. Quizá así pueda desahogarme y soltar de una vez por todas lo que siento por ti.

Sigo totalmente prendada de ti, Dilan. No hay ni un día en el que no piense en ti y una sonrisa enorme se pose en mi rostro, y no sabes lo que duele no poder decírtelo.

Porque tengo novio, sí, y le quiero muchísimo. Sé que él me quiere y que me cuidará y me defenderá siempre. Deberías conocerlo, os caerías bien.

Cuando me dice que soy perfecta tal y como soy y que la gente se equivoca al meterse conmigo porque no saben lo muy por encima que estoy de ellos, siempre pienso en ti.

En tu forma de decirme que era perfecta físicamente, aunque no te importase demasiado el físico.

En cómo me decías que era genial y que no querías que me sintiese mal cuando me insultaran porque yo era perfecta, aunque ellos no pudiesen verlo.

Y en parte me hace sentir mal.

Porque sé que él haría lo que fuese por mí, y yo haría lo que fuese por ti.

Y es injusto para él.

No es justo que él me quiera por encima de todo, y que por encima de todo yo te quiera a ti.

Quizá con el tiempo empiece a olvidarte, y comience a sentir todo esto por mi novio, y no por ti.

Es un gran niño, te lo prometo.

A veces es muy empalagoso y me dan ganas de pegarle, pero es tan yo.

Bueno... es exactamente como yo aparento ser, aunque en realidad soy más de otro tipo.

Aunque eso él no lo sabe, ni tú, ni nadie.

Ni siquiera sé por qué le dije que sí.

Pero mientras me besaba no paraba de machacarme con que también te quería a ti, y que no iba a ser tan fácil deshacerme de mis sentimientos.

Creo que aún puedo aguantar un tiempo más disimulando que ya no te amo, aunque cada vez que me lo dices me dan ganas de decirte que yo a ti muchísimo más.

Sé que terminaré explotando, o dejando de amarte, pero espero que sea la primera.

Porque no me imagino una vida sin ti, Dilan.

No me imagino a mis hijos llamando a su padre por otro nombre.

Cartas a Dilan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora