Cartas a Dilan.

Carta 2.

10 julio de 2016.

Buenas tardes, rey.

No sé si lo recuerdas, pero hoy es el cumpleaños de Miriam. Y bueno, hablando de Miriam...

Me aterra cómo pueda reaccionar si algún día tú y yo llegamos a estar juntos.

Quizá ella para ti ya no signifique nada, pero para mí sigue siendo mi hermana. Y sé lo que tuvo que pasar después de vuestra ruptura y lo mucho que te odia porque aún cree que fue culpa tuya (aunque no lo fue).

Sé que si algún día llega el momento en que tenga que contarle que somos pareja, ella se alegrará por mí.

En el fondo se alegrará, yo lo sé.

A lo mejor incluso se da cuenta de que eres un grandísimo chico cuando tenga que darte la enhorabuena en nuestra boda, aunque creo que estoy siendo excesivamente optimista.

Lo más probable es que tanto ella como Leila me cojan mucho asco, y hagan lo imposible para que cambie de opinión, pero te prometo que si algún día llegamos a estar juntos, nunca jamás cambiaré de opinión sobre lo que siento por ti.

Ojalá algún día estemos juntos, Dilan.

Porque me dará igual el asco que me coja Miriam, o lo que diga la gente.

Ojalá algún día tomes mi mano, te arrodilles y me pidas matrimonio (aunque no seas cristiano ni a mí me haga mucha ilusión casarme).

Ojalá algún día discutamos por si lo que nuestro primer bebé ha balbuceado era mamá o papá.

Ojalá algún día vayamos a comprar juntos los regalos de navidad para nuestros hijos, y podamos ver con la ilusión que los abren.

Ojalá algún día pueda saborear esos labios que me muero por probar.

Ojalá algún día pueda ver esa sonrisa tan hermosa en persona.

Ojalá algún día puedas leer estas cartas.

Ojalá algún día pueda decirte que te amo de nuevo.