Cartas a Dilan.

Carta 11.

1 de agosto de 2016.

Estoy muy mareada, pero no ebria del todo, la verdad.

Hemos hablado, ¿qué? ¿Cinco minutos?

Los cinco minutos más felices de este día, te lo prometo.

Y sé que no suelo prometer si no estoy segura de ello.

Pero es que estoy segura, Dilan.

Estoy segura de que me acabas de alegrar el día.

También estoy segura de que mañana me acordaré de todo lo que te acabo de decir, y me arrepentiré de ello.

Pero tenía que decirlo.

Entiéndeme.

Llevo mucho tiempo guardando lo que siento por ti, y no creo que aguante mucho más.

Sé que voy a hacerme daño.

Y lo peor, sé que voy a hacerte daño

No me considero nada fácil.

Cambio de sentimientos rápidamente, y casi sin darme cuenta podría dejar de amarte.

Y eso me da mucho miedo, Dilan.

Me da miedo que un día me despierte y me haya enamorado de otro.

Porque no quiero que jamás te alejes de mí.

No quiero que otra persona me diga que me ama.

No quiero que otra persona me bese.

No quiero que otra persona me diga que soy perfecta.

No quiero estar con otra persona que no seas tú.

Porque te necesito, Dilan.

Te necesito aquí conmigo.

Y con nadie más.