Carta 13.

27 5 1
                                    

5 de agosto de 2016.

Te amo, Dilan.

Y sé que quizá nunca dejaré de hacerlo.

Pero creo que podré vivir con ello.

En cambio, no sé si podré vivir aguantándome las ganas de decirle a todo el mundo que eres el mejor de todos, y que estoy enamorada de ti.

Pero es algo que debo superar.

Cuando estoy con mi ex, siento que tenemos esa conexión especial aún.

Cuando me da la mano y deposita un beso sobre ella, simbolizando que siempre va a estar ahí, siento que el mundo se me viene encima.

Porque yo le dejé para no hacerle daño.

Y siento que no debería haberlo hecho.

Porque ya no hay vuelta atrás.

Y tampoco hay vuelta atrás contigo, Dilan.

Ya no me atrevo a volver a decirte que te amo.

Ya no me atrevo a decirte lo que sigo sintiendo.

Y cada día está más cerca el día en que nos veamos.

Y no sé si me aguantaré las ganas de besarte.

No sé si podré aguantar las ganas de llorar.

Llorar de felicidad, claro.

Aunque toda felicidad guarde algo de tristeza.

La felicidad de estar juntos por fin, con la tristeza de no poder admitir lo que siento.

Espero que nunca se me pasen las ganas de estar a tu lado.

Porque como tú mismo dices, llegará un día en el que estemos juntos.

En el que nos demos la mano frente a todos.

En el que nos besemos como jamás hemos besado a nadie.

En el que podamos descubrirles a todos nuestro amor.

Y aunque ahora mismo no me atreva a decírtelo.

Te amo por encima de todo.

Y eso no va a cambiar.

Pero necesito despejarme.

Necesito conocer gente.

Necesito desengancharme de ti.

Y ojalá venga alguien que me haga sentir tan especial como tú me haces sentir, Dilan.

Ojalá venga alguien que haga que te olvide un poco.

Ojalá venga alguien que se quede cuando todos se vayan.

Ojalá venga alguien que cambie mis lágrimas por sonrisas.

Ojalá venga alguien que no me permita irme triste a dormir.

Ojalá venga alguien como tú.

Pero prometo renunciar a esa persona cuando llegue nuestro momento.

Prometo renunciar a lo que sea por ti.

Porque lo quiero todo contigo.

Y nada sin ti.

Cartas a Dilan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora