Carta 15.

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13 de agosto de 2016.

Cada vez que miro el móvil espero un mensaje tuyo.

Una llamada.

Algo.

Ojalá me escribieses.

Ojalá me leyeses.

Ojalá tuviese la valentía suficiente para hablarte otra vez.

No creas que es porque soy orgullosa, y no quiero hablarte.

Ni de lejos.

Ojalá fuese eso.

Porque por ti me he tragado mi orgullo muchas veces.

A pesar de que a mí me suele dar igual que la gente me deje de hablar.

Pero esta vez es diferente.

Y ya hemos tenido nuestras discusiones antes.

Y nuestras despedidas.

Pero no como esta.

Esta se siente distinta.

Porque no hubo a penas discusión.

No hubo despedida.

Y me siento tan mal.

Si pudiese volvería atrás y jamás en mi vida habría aceptado aquella bebida.

Jamás te habría soltado aquella mentira.

Jamás habría dicho lo que dije.

Es algo inexplicable.

Me duele la cabeza.

Se me cierran los párpados.

Hay un dolor constante en mi pecho.

Siento que me falta algo.

Siento que me faltas tú.

Y sin ti me sobra todo.

Y me falta la vida.

Cartas a Dilan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora