Effie
Me mantuve callada luego de oírla, apenas si pude decir alguna palabra sin titubear primero. Mi respiración de pronto se estaba volviendo agitada. ¿Qué es lo que buscaba esa mujer? Porque por mas que insista, no podría creer en sus palabras luego de haber abandonado a su propia hija en un tren.
—¿Trinket, sigues ahí?—preguntó antes de suspirar—. No quería agobiarte con estas cosas pero supuse que lo mejor era decírtelo.
—Estoy bien, ¿qué es lo que quiere?
—Cometió el gran error de ir con Haymitch primero, él la echo a gritos. Antes de irse solo comento que necesitaba ver a la pequeña.
—Me sorprende que ahora si se interese por su bienestar—reí sarcástica—, no tiene derecho después de lo que hizo.
—Quizá este arrepentida, y Clary acepta hablar con ella...
—Lose querida, no es necesario que lo repitas—interrumpí—. Simplemente no quiero perder a mi niña,no podría con tanto dolor.
—En el fondo sabíamos que este día iba a llegar en algún momento, ellas van a tener que hablar—suspiró nuevamente—. Escucha, debo cortar, si no visito a Haymitch tal vez muera esta noche a base de vomito. Vuelve a llamar si necesitas algo, te echamos de menos.
—Intentaré tenerlo en cuenta.
Luego de cortar me dirigí al cuarto donde Clary descansaba tranquilamente, me recosté a su lado acariciando su cabello mientras velaba su sueño. Podía notar como una sonrisa se le formaba en el rostro cada vez que susurraba aquel nombre, luego de sujetar inconsciente el brazalete que mantenía en su muñeca.
Me sobresalte al sentir como comenzaba a patear otra vez dentro de mi. La mayoría de las noches solía mantenerme despierta, era difícil lograr dormir con un bebé tan activo. Aun no había pensado en nombres, faltaba tan poco para que naciera, y siendo la primera vez sentía mucho miedo. Me aterraba la idea de que algo saliera mal en medio del parto. Necesitaba apoyo pero en vez de eso no podía evitar sentirme sola.
No era consciente de las lágrimas que resbalaban por mis mejillas, ni en que momento había comenzado a llorar. Estúpidas hormonas, pensé. Luego podría reclamarme a mi misma por dejarme pegar los malos modales de cierto hombre al que todavía amo. Solo era cuestión de tiempo antes de mis ojos se cerraran por completo, permitiendo que el sueño me gane, y así...como si de un recuerdo se tratase, me deje envolver por una pesadilla.
—¿Mitch?—susurré. Era mi hogar, un lugar tan familiar pero con un ambiente que me provocaba escalofríos—, por favor cariño, alguien quiere conocerte.
—Llévate a ese maldito bastardo con su verdadero padre.
—¡Tu eres su padre!
—Jamás dejas de mentir, ¿verdad?—sentí toda su fuerza cuando me tomo del cuello y me sujeto contra la pared, mi hijo solo se retorcía en mis brazos mientras su llanto era lo mas desesperante de la habitación—. No tienes idea de como maldigo el día en el que te cruzaste en mi camino...ojala estuvieras muerta.
—Suéltame...me estas...—por cada palabra hacía mas presión, me impedía hablar.
—Eso es lo que una sabandija como tu se merece, la muerte. Hice bien en dejarte atrás cuando me largue al distrito 13, mi error fue rescatarte.
Sus palabras eran duras, me rompían por dentro y era mayor a cualquier tortura. De pronto, todo a mi alrededor se torno negro, en mis brazos no tenía nada, solo era yo. Camine por un pasillo oscuro hasta la luz, se trataba de un hospital. Era un caos ver a la gente corriendo y enfermeras en el piso, sin mas apresure el paso buscando ayuda, parecía que nadie aquí podía verme excepto un hombre, el cual estaba de espaldas sosteniendo un bulto.
Al darse media vuelta pude ver a ese bulto retorcerse en sus manos mientras lloraba, el miedo y la angustia cayeron sobre mi como un balde de agua fría.
—Recuerdo haber mencionado sobre mi regreso—su sonrisa era enferma al mirarme—, estoy mas cerca de lo que crees, nadie que se vincule a ti esta a salvo, solo espero que la suerte este siempre de su lado señorita Trinket.
Un cuchillo, un bebé muerto, y la risa de Ryan resonando en mis oídos. Intente gritar al reaccionar, esto era solo una pesadilla, debía despertar. ¡Tenía que hacerlo!
—¡Effie!
La imagen frente a mis ojos se empezó a dispersar nublando mi vista. Veía negro nuevamente, seguía asustada, odiaba la oscuridad.
—¡Abre los ojos, estoy aquí mamá!
Su risa...aun podía oírse, las palabras Haymitch, su odio hacia a mi era lo que mas me asustaba.
—¡Sal de mi cabeza!—exigí—. ¡Esta muerto, mi bebé esta muerto!
—Estas bien, lo prometo, es solo una pesadilla.
Sin dejar de gritar logre abrir los ojos, sin distinguir bien la realidad en la que estaba pero si logrando ver como Clary me sujetaba de los hombros.
—¿Pequeña?—susurré, antes de volver a entrar en pánico—. Él lo mato, ¡Ryan lo mato! , y Haymitch no hacía mas que desearme la muerte.
—Nada fue real, solo fue un mal sueño, nadie te lastimó y el bebé esta a salvo dentro de ti.
Fugazmente mis manos se posaron en mi vientre, reaccionando al fin.
—Nadie puede hacerle daño—me rodeó con ambos brazos, abrazándose a mi cuello—, por favor intenta calmarte por él al menos.
—Perdóname—le acaricie el rostro, limpiando sus lágrimas—...seguro te asusté mucho.
—Esta es la primera vez que gritas de esta forma, y no soy buena para esto. Haymitch es mas útil para ayudarte.
—Tu ayuda es más que suficiente...solo no dejes de abrazarme.
Asintió en respuesta sin moverse de la posición en la que estaba, aferrándose con mas fuerza.
—Entonces te ayudaré a que las alejes, ya no tendrás mas pesadillas lo prometo.
—De verdad aprecio tu gesto cariño—suspiré—, pero las pesadillas son algo que jamás se van.
——————————————————
Una vez le dije a una amiga que publicaría un cap eso de 11:59 y lo he logrado. 😂
En fin espero les haya gustado. uwu
-Beso tierno.

ESTÁS LEYENDO
Yes, we are a team
FanficSegunda parte de "Are We A Team?". ¿Debería ir a buscarla? ¿Debería confiar en ella? ¿Ryan mintió o dijo la verdad? Cada vez eran más las preguntas que rondaban por la cabeza de Haymitch, Quien solo espera no haberse equivocado en la decisión que...