Epílogo.

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Effie

¿Había algo peor? Tal vez, pero dejando fuera el gran trabajo que sería para nosotros, lo que estaba ocurriendo era algo hermoso. La mano de Haymitch me sostenía con fuerza mientras me ingresaban a la sala de parto.

En cada contracción, varios recuerdos vinieron a mi mente, cada cosa que paso la fui recordando al ver entrar a los médicos. Era el cumpleaños de Mitch cuando recibí la noticia, al tener los mismos síntomas que tuve con Ronnie no dude en hacerme la prueba. Estábamos en el distrito cuatro, celebrando todos juntos cuando decidí decírselo. Al principio se quedo mudo, estaba angustiada por su reacción, sin embargo fue mejor de lo que esperaba. Las primeras semanas fueron terribles, los vómitos eran mas intensos comparados a la primera vez, sin quitar el cansancio que sentía. El primer ultrasonido nos regreso a casa con una sonrisa de oreja a oreja. Escuche como Katniss, Peeta y Clary discutían si era niña o niño, pero estaba segura de que tendríamos otro pequeño en la familia. Mi querido esposo estaba mas consentidor de lo normal, se ocupaba de nuestros hijos y de cumplirme los antojos al mismo tiempo. El resto de los ultrasonidos fueron normales, el hospital del distrito aun no terminaba de construirse, por lo que teníamos que viajar seguido al Capitolio para cada chequeo. Entre todo eso, recibí otra hermosa noticia, serían dos. Debo admitir que la emoción inundo mi corazón y por parte de Haymitch, bueno él..se desmayo.

—Sra. Abernathy, esta a 3 centímetros de llegar a los 10. Un poco más para estar seguros.

Sin poder creerlo teníamos horas esperando, Haymitch seguía a mi lado y eso me tenía tranquila, conforme se iban dando las contracciones. Ver sus ojos me recordó al día que aparecí en su casa pidiendo quedarme con el hasta que mi departamento se terminara de construir. Me miro como si estuviera loca pero me dejo quedarme. Tan solo a tres semanas ya estábamos peleando, me llamo perra del Capitolio y por ello me encerré en su cuarto como lo hacia las noches de mis pesadillas, recuerdo que rompió la puerta porque no lo dejaba entrar, y de como me pidió mostrar mi verdadero yo al igual que dejar de llamarlo Mitch.

—¿Listos?

—Mas que lista para conocer a mis pequeños.

—Creo que la pregunta va mas para el padre—se burlo—vamos hombre respire, ya tuvo al primero y salio con vida.

Haymitch seguía sin decir ni una palabra, intentaba desviar su mirada cuando le apreté la mano con mas fuerza, se llegaba el momento y todo se volvió extraño. La noche que le pedí besarme, las discusiones, el casi marcharme, todo regreso a mi mente de manera fugaz y no pude evitar soltar una lágrima. Solté un grito a la primera pujada que di, regresando a mi realidad, sentí mas lastima por la pobre mano de mi esposo, supongo que lo recuerda, cuando tuvimos a Ronnie fue de la misma manera.

—Te recuerdo que mi mano no es de plástico princesa, siente todo tipo de dolor y creo que estoy perdiendo esa sensibilidad.

—Estoy así por culpa tuya, Abernathy—me queje.

—Claro, ahora todo es mi culpa pero en el proceso no te quejaste mucho que digamos.

—¿Qué sugieres entonces?

—Que respires y regules tu fuerza.

—¡Entonces ven a tener tú a los bebes!

Le hice sentir el doble de dolor como venganza, al dar otro puje, trate de distraerme, la noche en el bosque, Ryan, peleas nuevamente y encontrar a Clary en ese tren, fueron parte de un recuerdo que jamás olvidare, la cara de Haymitch fue espectacular al verla y tener algo de desconfianza. Ahora es como si nada los separara. Lo demás era algo que no quería recordar, pero fue inevitable. Ahí estaba, las amenazas, el secuestro de mi pequeña y de como ese hombre me pidió algo a cambio para entregarla, las dudas del que ahora es mi esposo y de como me dejo marchar. Viví sola junto a la niña el embarazo de Ronnie, me iba limitando con cada cosa. Hasta que apareció Amber para complicar mas las cosas. Mis emociones estaban alborotadas cuando lo reconocí sentado en esa banca, deje que tocara mi vientre porque anhelaba que sintiera el mismo amor que yo sentía por nuestro hijo, y mas que nada, hacerle saber que era suyo.

—Un poco mas, cariño, solo un poco mas—alentó.

Su voz tenía el mismo tono nervioso cuando entro por esa puerta hace dos años, tomando mi mano de prisa y llenando mis ojos de lágrimas al ver que estaba conmigo en ese momento. Las cosas mejoraron después de eso, experimentando ser padres juntos. Las desveladas, el regreso al distrito 12 mas tostar el pan, provocó una sonrisa en mi a pesar del dolor que estaba sintiendo. Fue cuando mis pensamientos quedaron de lado al escuchar por fin el llanto de mi primer bebé.

—¡Es un niño!

—¿Escuchaste eso cariño?—me susurro antes de darme un beso en la frenteotro niño.

—Necesito verlo Haymitch—susurre cansada.

—Lamento tener que decirle que no se va a poder Sra. Abernathy—comento el doctor.

—¿Qué ocurre?—me asuste, de verdad esta aterrada por la respuesta.

—Parece que el segundo decidió salir junto a su hermano, y necesito que haga un último esfuerzo.

¡Dios! El dolor de las contracciones volvieron y ya no eran tolerables, aun cansada trate de pujar nuevamente. Busque la mirada de Haymitch, la tenía fija en mi mientras me sonreía, en ningún momento me soltó su mano, fue algo que agradecí con toda mi alma. Ahora el trabajo se volvió mas fácil luego del primer bebé, por mas que aun siguiera agotada seguí intentando, dependía de mi que mi nuestro pequeño conociera este mundo. No se cuantos minutos fueron los que pasaron cuando otro llanto inundo la sala.

—¡Una niña!—anunció, sonriente—felicidades a los dos por sus mellizos.

—Nos dijeron que ambos serian niños.

—Bueno, nunca se sabe hasta el parto—se río—a mi esposa le dijeron que serían dos y terminaron siendo tres, una gran sorpresa.

Sonreí esperando que la enfermera me pase a los niños, ambos estaban en mis brazos al fin. No pude evitar llorar de alegría por esto.

—Gail—comento Haymitch, acercandose a mis labios—sería un buen nombre para ella.

—Tahiel—agregue, antes de besarlo—son maravillosos, cielo.

—Gracias Effie, me haz dado algo que creí que jamás volvería a recuperar, una familia.

—Ay, vamos, ¿no vas a llorar o si?

—Quería tener mi momento, nunca me dejas terminar mi drama, mujer—fingió sentirse ofendido.

—Tonto—reí, recostando mi cabeza en su hombro—ahora si Abernathy, se viene un trabajo grande, cuatro niños no será nada fácil.

—Intento no pensarlo para seguir sonriendo cariño—agrego entre risas.

Cuando me instalaron, los muchachos junto a mis hijos entraron a mi habitación desesperados por conocer a los bebes. Recordé la muerte de Ryan y Amber, la noche que compartí con Haymitch y todo lo que siguió después. Tal vez no tenía que llegar hasta acá para saberlo, tal vez ya lo sabía justo antes de hacerme esa pregunta, justo antes de tocar su puerta ese primer día, lo mismo que me preguntaba todos los días que pase aquí..

¿Somos un equipo? No hace falta peluca o brazalete que lo demuestren, la respuesta estuvo frente a mis ojos todo este tiempo, y la verdad es que fui muy ciega para no verlo.

Porque si, somos un equipo. y pase lo que pase siempre lo seremos.

... Fin ...

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Dos mas. Ste Mitch si que pone (? 😂 No me quiero poner tan emotiva, aunque lo este xdxd. Dsp pondré la típica nota emocional (? o bueno quien sabe 😅 .

Apapachos a la distancia, los quiero. 💕✌n.n

Yes, we are a teamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora