Pérdida En La Mirada Del León

Capítulo 5

-Regina querida ¿puedes venir?- pregunto Cersei desde lo lejos a la joven Stark, la respuesta de está fue acercarse a la ahora reina madre -Majestad- le dijo con una sonrisa

Jaime se quedo un rato mirando hacia la loba, su hermana pensando que esas miradas iban para ella lo miro de forma seria, haciendo que Regina se diese la vuelta y sonriera al Lord Comandante, era cierto que Jaime le gustaba pero que iba a hacer ella solo era una chiquilla él jamás se iba a fijar en una chica de diecinueve años.

Cuando la joven loba poso la mirada en él y le sonrió, supo que estaba empezando a sentir cosas por la Stark... Pero no puedo pensar en algo con ella, esta Cersei es la madre de mis hijos y por lo que le he oído a mi padre será la futura reina, y no quiero volver a jugar con otro rey y menos si ese rey es mi hijo pequeño.

La mañana después de la coronación Regina decidió salir a practicar un poco con la espada, no lo hacia desde que había llegado a Poniente.
Sentir el mango de la espada le daba seguridad, la que aparenta pero no tiene, mas en el campo de batalla esta muy segura de si misma, comenzo a mover el arma, con cada golpe sentía la fuerza interior del lobo salía hacia fuera, estaba en su mundo. Pero llego un momento en el que se percato que alguien le observaba, de reojo vió a Jaime, así que dió una última estocada, la soltó y se giró hasta que sus miradas conectaran, no sabía el porque pero los ojos verdes del león la atrapaba y le daba cierta seguridad.

Por su parte el Lord comandante sentía que esos ojos color café le hacían olvidarse de todo lo que le rodeaba, solo veía a Regina...
Sin apartar la mirada se fueron acercando el uno al otro -Lord Jaime- saludo la loba, él le sonrió de forma seductora -Lady Stark, me habéis impresionado con la espada- Regina sonrió con algo de suficiencia y le pregunto
-¿Solo con la espada?- a Jaime le sorprendió la valentía de la loba -Digamos que todo lo que he visto de vos me ha sorprendido, mi señora- fue la respuesta del león haciendo que la joven se sonrojara -Lord Jaime...- comenzó a decir la chica
-Llamadme Jaime, por favor- ella pareció sorprendida
-En ese caso llamadme Regina, Jaime-

-Algún día podríamos practicar juntos, con la espada- invito el león a la chica Stark -sería un placer Jaime- respondió y tras una sonrisa por parte de los dos, la loba se alejó

Margeary estaba en uno de los jardines con el rey -Majestad, es increíble lo poderoso que sois ahora y... - las palabras de la joven Tyrell no le interesaban en esos momentos a Tommen, él solo estaba atento en un punto lejano que se acercaba a ellos

-Buenos días majestad, espero que hayáis descansado después de vuestro gran día- saludo la loba al llegar -La verdad es que sí mi señora, espero que vos también estéis descansada-respondio el león, ella sonrió de oreja a oreja -Mi señor estoy maravillosamente, hace un día precioso y ha comenzado una nueva etapa en loa siete reinos- sentenciaba Regina
-Os veis hermosa esta mañana... Bueno siempre estos hermosa- esas palabras del rey lograron que Margeary sintiese una amenaza -La verdad es que si que es hermosa la belleza del Norte es legendaria... El hombre que se case con vos será afortunado- dijo falsamente la joven rosa, Regina de cualquier modo con fuerza le respondió -Si lo será, os lo aseguro- mientras le guiñaba un ojo de forma picante al rey y le mando un beso -La verdad es que seguro que el hombre que acabe con vos mi señora también será afortunada- en esos momentos la chica se dio cuenta de que la melliza Stark era mucho menos manipulable que su hermana. La guerra entre la rosa y la loba había comenzado