La locura comenzaba a apoderarse de la capital desde la muerte de Joffrey...La Reina la necesitaba a su lado, para no hundirse más... Regina Stark, la melliza desaparecida de Sansa Stark, la única loba que aún sabe tratar con los leones esta ahora...
Regina caminaba lentamente por los pasillos del castillo, una doncella se le acercó -Majestad, el rey me ha dicho que cree que necesitáis algo de compañía aquí... Solo quería deciros que si me necesitas estaré ahí alteza- esas palabras lograron enternecer un poco a la norteña... Pero la corte le había enseñado que la confianza no se debe tomar a la ligera -Muchas gracias ¿Lady?- decía la morena -Lady Tyry- la reina sonrió de forma cortes -gracias... Podéis marchaos no necesito vuestros servicios- la joven hizo una pequeña reverencia y se alejó "No debo hablar con nadie... No es seguro... Debo ser calculadora y fría... Es la única manera de sobrevivir..."
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-Nada pasa porque sí- dijo Tywin a su hijo -¿A qué viene ese comentario padre?- cuestionó Jaime -Hijo sabes los comentarios que rondan por el palacio...- Jaime trago lentamente saliva -No se a que os referís padre- mintió mostrando seguridad el Lord comandante -Jaime espero que no acabemos como los Targaryen solo te digo eso... Y cuidado con el Norte hijo- esa última frase dejo al León de piedra justo en el momento que iba a salir por la puerta... ¿Qué sabia exactamente su padre?
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-Regina hoy tenemos que escuchar las peticiones de mis abanderados- se excuso Tommen ante su esposa saliendo de sus estancias para ir a la sala del trono -Ire con vos mi señor- respondió la norteña con una sonrisa -¿De verdad?- pregunto algo sorprendido el joven rey -Por supuesto, ahora estamos casados, debemos mostrar al reino lo fuerte que es nuestra alianza, este reino es nuestro ahora- contesto la reina tomando con fuerza la mano de su esposo, esté respondió con una sonrisa de oreja a oreja y ambos bien agarrados de dirigieron hacia el trono de hierro
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-Margeary Tyrell solicita hablar con sus majestades- anuncio el maestre a ambos monarcas "Por fin algo interesante" pensó la loba para sus adentros y con una sonrisa desafiante miro a la rosa que se acercaba lentamente al trono de hierro -Alteza, me gustaría saber si no le importa que volvamos a Alto Jardín... Debido a los acontecimientos no creo que sea lo mas idóneo permanecer en la capital- espuso está mirando a Tommen con una sonrisa y a Regina con algo de malicia -La verdad Lady Margeary ¿No sé si será lo más idóneo?- decía el rey -Tommen cariño, Si Lady Margeary desea volver a su hogar aquí no hay nadie que la retenga...- dijo Regina colocando su mano sobre la de su esposo con una sonrisa y una mirada muy persuasiva -Por supuesto... Lady Margeary podeis partir cuando lo desees- aprobó el rubio -Gracias mi señor- agradeció esta pero justo antes de salir del salón del trono Regina la llamo -Espero que cuando nazca nuestro primer hijo volváis Lady Tyrell- eso provoco una sonrisa en el rostro Tommen y una falsa sonrisa de Lady Margeary -Por supuesto Lady Stark- tras esa respuesta la norteña sintió unas náuseas nada normales. Algo no iba bien dentro de ella y lo de Tommen había sido ayer era imposible... ¿O tal vez?
No por favor... Ahora no puede ser
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