¿Girl...?- Diabolik Lovers.

∞Capítulo 36∞

«"Quiero Proteger Tu Corazón."»
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Luego de terminar las galletas, mantuve el silencio ya que, a Azusa no parecía molestarle que me tomara mi tiempo y yo realmente deseaba pensar bien las palabras que formularía.

Luego de minutos que parecieron una calmada eternidad. Respire hondo para dejar fluir mi voz.

-¿Cómo lo supiste?- le interrogué sencillamente, esa era mi principal duda.

-Pues...-río levemente a mi lado- Desde que llegaste... tu comportamiento no... Pasa desapercibido.-inició.- Cuando me ayudaste... en si ya me parecías muy extraña... Para ser un chico. Luego, cuando te lastimaste con... aquellas espinas de rosas... y te ayudé, pudé probar tu sangre, noté lo dulce que era. Me ofreciste ser... amigos.-explicó- Realmente eso no me aclararía nada... sino la probaba otra vez, cosa que hice cuando... nos ofreciste a todos un poco, lo noté... noté de forma sencilla que solo una chica podría tener sangre tan dulce... Suave y delicada.-continuó para mirarme- Supuse que... no querrías decirlo por algo y... que si te hacias pasar por un chico, tu hermano... era por una razón.-culminó.- ¿Alguna otra... pregunta?-me preguntó y asentí.

Azusa realmente me sorprende, es único y de alguna forma tiene una gran capacidad para darse cuenta de las cosas que los demás pasan desapercibidos.

-¿No te parece raro? El que me pasase por un chico, aunque tenga mis razones... ¿No te molestó que no lo hubiese dicho a ti, un amigo?- le pregunté, sintiéndome realmente liberada al no tener que fingir frente a él, él siempre había sido amable y tranquilo, su aura era el mejor calmante.

-No. No me parece... raro. Somos vampiros, no hay... nada raro para nosotros.-dice con algo de gracia haciéndome reír.- Y no me molestó. Siempre he... pensado que las cosas se dicen cuando... se es el tiempo correcto y se tiene... la confianza correcta.-me explicó y asentí, en una amistad realmente se cuenta todo pero a su debido tiempo, no a base de "Si no me dices esto, no somos amig@s".- Ahora... ¿Podrías decirme la razón por la... cual lo hiciste?-me interrogó con suavidad.

Asentí, sintiendo mis rojizos cabellos rozar mi cuello... Se me hacía extraño luego de tanto tiempo como chico.

De mi boca surgía la única explicación viable y certera que había a mi situación. Comenzando con la muerte de mi hermano, pasando a través de los años sola y aislada de los demás por decisión propia, hasta llegar al trato con Karlheinz y mi estadía aquí, también lo realmente próxima que esta estaba a terminar.

-Así que, eso es todo. La razón y posiblemente el motivo por el cual los que aún no lo saben se molestarán cuando lo diga y ya no me querrán ver más, cosa les concederé.-culminó mirando a la nada- Realmente... Lo siento.-murmuré.- A veces... Quisiera no haber hecho ese trato, pero si no lo hubiese aceptado tal vez a estás alturas aún seguiría encerrada culpandome.-dije encogiendome de hombros.

"A que la carga se va haciendo más ligera ¿No?" Me preguntó la voz suave de mi hermano.

"Ligera... Si. También dolorosa de cierta forma, pero podré soportarlo y esta vez sé que estaré bien." Le respondo sin lugar a dudas.

Azusa no dijo nada. Paso su mano por mi hombro, atrayendome en un abrazo amistoso a él. Sus acciones decían lo que sus palabras no podían expresar y estaba bien... Ya yo no necesitaba palabras, sino acciones que me dijeran que todo iba a estar bien.

Tome mi forma de chico, esperando no me sorprendan otra vez antes del momento de la verdad y...

Duramos así, apoyados el uno en el otro un largo rato, tanto... Que ambos cabeceamos antes de quedarnos dormidos.
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