Demonio Sangriento

la chica bufanda

Salí del castillo para comenzar mi búsqueda de la humana llamada yukiji, esa humana que confundió el corazón de mi hermano y pronto iba a acabar con ella, pero en mi camino me encontré con una humana que estaba acostada en el suelo lamentándose por algo, vi que en su mano llevaba un contenedor metálico, el cual al parecer no podía abrir, me acerque a ella, y tome el contenedor metálico para abrirlo, obviamente no lo abrí para ella, lo había abierto para mi, dentro de este contenedor habian duraznos, era extraño ¿por que habrían duraznos dentro de algo como eso?, pero su sabor era tan dulce que no podía dejar de comerlo.

- eh?, yo te he visto en algun lado. Me dijo la humana levantando su mirada hacia mi.

- oh, claro tu estabas en las noticias con Tomoe, mucho gusto soy momozono nanami. Me dijo con un tono alegre.

- que?! Por que me hablas como si me conocieras humana?. Le pregunte.

- Eres amigo de Tomoe, verdad?

- umm.. Tu me podrias servir humana, necesito que me lleves hasta la capital, y me ayudes a buscar a una mujer, soy el rey akura.

- eh? Esta bien, igualmente voy en esa dirección. Me respondió de forma muy tranquila, parece que no le importaba ayudar a un demonio, que probablemente la mataría si cometía algún error, en realidad, si la voy a matar si no me ayuda.

Caminamos por unos minutos por el bosque, sin decir palabra alguna, yo tan solo sacaba mas de esos contenedores metálicos o latas como le llama ella, de la gran bolsa que la humana llevaba en su espalda, hasta que llegamos a la capital.

Cuando llegamos allí, todos esos humanos me miraban con temor, "un demonio", "miren sus cuerno", "nos va a matar", típicas frases de humanos cuando me ven, pero de un momento a otro note que ya nadie me miraba, fue como si me hubiera vuelto invisible y nadie recordará lo que había visto, fue extraño pero aun así seguí mi camino.

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Narra nanami.

Vi como todos miraban a akura, así que tome uno de mis talismanes le escribí aire y se lo pegué en la espalda sin que se diera cuenta, esto hizo que nadie notara su presencia en ese lugar.
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