yukiji, tomoe y el fin del rey akura

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Luego de que la chica bufanda se fuera yo segui mi busqueda, hasta el punto que me canse y le pedí a la bola de pelos que la buscara por mi, al parecer la bola de pelos si servía y mucho, en tan solo tres días consiguió la ubicación de la humana yukiji.

- Rey akura, ya se donde esta yukiji, en estos momentos esta viviendo en una gran casa con su esposo, casi a las afueras de la capital. Me contó la bola de pelos.

- Perfecto, hace mucho que no veo a Tomoe, entonces creo que no nos va a impedir que matemos a su amada.

Llegamos a la posada de yukiji, me quede unos minutos mirando que es lo que hacia, Tomoe no estaba cerca, eso quería decir que Tomoe no estaba con ella, puse mi mirada en la mujer de la cual se enamoro Tomoe, tenia que admitirlo, yukiji era hermosa, pero tenia que pagar por lo que le hizo a mi hermano, note que la mujer estaba algo enferma y tenia una bebe en sus brazos, la mujer ya había tenido un hijo, no podía esperar mas, ya tenia que actuar.

Entre a la fuerza, a la gran casa, varios hombres que la protegían me rodearon, vi como uno de los sirvientes se llevaba a yukiji junto con su bebe, no podia permitir que se me escapara, de un solo golpe mate a todos esos hombres, al igual que al esposo de la mujer, corrí tras ella para alcanzarla, la encontré en cuestiones de segundos.

Vi como yukiji le entregaba el bebe al sirviente para que huyera, no podía ir por el bebe y a la vez por la mujer, así que deje que se fuera.

- yukiji, por fin te tengo en mis manos, ahora pagaras por lo que has hecho. Le dije mientras la tomaba del cuello, levantándola para ahorcarla.

- P-ero... Que... Hi-hice. Me dijo ella con la voz entre cortada.

- Cambiar a mi hermano Tomoe. La mujer me miro algo sorprendida y luego enterré mis garras en su cuello ,haciendo que muriera lentamente.

En ese momento entro Tomoe al lugar, primero me miro muy furioso, como preguntándose, que haces aquí, luego dirigió su mirada al piso y vio a su amada muerta, miro mis manos llenas de sangre y dedujo que yo la había matado.

- maldito!! Como pudiste hacerme esto?. Me dijo mientras salían lágrimas de sus ojos y sacaba su espada para enfrentarme.

En ese mismo instante note unas manchas negras que cubrían sus manos, pies y parte de su cara, era una maldición, que un dios caído le abría dado por algún absurdo trato, intercambiamos golpes un par de veces, luego quise dejar así, por que sabia que si yo no lo mataba, la maldición lo iba a matar, allí perdí a mi hermano para siempre.

Horas mas tarde ya estaba devuelta en mi castillo, lamentando la perdida de mi hermano Tomoe, luego se me acerco la bola de pelos para consolarme, pero estaba tan enojado en ese momento que le dije que se alejara, que no lo quería volver a ver, la pequeña criatura salio triste del lugar y se fue, en ese mismo momento, entraron al castillo dos dioses, el dios de la guerra y el dios de izumo, ookuninushi, me tomaron algo distraído y me encerraron en lo alto de una montaña de fuego ubicada el yomi, el inframundo, este fue el fin del rey akura.

Demonio SangrientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora