- ¿Es muy grande el rancho? - Le preguntó cambiando de tema inesperadamente.
- Enorme, y solo es uno de los cinco ranchos que tiene la familia - Respondió con sencillez - Ya verás la locura que es eso en primavera... Si sigues allí para entonces.
- No creo - Dijo con total seguridad - Tendré que volver al trabajo en cuanto me recupere.
- ¿A qué te dedicas?
Ya iba teniendo curiosidad sobre su profesión.
- ¿Eres cocinera, o limpias en algún sitio?
- ¿No crees que pueda estar preparada para nada más?
Intentó morderse la lengua para no responder a tan ofensiva pregunta, pero no pudo.
Harry perdió la mirada en la carretera.
- No te conozco, pero me parece que esas cosas deben de dársete bien.
No se encontraba con fuerzas de contraatacar, pero se prometió a sí misma que algún día le haría tragarse aquellas palabras.
- He limpiado y hecho camas - Dijo ocultando su verdadera profesión
- ¿No tienes ambiciones?- Insistió con un ligero gesto de decepción - La mayoría de las mujeres lo son hoy en día.
- Pareces dolido. ¿Te ha hecho daño alguna mujer ambiciosa?
- Un par de ellas - Confesó con extrema dureza.
No se le había ocurrido algo así. Se habían convertido en adversarios nada más conocerse, pero desde el principio le había parecido un hombre sensual, tenía unos ademanes ágiles y elegantes, además de unas manos fuertes. A _____ le gustaba su pelo y los rasgos marcados de su rostro. En realidad era el tipo de hombre que atraía a las mujeres, pero le fallaba la personalidad.
En realidad, salvo Niall, ninguno de los cinco le había parecido muy sociable o muy abierto. Pero el hombre que tenía a su lado la hacía sentirse incómoda, insegura y nerviosa. No era habitual en ella que la afectara tanto la proximidad de un miembro del sexo masculino. Claro que tampoco era que hubiera tenido mucha relación con hombres en los últimos años. Su padre se había encargado de que así fuera. Y todo porque estaba convencido de que acabaría siendo como su madre.
Cerró los ojos unos segundos con la esperanza de alejar los recuerdos de su mente.
- Si quieres ir a ver a tu padre antes de ir a Jacobsville, puedo decirle a Liam que lo arregle.
- No quiero volver a verlo hasta que esté sobrio - Espetó ella poniéndose en tensión - Los dos necesitamos tiempo después de lo ocurrido.
- ¿Te pegó en algún otro sitio aparte de la cara?
- Un poco en la espalda y en el costado, pero no son más que unas magulladuras - Le explicó con un suspiro - Estoy tan cansada.
- No me extraña. Descansa todo el día y te llamaré mañana cuando sepamos algo más de Niall - Le recomendó en el momento que llegaban a su casa.
Harry se bajó del coche para acompañarla hasta la puerta mientras la observaba y pensaba que era el ser más vulnerable que había visto en su vida, pero al misino tiempo había algo en ella que le hacía pensar que no siempre era así, que debajo de ese dolor había una mujer fuerte e independiente.
- No era la primera vez que te pegaba, ¿Verdad? - Le preguntó de repente.
Ella lo miró sorprendida.
- No, pero las otras veces era más humillante que doloroso - Admitió con tristeza - ¿Cómo lo has sabido?
- Cuando estaba en el colegio, tenía un par de amigos a los que les pegaban sus padres. No sé... Creo que hay una actitud o una postura determinada que adoptan las personas maltratadas. No sé cómo explicarlo, pero sé reconocerlo.
- ¿Quieres saber qué es? - Dijo con una sonrisa que reflejaba un enorme pesar - Es una sensación de inutilidad, de frustración... Porque sabes que, hagas lo que hagas, no podrás hacer frente a un hombre fuera de sí; y que si intentas defenderle, será aún peor. No es nada agradable.
En sus ojos fue apareciendo lentamente un brillo lleno de rabia.
- No voy a darle la oportunidad de que vuelva a hacerme sentir así. Es mi padre y lo quiero, pero yo no soy la víctima de nadie, ni siquiera de él.
Harry hundió las manos en los bolsillos y la miró sonriendo. De pronto su cara había adquirido color y tenía los ojos llenos de vida. Recordó su larga melena cayéndole sobre los hombros e intentó imaginársela vestida de seda rosa. Aquel pensamiento lo sorprendió tanto que se le reflejó en la cara.
- ¿Me he excedido en mi explicación?
- No - Respondió con una breve risa - Es que estaba pensando una locura. ¿Necesitas un adelanto del sueldo? No sé... A lo mejor necesitas algo de dinero para prepararte para el viaje.
- No tengo coche - Dijo al tiempo que recordaba con tristeza por qué no lo tenía.
- No he querido decir que tuvieras que ir allí tú sola. Vendrás con Niall y conmigo. Liam me ha traído el coche desde Jacobsville.
- ¿Puedo ir en el asiento de atrás o ya me has marcado como mercancía destinada al maletero?
Harry apretó los dientes ante el sarcástico comentario, pero sobre todo porque unos extraños sentimientos se estaban abriendo pasó dentro de él.
- Como sigas así, vas a tener que ir en un remolque.
- Vaya, ya veo que vas a ser un jefe estupendo - Dijo ella riéndose.
- Lo seré siempre que no se te quemen las galletas.
- Tendré que refugiarme en tu hermano... Él me protegerá.
Esa idea seguía sin gustarle.
- No te hagas esperanzas. Niall no es de los que se casan. Ni yo tampoco - Añadió deliberadamente.
_____ abrió los ojos de par en par.
- ¡Qué decepción tan grande! Yo que había aceptado este trabajo solo con la esperanza de encontrar marido.
- Ese sarcasmo no te va a hacer ganar puntos conmigo. Solo trato de dejar claras las condiciones del empleo; necesitamos una cocinera, no una futura esposa.
- Habla solo por ti - Le dijo abriendo la puerta - Yo creo que a Niall ya le gusto.
- ¡Pero si te lo acabo de decir!
_____ lo miró con sonrisa traviesa justo antes de meterse en casa.
- Deja a tu hermano que decida por sí solo. Tú no eres su dueño, ni el mío.
- ¡Maldita sea!
- Con esa amabilidad, no me extraña nada que sigas soltero.
- Puedo ser muy amable cuando tengo razones para serlo - Respondió él con frialdad - ¡Pero eso es algo que tú no vas a comprobar!
- ¡Por suerte!
Estuvo a punto de contestar pero prefirió morderse la lengua y marcharse. Por su parte, ella cerró la puerta tras de sí, estaba casi temblando de la rabia. ¡Era el hombre más odioso que había visto en su vida!
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Los hermanos Hart (5 historias diferentes con One Direction)
RomanceEsta saga consta de cinco historias en las que se relata la vida de estos cinco hombres (los Hart), y como cada uno de ellos encuentra a su media naranja son más que nada románticas y en este album subiré las 5 (1 por una) el orden de las historias...