Algunos días más tarde, ______ recibió un enorme ramo de flores de Billy Joe, que le daba las gracias por haberle salvado la vida. Las estaba poniendo en un jarrón cuando los dos hermanos entraron a la cocina y leyeron la tarjeta como si fuera algo comunitario.
- Él sí se casaría contigo - Afirmó Harry en tono provocador - Lleva viudo más de diez años.
- Pues no está nada mal para su edad - ______ le siguió la corriente sin problema - Y seguro que no le viene nada mal tener su propia enfermera en casa. Pero ¿Sabrá cocinar?
Harry sorbió su café ruidosamente.
- ¿Y sorberá el café? - Añadió sin mirarlo.
- Lo he hecho a propósito para demostrarte que no me preocupan lo más mínimo los modales.
- Pues entonces no esperes que te lleve a ningún restaurante durante nuestro compromiso matrimonial.
- Guapa, tú a mí no me vas a llevar a ningún sitio - Avisó al tiempo que ella dejaba la fuente de galletas sobre la mesa.
Parecía furioso, pero con los hombres nunca se podía saber. A veces alguno con pinta de bonachón resultaba ser el culpable de horribles maltratos a su esposa. Así que lo mejor era saber de antemano hasta dónde podía llegar si se enfadaba, especialmente después de lo de su padre.
- Tendrás que acostumbrarte a limpiarte las botas antes de entrar en casa - Continuó ella con la provocación - De lo de los sorbidos, ni hablar... Y a tu pelo no le vendría mal un buen corte...
- ¡Maldita sea!
Se puso en pie de un salto y fue hasta ella con el rostro desencajado. ______ lo esperó impasible sin apartar la mirada de sus ojos.
- Harry - Le llamó la atención su hermano poniéndose también en pie.
Estaba iracundo, pero en cuanto estuvo a solo unos centímetros de ella, el sentido común lo hizo reaccionar y retomar el control de la situación.
- Me estás poniendo a prueba - Adivinó de pronto - Quieres comprobar si podría llegar a pegarte.
- Hay que estar segura de esas cosas - Confirmó ella tranquilamente - Y tengo que averiguarlo donde pueda obtener ayuda fácilmente - Añadió refiriéndose a Niall - Pero está claro que tú no eres de los que pegan. Tienes muy mal genio, pero no como para hacer algo así.
No podía dejar de mirarla a los ojos. Podría perderse fácilmente en aquellos enormes ojos grises. Odiaba lo que sentía cuando estaba cerca de ella, llevaba luchando contra ello desde que la había llevado a su habitación después de que se desmayara en el hospital. Le gustaba demasiado tenerla entre sus brazos y besarla. Tenía que admitir que hasta le gustaba cuando bromeaba con él e intentaba provocarlo. Eso era algo que no le había hecho ninguna mujer antes. Él era un tipo taciturno y distante, algo que echaba atrás a la mayoría de las mujeres. Pero ______ no se había dejado intimidar por eso, ni por eso ni por su mal genio. Le daba miedo pensar que tenía la sensación de que podría vivir tranquilamente con ella. Se imaginaba a su lado, simplemente agarrándole la mano mientras veían una película.
Volvió a sentarse sin mirarla intentando olvidarse de tal imagen. Niall lo miró de reojo.
- No te comas todas las galletas.
- Solo las que me corresponden. Ella tiene una, tú tres y yo cuatro - Explicó con total normalidad.
- ¿Y por qué a ti le corresponde una más?
- Porque no es a mí a quien le pidió que se casara con ella - Respondió lleno de arrogancia.
- ¡Yo no hice nada de eso! - Protestó ella inmediatamente - Yo dije que tenia mucho potencial como marido, pero eso no quiere decir que quiera casarme con el- Se aclaró la garganta antes de proseguir - Antes tendría que ver cómo funcionas.
Harry sonrió pícaramente.
- Suena interesante.
______ se ruborizó como una adolescente al darse cuenta de lo que implicaban sus palabras. Aquel juego era demasiado peligroso, pero desde luego él no tenía la menor intención de retirarse. Así que la miró fijamente a los labios mientras él se metía en la boca un trozo de jugosa pera.
- Me encanta la fruta fresca.
- Sí, es muy sana - Comentó intentando no darse por aludida, aunque lo cierto era que cada vez se encontraba más incómoda. Así que lo mejor era salir de ahí lo antes posible - Voy a preparar el postre para la comida - Anunció poniéndose en pie.
Niall y Harry se pusieron a hablar de la cena de Acción de Gracias.
- Te quedarás hasta Acción de Gracias, ¿Verdad, ______? - Le preguntó Harry en tono cordial.
- Me encantaría - De hecho ya había empezado a pensar en un menú especial para la cena - A menos que tengan pensado salir a cenar fuera - Añadió rápidamente.
- No, la celebración familiar es la de Navidad, en Acción de Gracias solemos estar nosotros dos solos - Le contó Niall - Lo cierto es que nuestra cena no es ninguna maravilla.
- Bueno, este año yo me encargo de que eso cambie - Prometió con dulzura - Habrá pavo y todo... Hasta galletas. Ahora me voy al granero por huevos para preparar la comida.
- Ten cuidado dónde pones las manos - Le advirtió Harry no sin malicia - Llevo días sin ver a Bandido por el granero.
- No te preocupes - Comenzó a decirle sin perder un ápice de su dignidad - Si la veo, la pondré en un palo y la llevaré de vuelta al granero.
- Pagaría por ver algo así - Dijo Harry con ojos chispeantes mientras ella pensaba que ojalá no tuviera que hacerlo.
Al llegar al gallinero, ______ estaba casi temblando de miedo y, como si la conversación con Harry hubiera sido una especie de premonición, allí estaba la serpiente, esperándola al lado de los huevos. Ahora sí podía decir que estaba completamente aterrada, pero también estaba empeñada en que ese bicho no le tomara el pelo por segunda vez. Así que buscó un palo bien largo, la enrolló en él y se dispuso a sacarla de allí.
Salió del gallinero con la tensión de un equilibrista en mitad de la cuerda floja y, de camino al granero, vio de reojo a uno de los trabajadores del rancho que la observaba sin perder detalle.
- Buenos días - Le dijo cuando estuvo lo suficiente cerca para que la oyera.
Pero él no contestó, sino que se fue casi corriendo.
A cada paso que daba se sentía más orgullosa de la hazaña que estaba llevando a cabo. El granero estaba vació, así que se acercó a las balas de heno muy despacio y depositó el palo sobre ella.
- Muy bien bonita - Le dijo a la serpiente una vez la hubo soltado.
El caso era que le parecía más grande que la del otro día y recordaba que tuviera una cabeza más redonda, en lugar de esa, que la tenía más bien afilada.
- Bueno, debes de ser una amiga de Bandido. De cualquier manera, ha sido un verdadero placer.
Una vez estuvo fuera del granero comenzó a respirar aliviada. Ya podía recoger todos los huevos que quisiera sin temor a nada. Una vez llenó la cesta, se dirigió hacia la casa, crecida por su increíble valentía.
- ¡______!
El grito hizo que se diera la vuelta asustada. Era Harry, que iba corriendo hacia ella.
- Hola, Harry - Lo saludó algo confundida - ¿Qué pasa?
En cuanto estuvo a su lado, la agarró de los brazos, le quitó la cesta y empezó a examinarle cada centímetro de piel.
- ¿No te ha mordido?
- ¿Quién?
- ¡La serpiente! ¿Te ha mordido?
- Claro que no - Estaba empezando a asustarse - He hecho lo que hiciste tú el otro día: la he puesto en un palo y la he llevado al granero.
- Tráiganme la escopeta - Les pidió a sus hombres - ¡Dense prisa!
- No entiendo nada - Dijo confundida - ¿Qué te pasa? ¿Para que necesitas la escopeta?
- Ay, preciosa - Susurró al tiempo que la atraía hacia él y comenzaba a darle besos delante de sus empleados.
No tenía la menor idea de lo que estaba ocurriendo, pero le encantaba estar entre sus brazos, recibiendo sus besos. Además, la había llamado «preciosa».
- Lo siento, es que me he asustado mucho cuando me lo ha contado Whit - Le explicó Harry, como si eso fuera a sacarla de su despiste. Lo miró sonriente y con los labios abultados por los besos - No tienes la menor idea de qué te estoy hablando, ¿Verdad?
- No.
Aunque le daba igual, estaba en una nube.
- Gracias, Whit - Le dijo al otro hombre cuando este le dio la escopeta - Voy a matarla.
- ¿Matarla? - Ahora sí que no entendía nada - ¡Pero si tú dijiste que venía bien para que se comiera las ratas, y que era inofensiva!
- Preciosa - Empezó a decirle con enorme ternura - Eso que llevabas era una víbora cobriza, una de las serpientes más venenosas que hay en el estado de Texas.
______ se quedó paralizada unos segundos antes de caer desmayada por el susto. Afortunadamente, la cesta de los huevos no estaba en su camino.
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Los hermanos Hart (5 historias diferentes con One Direction)
RomansaEsta saga consta de cinco historias en las que se relata la vida de estos cinco hombres (los Hart), y como cada uno de ellos encuentra a su media naranja son más que nada románticas y en este album subiré las 5 (1 por una) el orden de las historias...