~Saga los Hermanos Hart: La navidad del cowboy (Louis)~

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Su mano acariciaba su cara suave y los ojos metálicos
de él se pusieron oscuros y tristes.
- Lo lamente - Dijo brusco - Nada fue lo mismo
después de que partiste.-
Ella bajó sus ojos a la base del cuello de él.
- No tuve mucha diversión al principio en Nueva York.-
- La carrera de modelo no está terminada ¿Verdad?-
Ella vaciló. Entonces meneó su cabeza - Lo hice mejor
como taquígrafa.-
- Y tú lo harás mejor incluso como experta financiera,
ciertamente aquí mismo - Le dijo. Él sonrió, mientras
alzaba su barbilla arriba - ¿Vas a hacer el trabajo qué
te ofrecí?-
- Sí - Dijo inmediatamente. Su mirada recorrió
lentamente la cara de él - ¿Tus hermanos son cómo
tú?-
- Espera y veras.-
- Eso suena prometedor.-
Él se rió, mientras se movía lentamente alejándose de
ella y recobraba el bastón de la silla.
- Ellos no son peores, por lo menos.-
- ¿Son tan sinceros como tú?-
- Definitivamente - Louis vio la aprehensión de ella -
Piensa en el lado positivo. Por lo menos siempre sabrás
exactamente donde te encuentras con nosotros.-
- Eso debe ser una ventaja - Ella ironizó.
- En la vecindad lo es. Somos casos difíciles. No
hacemos amistades fácilmente.-
- Y tampoco se casan. Ya recuerdo.-
La cara de él se puso rígida.
- Tienes bastante razón para acordarte que dije eso.
Pero soy ocho años mayor, y mucho más sabio. No
tengo tales ideas concretas.-
- ¿Quieres decir, que aún no estás comprobadamente
soltero? - Ella se rió nerviosamente - Dijeron que tuviste
una separación amigable.-
- ¿Cómo oíste hablar de ella? - Preguntó corto.
El nivel de su voz y su mirada desafiante la hizo
ponerse nerviosa.
- Las personas hablan - Dijo ella.
- Bien, fue una separación amigable - Él acentuó, la
expresión poniéndose más cerrada - Es un caso
especial. Y nosotros no somos una pareja. A pesar de
lo que tú puedas haber oído. Somos amigos.-
Ella se giró.
- Eso no es de mi incumbencia. Haré la contabilidad de
esas cuentas domésticas, y te agradezco el trabajo.
Pero no tengo ningún interés en tu vida privada.-
Él no devolvió la alabanza. Alcanzó su sombrero y lo
colocó en su cabello. Había algunas mechas grises en
su pelo, y algunas líneas de expresión en su cara
delgada.
- Yo siento mucho tu accidente - Dijo ella
abruptamente, mientras lo veía apoyarse pesadamente
en el bastón.
- Sobreviviré - Dijo él - Mi pierna está rígida, pero no
estoy lisiado. Duele ahora mismo porque yo pasé una
caída del caballo, y necesito el bastón. Como una
prescripción, camino lo bastante bien sin uno.-
- Me acuerdo del modo que montabas - Ella recordó -
Pensé que nunca había visto nada en mi vida tan bonito
como verte montado en un caballo en un galope
rápido.-
La postura de él fue más rígida - Nunca lo dijiste.-
Ella sonrió.
- Tú me intimidabas. Tenía miedo de ti. Y no solo
porque tú me querías - Evitó los ojos de él - Yo
también te quise. Pero yo no había sido criada para
creer en un estilo de vida promiscuo. Lo cual - Ella
añadió, mientras miraba a la cara ofendida de él - Era
todo cuanto tú estabas ofreciéndome. Dijiste eso.-
- Que Dios me ayude, nunca supe que tu padre era
ministro y tu madre una misionera - Dijo pesadamente -
No hasta que estabas lejos muy tarde para hacer
cualquier cosa justa. Pensé que todas las mujeres
jóvenes eran libres con los favores de ellas en esa edad
sin ninguna consecuencia de intimidades.-
- No tendría ninguna consecuencia conmigo - Dijo
firmemente - Yo nunca fui igual a todo el mundo... Y
aún no lo soy.
- Sí, lo sé - Murmuró secamente, mientras le echaba
una mirada larga y significante - Es obvio.-
- Y no es de su interés.-
- Yo no iría tan lejos - Inclinó el sombrero para encima
de sus ojos - No cambie completamente, tú sabes.
Estas cosas vienen después de las cosas que yo quiero,
incluso porque no puedo ser tan rápido como solía ser.-
- Espero que lo consigas - Ella dijo - La separación
¿Sabes?-
- ¿Qué sabes de eso? ¿Qué soy persistente?
Seguramente...-
- Bien por ella.-
- Es una belleza - Él añadió, mientras se apoyaba en su
bastón - De una edad sofisticada y bien divertida.
El corazón de ella dolió - Estoy segura que tú tienes
placer en su compañía.-
- Tengo mucho placer con la tuya - Contestó
sorprendentemente - Gracias por el café.-
- ¿No te gusta el bizcocho? - Preguntó, mientras
notaba que él no los había comido.
- No - Él dijo - Yo no quiero ningún bizcocho.-
- ¿De verdad?-
Encogió los hombros - Nosotros nunca los tenemos en
casa. Nuestra madre no era del tipo familiar.-
- ¿Cómo era ella? - Tuvo que preguntar.
- A ella no le gustaba cocinar, odiaba los servicios
domésticos y despreciaba a cualquier mujer que supiese
coser, tejer y hacer crochet - Contestó.
Ella sintió un escalofrío - ¿Y tu padre?-
- Era un buen hombre, pero no pudo convivir solamente
con nosotros. En sus ojos creció la oscuridad. Cuando
ella se fue y lo abandonó, parte de él murió. Ella solo
volvió cuando se vio sin dinero y sola, separada de su
más reciente amante. Estaban hablando sobre una
posible reconciliación cuando la inundación se llevó la
casa donde ella vivía y se desmoronó sobre ellos - La
cara de Louis cambió, se endureció. Se apoyó
pesadamente en el bastón - Liam, Zayn y yo éramos
los mayores. Tuvimos el cuidado de los otros dos.-
- No es ninguna maravilla que no te gusten las mujeres
- Murmuró tranquilamente.
Él le dio una larga mirada calmada y entonces bajó para
mirarla. Erró en la evaluación del tono de él cuando
Louis añadió.
- El matrimonio está fuera de cuestión, de cualquier
manera. Tengo un perro, un buen caballo y una casa
llena de electrodomésticos modernos. Tengo una criada
que puede incluso cocinar. Una esposa sería
innecesaria.-
- Bien, yo nunca... - Ella exclamó, jadeante.
- Lo sé - Respondió, y había de repente un brillo
malvado en los ojos de él - Tú no puedes culparme por
eso - Añadió él - Dios lo sabe. Hice lo mejor para mi
edad - Mientras ella estaba absorbiendo aquella seca
observación, inclinó el sombrero, giró y caminó salió
por la puerta.
Ella corrió al balcón después de él - ¿Cuándo? - Llamó
detrás de él - No dijiste cuando quieres que comience.-
- Te telefonearé - Él no miró para atrás. Escapó en su
camión de trabajo del rebaño sin incluso una seña de
su mano.
Por lo menos ella tenía la promesa de un trabajo, se
dijo. No debía leer mensajes escondidos en lo que él
dijo. Pero el pasado que él había compartido con ella,
sobre su madre, le dejó escalofríos ¿Cómo una mujer
podría tener cinco hijos y abandonarlos? ¿Y cuál era el
secreto sobre el quinto hermano, Liam, qué nadie había
visto nunca? Deseó saber si él había hecho algo de lo
que nadie quería hablar, o si él tenía alguna dificultad
con la ley. Eso sería una razón por la que los hermanos
nunca hablaran mucho de él. Quizá ella lo descubriese
algún día.

Los hermanos Hart (5 historias diferentes con One Direction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora