I

212 7 0
                                    

Cogí el bolso y metí las llaves dentro de él. Era mi segundo día en Londres, no podía creer que hubiera sobrevivido 24 horas sola en una ciudad nueva. Esto sí que era un récord para mí. Había recibido una beca Erasmus para cursar el tercer año de Periodismo allí, pero no sabía si iba a ser capaz de aguantar 365 días fuera de casa y completamente sola, ya que no conocía a nadie en la ciudad. Aún faltaba una semana para que comenzara el curso, había decidido ir un tiempo antes para conocer la ciudad y adaptarme a ella. Tenía claro que lo primero que iba a hacer esa mañana era ir a una librería que me había recomendado mi casera. Me encanta leer, es una forma de crear mundos nuevos, de soñar, de volver a ser una niña. La señora Smith, mi casera, no se equivocaba al afirmar que esa librería era mágica. Nada más entrar comencé a buscar títulos que llamaran mi atención, cuando miré el reloj habían pasado más de dos horas y yo iba cargada de libros hasta arriba. Cuando me dirigía a la caja con todos los libros, prácticamente sin ver, tropecé, algo normal, y todos los ejemplares cayeron al suelo. Me agaché a cogerlos y una mano amiga me ayudó. Cuando levanté la vista para agradecer la ayuda me crucé con sus ojos azules. Torpemente, algo que también es normal en mí, le di las gracias y él, con una sonrisa de oreja a oreja me dijo:

-No hay de qué. Soy Niall y tú…tú no eres de aquí, ¿verdad?

-Eeeeh yo soy Rosa y no, no soy de aquí, he venido a estudiar el tercer curso de mi carrera.

-¡¡Qué bien!! Seguro que Londres te encanta, mira te doy mi número por si algún día necesitas ayuda o simplemente te apetece dar una vuelta.

-Oh gracias, eres muy amable. Este es el mío…

Pagué los libros y fui a dar un paseo sin  rumbo. No podía creer lo que acababa de ocurrir, Niall Horan me había dado su teléfono… Esto si que era algo que nadie iba a creer. Comencé a reírme sola al pensarlo… Algo que solo me puede pasar a mi. Además, ¿quién da su número a un desconocido sin pensarlo? Bah, seguro que todo esto era una broma, pero tenía que contárselo a Ana, así que volví a casa para hacer Skype con ella.

-No te vas a creer lo que me ha pasado.

-¡Sorpréndeme!

-Estaba en la librería esta que me recomendó la casera y, bueno, me he tropezado y se me han caído los libros…

-Pero… ¿para contarme eso tantas prisas?- Dijo Ana sin parar de reirse.

-No, no, déjame seguir. Bueno y alguien me ha ayudado y no te vas a creer quien era… ¡NIALL!

-Sí, venga y ahora voy yo y me lo creo… Y claro, no me digas más, te ha dicho que quedéis un día, ¿no?

-Bueno… algo parecido, me ha pedido el número y me ha dado el suyo… Muy raro todo, yo creo que se estaba cachondeando de mi…

-Claro, como tú de mí ahora.

-No me creas si no quieres, pero es verdad. No pienso escribirle ni nada parecido, ya te digo que lo veo todo muy raro, pero no me he inventado nada…

-Y si es verdad, ¿por qué no le vas a escribir?

-Porque paso de que me tomen el pelo…

-Mira que eres tonta, ¿eh? Bueno, ¿tienes mi habitación lista?

Ana se iba a mudar un par de semanas más tardes a Londres en busca de un trabajo relacionado con lo que había estudiado y habíamos decidido compartir piso.

Estuvimos hablando un rato de cosas sin importancia hasta que sonó mi teléfono y tuve que despedirme y cerrar Skype.

Abrí el mensaje que acababa de llegarme… *Te parecerá raro, pero desde que te he visto esta mañana no he dejado de pensar en ti. ¿Te gustaría dar una vuelta esta tarde? Anímate. Xx Niall.*

Loved you first (One Direction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora