IV

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(…)

Pasé la siguiente semana de un lado para otro. Empecé la universidad y la verdad es que me iba mucho mejor de lo que había imaginado. Había conocido a un par de chicas bastante simpáticas y también a un grupo de chicos que eran españoles y estaban haciendo su Erasmus en Londres como yo, así que se podría decir que estaba bastante contenta.  Cuando no estaba en la universidad estaba arreglando lo que faltaba del piso, colocando cosas que aún tenía en cajas y terminando de organizar el salón, para que cuando Ana llegara todo estuviera perfecto. Niall y los chicos me ayudaron muchísimo, incluso Louis colaboró a la hora de colocar un par de muebles que había comprado para el salón, estaba un poco pobre y no daba la sensación de que fuera un verdadero hogar, así que lo reformé a mi gusto por así decirlo.

Con Niall todo iba perfecto, era imposible que fuera de otra manera. Estaba pendiente de mí prácticamente las 24 horas del día, algo que siempre me había agobiado, pero con él era diferente. Empezaba a acostumbrarme a que mi anonimato desapareciera poco a poco, de vez en cuando alguna adolescente me miraba descaradamente por la calle y mi Twitter se había convertido en un no parar de menciones, mensajes y esas cosas, pero no todo era tan malo como me pareció el primer día.

La noche antes de que llegara Ana los chicos organizaron una cena en casa de Liam a la que también vinieron Eleanor y Perrie. Con Eleanor me llevaba genial, desde el día del concierto hablábamos todos los días e incluso me llevó de compras una tarde, para enseñarme los mejores sitios de Londres. Perrie fue un encanto esa noche, nos pasamos gran parte de la cena contándonos un poco sobre nuestras vidas, aficiones y gustos y la verdad es que también encajamos bastante bien. Todo iba sobre ruedas.

En cuanto a los chicos, Harry era muy atento conmigo y me lo pasaba genial con él, era como tener un amigo de toda la vida, con la particularidad de que le acababa de conocer. Y luego estaba Liam, nada más conocerle supe que íbamos a llevarnos a la perfección y no me equivocaba. Zayn y Louis también se portaban genial conmigo, la verdad es que tenía mucha suerte, mi vida en Londres no podía haber empezado mejor…

Y… ¡¡llegó el gran día!! Ana llegaba a Londres a las 11 y media de la mañana. Los chicos me habían dicho mil veces que me acompañaban a buscarla y, aunque seguro que le habría encantado, preferí ir sola. No llevábamos mucho tiempo sin vernos, pero antes de que me

marchara quedábamos prácticamente todos los días y lo que me apetecía hacer en cuanto la viera era contarle todo lo que había pasado con calma y eso era imposible hacerlo si venían todos al aeropuerto. Así que cogí un taxi, porque se me había echado el tiempo encima, y fui a buscarla a toda prisa. Nada más llegar a la sala comenzó a salir gente y en seguida apareció ella…

-¡¿¡Por qué no me has traído a mis novios a buscarme!?!

-¡¿Esto es lo primero que me dices?! No, si al final Niall tendría razón…

-Anda que es broma…

Nada más subir al taxi empecé a contarle todo lo que había pasado desde el día que quedé con Niall por primera vez. Le hablé del concierto, de Eleanor, de los chicos, de Perrie y la cena…Y de Harry.

-¡Está claro que te está tirando los trastos!

-¿Qué dices Ana? Sólo intenta ser amable… Además ni siquiera has visto como me trata en persona… Cuando lo veas te darás cuenta de que solo es eso, amabilidad.

-Ya te digo yo que no me hace falta verlo… Después de lo que me has contado.

-Te encanta pensar mal. Primero, es imposible que alguien como Harry se fije en alguien como yo, y segundo, Niall es su amigo.

-También decías hace dos semanas que era imposible que alguien como Niall se fijara en alguien como tú…

-Y lo sigo diciendo, no entiendo nada… Es que aún no me lo creo.

Loved you first (One Direction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora