(Punto de vista de Rosa)
Al fin había encontrado el colgante que me regaló Niall el otro día, si aparecía en su casa sin él puesto iba a parecer que no le había dado importancia al regalo y no quería estropear las cosas por una tontería así. Salí corriendo y cuando llegué al coche vi a Ana y a Liam hablando con bastante entusiasmo, parecía que se conocían de siempre y sólo llevaban unos cinco minutos juntos…
-Bueno, ya veo que no han hecho falta presentaciones.
-Si no fueras una tardona podrías habernos presentado, pero claro como he tenido que abrir yo la puerta…
-Además, que somos bastante mayorcitos como para poder presentarnos solos…- Dijo con tono burlón.
-Bueno, no me matéis… Venga Liam, dale caña que llegamos tarde.
-¡¡Por tu culpa!!
Durante el viaje estuve bastante callada, porque Liam y Ana iban contándose un poco lo típico, gustos, intereses, algo de sus vidas, etc, y no quería interrumpir. No hacían mala pareja, tenía que reconocerlo. La tía estaba on fire, no la había visto así en muchísimo tiempo… ¡¡Iba a por todas!! Cómo me iba a meter con ella cuando volviéramos a casa…
Cuando llegamos a casa de Niall ya estaban todos. En cuanto hice las presentaciones pertinentes Niall me agarró del brazo y me llevó a la cocina.
-¡¡Qué bien te queda el colgante!! Estás preciosa…
-Muchas gracias. ¿Qué era eso tan importante que tenías que contarme?
-Bueno, verás… Es que mi madre ha comido hoy conmigo, ya sabes que está unos días en la ciudad… Y… Bueno, que quiere conocerte. Sé que puedes pensar que es algo precipitado o que voy muy raro, pero no he podido evitar hablarle de ti…
-No te preocupes tonto… No hay ningún problema, yo también estoy deseando conocer a tu madre. Así que cuando los dos queráis soy toda vuestra.
Niall me abrazó y me besó.
-Eres la mejor, de verdad. Gracias.
Volvimos al comedor, donde ya estaba la cena servida y casi todos sentados. Ana le comentaba entusiasmada a Louis que le encantaba como vestía y que desde que le vio llevaba los pantalones doblados como él. Mientras, Liam no paraba de mirarla fijamente… No, si al final esto iba a acabar en pareja. Liam era perfecto para Ana, bueno, Liam era perfecto para todas las chicas del mundo.
-Ey fea, ¿en qué piensas?
-En ti Harry.
Harry me miró con los ojos como platos y se quedó parado así como un minuto.
-No te ilusiones, era broma…
-Emmm, claro, ya lo sabía. Sólo me estaba haciendo el impresionado… ¿Qué tal la tarde de decoración?
-Bien, al final no quedó mal la habitación, aunque lo nuestro nos ha costado.
-¡¡A cenar!!
(Pensamiento de Ana)
“No me apetece ni comer, solo quiero seguir aprovechando el tiempo con ellos. Todos son simpatiquísimos, amables, cariñosos… ¡¡Son perfectos!! Estoy un poco desatada la verdad, hasta le he contado a Lou que me pongo los pantalones como él, pero…¿qué más da? ¡¡¡¡Estoy cenando con One Direction!!!! Pero si me tengo que quedar con uno ese es Liam. Se está portando genial conmigo, como si me conociera desde los cinco años. ¡¡Y no deja de mirarme!! Le tengo que decir a Rosa que organicemos una fiesta en casa, con unas copitas de más yo me lanzo. A lo loco.”
