XII

80 2 0
                                    

Terminé de comerme el sándwich sin mirarle, no entendía qué me pasaba… Imagino que era la culpabilidad.

-Bueno, yo me voy Niall…. Gracias por el sándwich.

-Pensaba que te quedarías… Es tarde y hace mucho frío. Si quieres te llevo mañana a clase, aquí tienes ropa, no hay problema…

-Mejor me voy, de verdad.

-Por favor….

Niall se acercó a mí y comenzó a enredar sus dedos entre mi pelo, mientras no dejaba de mirarme a los ojos.

-Por favor Rosa, has dicho que me habías perdonado, por favor… Déjame demostrarte lo mucho que me importas.

Niall me besó, con ternura, pero podía notar la ansiedad en su beso, podía sentir el dolor. ¿Cómo iba a decirle que no? Le quería muchísimo, más de lo que yo misma imaginaba, y me sentía como una verdadera puta por todo lo que había pasado ese fin de semana.

El beso duró lo que me pareció una eternidad, ninguno de los dos deseaba separarse del otro, apuesto a que los dos habríamos dado lo que fuera por parar el tiempo en ese preciso momento. Poco a poco la temperatura fue subiendo y la necesidad de perdonarnos, de olvidarnos del resto del mundo, de volver a empezar nos poseyó.

-Vamos a la habitación.

-Sí, mejor…

Cuando iba a levantarme del sofá Niall me sorprendió agarrándome por la cintura y cuando me quise dar cuenta me había cogido en brazos y me había subido a su hombro como si fuera una niña pequeña.

-¡¡Niall bájame de aquí!! Te vas a hacer daño.

-¡¡¡No!!!

-¡¡Niall!! ¡¡Qué me bajes!! Al final nos vamos a caer…

-No estoy tan fuerte como Liam, pero tampoco soy un inútil.

Empecé a pegarle en la espalda para que me bajara, pero no había manera, así que me resigné y dejé que me llevara así a la habitación.

-Anda no te enfades… A todas las chicas les gusta.

-Lo has probado con muchas, ¿no?- dije con cierta picaresca- Pues a mí no.

-¡Quejica!

-Mucho. Ven, a ver si consigues que se me pase el “cabreo”…

-Eso está hecho preciosa, ¿preparada?

-Más que lista.

(…)

-Es hora de levantarse, marmota.

-Un poco más…

-No, no, hoy no vas a faltar a clase.

-Pareces mi padre… Si me hubieras dejado dormir más anoche.

-No recuerdo que te quejaras por eso anoche…

Le miré con mala cara y fui hacia el baño. El agua caliente empezó a caer por todo mi cuerpo y, en cuanto me desperté un poco más, comencé a cantar a todo volumen. Siempre había tenido esa costumbre, cuando estaba contenta cantaba en la ducha, y cantaba como si no hubiera mañana.

A causa de mis gritos no oí la puerta abrirse, y cuando noté los brazos de Niall enroscados en mi cintura me di un susto de muerto.

-¡¡¡Idiota!!! Casi me da un infarto…

-Shhh… Me encanta escucharte cantar.

-No será por lo bien que lo hago.

-Shhh…

Loved you first (One Direction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora