XX (Parte II)

62 3 0
                                    

(Punto de vista de Liam)

El camino de casa de Niall a mi piso se me hizo más largo de lo normal. Iba conversando con Ana, pero después de 2 horas acariciándonos discretamente en el coche, lo único en lo que podía pensar era en llegar a casa y hacerla mía. Seguía pensando en Danielle a menudo, pero lo que Ana me había hecho sentir durante esas semanas era... especial. Especial y, sobre todo, alucinante. 

-No sabes las ganas que tengo de llegar a casa...- Dije en un susurro mientras mantuve la vista puesta en la carreterra.

Ana respondió apretando su mano contra mi muslo, consiguiendo que me retorciera en un escalofrío.

Aceleré lo máximo que pude y aparqué sin prestar verdadera atención. Salí del coche con rapidez y le abrí la puerta a Ana. Cerré el coche, le cogí la mano y tiré de ella para que caminara con mayor velocidad.

-Liam, hay mucha noche por delante, tranquilo.

-Si supieras lo mucho que te deseo no dirías eso...

Observé como su cara adquiría un matiz de sorpresa y eso me gustó. Me encantaba sorprenderla y sabía que mi comentario la había descolocado completamente. 

Entramos en el ascensor  y en cuanto se cerró la puerta me avalancé sobre Ana y comencé a besarla con pasión. Introduje mi lengua en su boca sin pedir permiso y a ella no pareció importarle. Entrelacé mis dedos con su pelo, mientras ella jugueteaba con sus dedos en mi espalda, volviendo a provocarme numerosos escalofríos. La cogí en volandas y ella enroscó sus piernas alrededor de mi cadera, haciendo que el contacto entre nosotros aumentara. Las puertas del ascensor se abrieron y tuvimos que cortar radicalmente nuestro momento...

-¡Dios Liam!

-No hace falta que me lo digas, pequeña. ¿Has visto cómo estoy? Esto es todo culpa tuya...-Dije haciendo referencia a mi estado.

Vi cómo Ana dirigía su mirada hacia mí y cómo sus mejillas se encendían por la vergüenza y...¿la lujuria?

Entramos en casa y, tras cerrar la puerta, volví a cogerla de la misma manera que anteriormente. Comenzamos a besarnos con urgencia, jugando con nuestras lenguas y disfrutando de un momento que resultó eterno para nosotros. Fui andando hacia el sofá e hice que amos cayésemos sobre él. Ana se colocó encima de mi y me quitó la camiseta, por lo que yo decidí imitarla de inmediato. Comenzó a besarme el torso y a bajar lentamente dejando un reguero de besos y mordiscos por todo mi vientre. Se detuvo jugueteando con la goma de mis boxers y desabrochó mis pantalones con un movimiento rápido; me incorporé lo suficiente como para deshacerme de mis vaqueros y ella fue la encargada de arrancar mis calzoncillos. 

Me encantaba verla de esa manera, dominándome.

Ana continuó con su tortura de besos allí donde más lo deseaba y yo no podía hacer otra cosa que suspirar...

-Ana... ¡¡Eres increíble!!

Ella volvió a mis labios y me besó con ternura. Aproveché su bajada de guardia y me coloqué encima de ella. Bajé sus pantalones y su ropa interior con un solo gesto y me propuse hacerla gritar como nunca lo habia hecho.

-Voy a conseguir que disfrutes más que nunca...

Empecé a trazar círculos en sus muslos mientras besaba su cuello con ternura, bajando de vez en cuando a sus pechos y volviendo de nuevo a sus labios. Mis dedos fueron la herramienta de una tortura que terminó con los dos fundidos en uno y gritando nuestros nombres.

-Definitivamente, eres increíble Ana.

Loved you first (One Direction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora