(Pensamiento de Ana)
Salimos del centro comercial y fuimos hacia el coche. “¡Vaya! Hace más frío de lo que pensaba… Pero me tengo que hacer la fuerte, no puedo ir con el cuento de que tengo frío, se va a pensar que estoy intentando ligar con él sin disimular e igual le espanto o algo…”
-¿Tienes frío Ana? Parece que han bajado bastante las temperaturas..
-Bueno…la verdad es que un poco, pero no pasa nada.
-Anda, ponte mi chaqueta, un buen chófer no puede permitir que una chica tan encantadora se ponga enferma.
-¡Muchas gracias Liam!
Liam me puso su chaqueta en los hombros. “¡Dios! Qué romántico… Es como en las películas americanas… Y espero que acabe tan bien como acaba siempre en esas películas. Sé que si él no se lanza yo no lo voy a hacer, a no ser que vaya muy pedo, algo que puede ocurrir la semana que viene en la casa de Harry… Mmmm, la casa de Harry… Interesante.”
Nos subimos al coche y nada más sentarnos Liam puso la calefacción.
-¿Así mejor señorita?
-Sí, así perfecto. Gracias otra vez.
-Sabes que no tienes que agradecer nada. Bueno, es tarde ya e imagino que mañana ya tendrás alguna entrevista o algo…
-Sí, lo cierto es que tengo un par de entrevistas y me vendría bien dormir algo, para no tener cara de muerta más que nada…
-Seguro que aunque no duermas sigues estando guapísima…
“Vale, ¿acaba de decir lo que creo que acaba de decir? ¡¡DIOS!! Amaré eternamente a Rosa por ser tan friki y haber ido aquel día a esa librería.”
-Al final te crecerá la nariz de tanto mentir.
-Yo no miento, no sé mentir… Será mejor que arranque ya, que si no al final no nos vamos.
El camino fue tranquilo, los dos íbamos callados, pero no era un silencio incómodo. De vez en cuando le miraba y contemplaba lo perfecto que era. En verdad no sabía si lo que sentía hacia él era simplemente un cariño de amigo o algo más y eso me tenía un poco confundida. Sí, tenía ganas de probar que pasaría si alguno diera el paso, pero por otro lado me había tratado tan bien estos días y habíamos encajado tan bien que no me hacía especial ilusión perderle por el simple hecho de probar si algo más funcionaría…
-Ya hemos llegado.
-Bueno… muchas gracias por todo Liam, lo he pasado genial, estoy muy cómoda contigo…
-Yo me siento más que cómodo contigo, de verdad.
Liam se acercó a mí y me miró a los ojos.
-Siempre agradeceré a Niall que decidiera llamar a aquella chica que conoció en una librería, porque esa chica venía acompañada de una persona maravillosa.
“¿¡QUÉ!? No podía ser más, más…” No tenía ni palabras, estaba alucinando. No era capaz de contestar…
-Buenas noches guapa.
Liam me dio un beso en la mejilla.
-Buenas noches Liam…
Salí del coche y crucé la calle. Cuando estaba abriendo la puerta me giré y ahí estaba, mirándome fijamente desde el coche. Me sonrió y yo le dije adiós con la mano.
Cuando llegué a mi habitación me di cuenta de que llevaba su chaqueta aún puesta, pero ya se habría ido, así que la dejé tendida en la cama y fui a la habitación de Rosa. Llamé un par de veces y como no contestaba entré. No había nadie. Cogí mi teléfono y tenía un par de mensajes:
