25. Una vez más

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*narra Hinata*

- Ya sé que también lo dije ayer, pero no hace falta que me estes acompañando todos los días, Kageyama... - Dije mientras él me arrebataba la bicicleta de las manos y seguía caminando junto a mi bicicleta.

- Ya te dije que simplemente lo hago porque quiero.

Llevábamos casi dos semanas haciendo lo mismo, cada vez que volvíamos del club, Kageyama me acompañaba hasta mi casa y hasta llevaba mi bicicleta. No parecía molestarle y la verdad es que me encantaba que lo hiciera, pero era muy extraño. Al principio pensé que quizás tendría que ir hasta la casa de su abuela, (quien al parecer vivía a unas cuadras de mi casa) pero por la forma en que insistía no parecía que estuviera siendo forzado. Era divertido volver con alguien a casa, aunque la mayoría de las veces era yo quien hablaba de todo tipo de cosas y él sólo e miraba o contestaba de vez en cuando regañandome o contando alguna estrategía que le gustaría practicar en la cancha. También me sentía mal por Kageyama, quizás le incomodaba que sólo yo hable todo el tiempo, además que él siempre me ayuda a llevar mis cosas y me espera.

- Hinata.

- Huh? Que pasa? - Contesté saliendo de mis pensamientos.

- Llegamos - En efecto, estabamos delante de mi casa. Una idea surgió en mi mente.

- Kageyama! Mañana es sábado, ¿quieres quedarte a pasar la noche? - Pregunté tomando la bicicleta. Kageyama parecía sorprendido y... Emocionado, quizás? Era un tipo de expresión que nunca le había visto.

- Dices...ahora mismo? - Preguntó evitando mi mirada.

- Claro! Puedes comer con nosotros!

- Entonces, está bien, supongo.

Kageyama me siguió por el pequeño vestíbulo, observaba todo cuidadosamente. Me estaba poniendo nervioso. Corrí a la cocina y le informé a mi mamá que teníamos visitas, ella parecía feliz. Cuando volví mi hermanita pequeña, Natsu, se encontraba frente a Kageyama, unos escalones arriba de la escalera, parecía tener la intención de alcanzar su estatura.

- Tu hermana es identica a ti - Dijo contrarestando la mirada desafiante de Natsu.

- Ah, Natsu, éste es Kageyama Tobio, es un compañero del club.

- Lo sé - Contestó y luego se dirigió a Kageyama - Nii-chan habla mucho de Kageyama-kun, se ve igual de aterrador que cómo lo describió.

- Aah, bueno, no es cómo si fuera malo o e-eso, jeje - Comenté apresuradamente, sintiendo la mirada de odio de Kageyama.

- No creo que sea malo, Nii-chan me contó de la gente mala! Tsukishima-kun es malo! - Natsu sonrió y por un momento parecía que Kageyama también lo haría.

- Esta niña me agrada - Dijo revolviendole el cabello.

Cenamos arroz con pollo y verduras. Kageyama parecía llevarse bien con mi mamá y Natsu, eso me tranquilizaba un poco. Después de prepararle una cama improvisada con un colchón y un par de mantas a Kageyama, subimos a la habitación. No nos dormimos, estuvimos hablando por horas y la conversación empezó a volverse más profunda. Le pregunté si tenía una novia o si alguna vez había tenido, a lo que respondió que no, que se encontraba muy centrado en el deporte para buscar chicas. Le pregunté que porque no salía con alguna del equipo de vóley femenino, el sólo dijo "sería genial salir con alguién que pudiera hacer las dos cosas", luego, se quedó en silencio. Dudé unos segundos, pero decidí no perder la oportunidad y preguntarle indirectamente si existía una razón por la cuál estába tan cercano a mi en estos días.

- Tú... No te diste cuenta? - Preguntó pausadamente. Me miró, incrédulo, pero cuando le devolví la mirada esperando una respuesta, pareció avergonzarse.

- ¿De qué tenía que darme cuenta? - Insistí, haciendo memoria y sintiendome ingenuo y estúpido.

- De que me gustas. - Todos mis pensamientos se borraron en un instante ¿que acababa de decirme?

- Qué?...Puedes decirlo otra vez? - Pregunté inútilmente. Kageyama estaba rojo hasta las orejas pero se veía algo enojado, no conmigo, sino consigo mismo.

- No lo sé bien, pero todo lo que dices y la manera en que te expresas... - Kageyama parecía acomodar las palabras en su mente, seguí mirándolo atónito - Cuándo te conocí pensé que sólo eras un idiota, pero mientras más te conocía resultaste ser el idiota más increiblemente molesto que jamás pensé conocer. Te asustabas cuándo me enojaba, pero no huias, confiabas plenamente en mis acciones, acaparabas totalmente mi atención y cuándo te enojabas no podía simplemente ignorarte, de algúna forma siempre sabía lo que sentías y eso no paraba de hacerte más interesante, yo no sé cómo explicarlo, pero no soy tan idiota cómo para decir que no pasa nada, aún cuándo el voleibol está delante, tú estás ahí, yo...

- Cállate un poco, Kageyama. - tapé su boca con mi mano sin mucho esfuerzo, sentía mis ojos arder y sin embargo, no podía parar de sonreír, tanto que temía que en cualquier momento se desgarraran las comisuras de mis labios.

- Oe, Hinata estás llorando?! Eeh?! Pañuelos! Ugh! dónde...?

- Yo también - Empecé a reírme descontroladamente, sentía las lágrimas escurrirse por mis mejillas - A mi también me gustas, Kageyama.

Lo qué le siguió a eso fué mi primer beso, que nisiquiera ví venir, un abrazo eternamente largo y una competencia de quién era más estúpido, creo que empatamos. No hubo forma de dormir esa noche, las palabras seguían girando en mi cabeza y de vez en cuándo se robaban alguna pequeña lagrimita. Kageyama tampoco parecía entregarse al sueño, sabía que las personas respiraban mucho más lento al dormir, pero podía oír su respiración normalmente y hasta diría aue estaba casí acelerada.

Si pensé que la noche era incómoda era porque todavía no era de mañana, un "Buenos Días" fué suficiente para traer todos los recuerdos de la noche anterior y nos quedamos en silencio por unos cortos minutos que se volvieron eternos.

- Hey, Hinata - Su voz rompió el silencio, trage saliva en el momento en que sus ojos se chocaron con los míos.

-Sí?

- ¿Podrías... Decirlo una vez más? - No estaba seguro de que esperaba conseguir con eso o que pensaba, pero lo diría las veces que sea necesaria y sólo pensar en eso me hacía felíz.

- Me gustas Kageyama, te amo

-
Yooooooooooouuuuhfjsjdjakskdjks
Hola otra vez bellezasss, volvemos con el tonto rey de la canchita y el estúpido naranja (? Amé sus votos, l@s amo! Adioss y nos vemos en la proxima ¡!!!!!¡!!

One More TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora