Cαριтυlσ Vєιитє&Siєтє

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Luego de comer y de haber dejado la conversación ahí, pues no tenía muy claro que decirle, nos fuimos a otro lugar, esta vez más lejos, pues tardamos casi media hora en llegar, aunque culpa más del tráfico, cuando llegamos no me costo mucho ubicarme, pues conocía los alrededores un poco, Estábamos en la Azotea del Círculo de Bellas Artes, después de pagar los 2€ que costaba entrar, subimos hasta arriba y me quede maravillada con la gran vista de la cuidad, se veía espectacular, a pesar de no hacer muy buen tiempo, pues aunque la primavera este a la vuelta de la esquina, el frío sigue. Se veía casi todo Madrid.

Miro a Adam que parece gustarle las vistas y siente mi mirada pues enseguida me clava la suya, yo le sonrío con ternura y el hace lo mismo pero sin mostrar los dientes.

- ¿Te gusta, no?- me pregunta

- Me encanta. Gracias Levi- digo y lo rodeo por el cuello y el a mi por la cintura

- ¿Por qué?

- Lo sabes. Quizás ahora tus amigos estén vueltos locos buscándome- digo haciendo una mueca

- No son mis amigos- dice serio- estaba drogado ¿sabes? No me estaba dando cuenta en realidad de que eras tu. De que era a ti a quien amenazaban.

- ¿De verdad? Si tan malo es, ¿Por qué no lo dejas?

Adam me toma de la mano y nos sentamos en el suelo mirando al frente, las vistas no se ven tan nítidamente como de pie, pero algo se aprecia, nos quedamos en un rincón, en donde no molestar a nadie, sé que se viene la conversación que evitábamos.

- Porque no es fácil, no considero que este tan enganchado como otros, de la Cocaína te aseguro que no, de hecho, era la primera vez que la probaba- bufa- y encima me pillaste tu- dice sonriendo- pero de la marihuana... eso es otra cosa.- dice haciendo una mueca.

- ¿Desde cuando?

- Desde que tengo 16 años, no era adicto, era solo de vez en cuando, para que mis colegas no me llamen gallina, parecer guay, no lo se- dice resoplando- pero luego ya era por mi. Me gustaba, me enganche. Si no fumo un día, no me siento bien.

- Bueno... al menos lo aceptas.

- Si- dice sonriendo

- ¿Por eso tienes problemas con tus padres? - le pregunto susurrado, sin estar segura de hacerlo, él parece pensárselo antes de responder.

- No. Las cosas con mis padres siempre han estado mal. Pero se podría decir que la droga llegó a influenciar- dice encogiéndose de hombros

- ¿No vives con ellos, cierto? Digo, perdóname, si no quieres hablar del tema yo...

- ¿Escuchaste todo, no?- hace una pequeña mueca y yo asiento con timidez- pues no vivo con ellos desde hace unos tres o cuatro meses. No podía más, hay muchos problemas, muchas diferencias con mi padre.

- Entiendo- digo asintiendo con la cabeza y aunque me muero de ganas por seguir interrogándole no lo hago. Me ha costado mucho sacarle esas palabras y no quiero que se moleste o piense que soy una chismosa.

Yo me levanto y me siento en su regazo, él sonríe sorprendido pues no esperaba que lo hiciese. Le doy un suave beso, que me encantaría no terminase nunca, él no duda en corresponder y me rodea por la cintura para intensificarlo. Luego me separo de él por falta de aire y a los segundos el vuelve a atraer mis labios a los suyos para morderlos. Yo sonrío, me siento en un sueño irreal y fantástico y me recuesto en su pecho, solo escuchando los acelerados latidos de su corazón. Y sé que es por mi.

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⏰ Última actualización: Jul 02, 2020 ⏰

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Y así...El tiburón se enamoró del pececito (Adam Levine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora