Soy sincera en este punto, no sabía que decir, sentía que todas las palabras eran incorrectas de pronunciar.
-Te amo...-tenía que enfocarme para lograr pronunciar las palabras- más de lo que imaginas. - respire profundo y cerré los ojos para concentrarme.
Como rechazas una propuesta de matrimonio de la persona de la que estas profundamente enamorada tanto que sos capaz de casarte al mes de conocerse.
Debo estar demasiado loca.
-Qué esperas, dile que si - grito alguien con una voz parecida a la de... madre.
Abrí los ojos y comencé a buscar por todo el jardín... al final pude detallar a los mariachis quienes habían hecho una interpretación magistral, la cual solo escuche al inicio pero ellos no tenían la culpa. No tuve que buscar mucho porque en el balcón por donde yo había bajado, allí estaba la reina, hay que pena, la abuela de Santiago, mi hermana esmeralda sentada en los hombros de papá, papa con una cara indescriptible y mi madre con los ojos vidriosos, el pañuelo de papa en su mano y una nariz muy roja.
¿Qué hacían ellos aquí?
Aunque me tranquilizaba porque de cierta manera era un permiso, y si mama decía que sí, papa claro que estaba de acuerdo.
O eso creo.
Antes de hacer algo que me fuera a arrepentir.
Mire a Santiago de rodillas todavía con su esmoquin esperando una respuesta.
--Claro que sí, mil veces sí.
Santiago coloca el anillo en mi mano. Y me alza, dándome vueltas.
Cuando vuelvo a tocar el piso, Santiago intenta besarme, pero inmediatamente esquivo su beso.
-Mi padre está viendo- le susurre en la oreja.
-Estamos comprometidos, es normal que nos besemos.- Respondió sonriendo.
-Puede que estemos comprometidos, pero eso no quita que mi padre este allí viéndonos y que yo no haya superado mi incomodidad con respecto a este tema con él. - dije.
-Bueno eso ya es otra cosa.- dijo riendo.
Miro hacia el balcón nuevamente para ver a mi mamá y la reina abrazándose.
Y fue entonces cuando me di cuenta que había un fotógrafo.
-Estabas demasiado seguro que diría que sí-.
-Si tu amor, es como el mío entonces si estaba seguro. ¿Porque lo dices?-
-Por el fotógrafo.-
-A eso mi madre quería tener un recuerdo. Y su te fijas por allá hay una cámara filmando.-
-Y no consideraron que dijera que no. Que hubiesen hecho con todo eso- dije.
- Si lo consideramos... pensamos en quemarlo. --dijo serio.
Lo mire.
-Estoy bromeando, consideramos que era un porcentaje muy pequeño así que realmente nunca pensamos en una negativa. - dicho esto me dio un beso de media luna.
-Eso es muy creído de tu parte señor Dankworth.-
-Señora Dankworth como no ser creído con semejante prometida que me mando. -dicho esto tomo mis mejillas en sus manos y agrego: -esta vez no puedes negarte-
Y me beso.
No sé cuánto tiempo duro el beso.
Solo sé que mi papá se aclaró la garganta y mi mamá junto con la reina estaba riendo.
Santiago y yo nos separamos inmediatamente.
Y mi papá agrego: -Espero que cumplas tu palabra, muchacho. - se acercó a Santiago le extendió la mano y luego lo abrazo dándole palmaditas en la espalda.
-¿Qué cosa? - digo mientras ellos se separan.
-Tu padre accedió a concederme su bendición solo con la condición que el matrimonio se lleve a cabo después de que termines tu carrera.
-Así es mi pequeña. --dijo papá dándome un abrazo y un beso en la frente. -Felicidades.
-Gracias papá.
-Mamá mientras no paraba de abrazar a Santiago, mientras lo felicitaba.
--La reina Emily se acercó a mí, me abrazo y al final pronuncio las palabras- bienvenida a la familia.
Por otra parte la abuela de Santiago mientras me abrazaba me susurró - No lo había visto así de feliz desde que su padre lo llevo por primera vez a la fuerza aérea. -
Y no se en que momento llegó Sebastián, solo sé que fue el siguiente en abrazarme y decirme - cuñada mía te felicito, mujeres como tu deberían poblar al mundo, y no personas rectas que tienen la ideología que nunca se equivocan.
-¿Problemas en el paraíso?--pregunto Santiago abrazándome por detrás.
-No para nada.- dijo Sebastián.
-Ahhh ya yo pensaba que tenías problemas con la señorita Hannover.
-Yo no tengo problemas con ella, ella es la que los tiene conmigo, si por mi fuese ya estuviésemos casados. Pero como me odia, nunca nos casaremos.
-Sinceramente hermanito, eso no te lo crees ni tú. Usted fue el que genero todo esto desde un principio debería usted mismo arreglarlo.
--Deberíamos comenzar con las fotos rápido. - dijo Sebastián en un tono lo bastante alto para que todos en el patio escucharan.
La noche transcurrió espléndida, hicimos un brindis familiar, se tomaron fotos, escuchamos canta a los mariachis parte de su repertorio, todos a excepción mía comieron postre, y Santiago y yo bailamos. También les pregunte a mis padres cuando habían hablado con Santiago y porque no me habían dicho que estaban en Londres, a lo que ellos respondieron que hace 2 días habían llegado y que la reina los había invitado, que Santiago hoy en la mañana había pedido mi mano en presencia de la reina.
Mi madre también me dijo que mi papá delibero mucho acerca de si era correcto o no, entregar mi mano, pero luego de meditarlo pensó que sería la solución más idónea para poder ayudar a mi abuelo.
Y hay un refrán que dice: Mejor malo conocido que bueno por conocer.
Aunque estoy más que segura que mi madre fue la que persuadió a mi padre.
Y así sin más termino la noche perfecta.
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Coqueteando Con La Realeza ♔ (Sin editar)
Romans- ¿Que quieres? -dije con mi cara de póker - A ti- contestó - Pues lástima no estoy disponible- dije, en realidad no tengo novio pero él no tenía porque enterarse ¿cierto? - ¿yo acaso he dicho que ahora?- me alzo la ceja - y yo solo digo no va a pa...