Capitulo 23: Llave

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Al llegar a la entrada de mi edificio, el cansancio ya me había pasado cuenta.

Así que me baje de la moto a tropezones y me dirigí a la puerta, para intentar poner la llave la cual se rehusaba a encajar.

-Necesitas ayuda - ni siquiera lo mire.

-No es necesario, ya lo tengo.- cosa que en realidad no era así.

-Segura, creo que se va a hacer año nuevo aquí- dijo apagando la moto.

-No te preocupes, si quieres puedes irte - continúe forzando la puerta - ya esto casi abre - me voltee y le sonreí de forma tranquilizadora.

Continúe manipulando la llave mientras él se bajó de la moto y se colocó a mi lado. Sabía que necesitaba ayuda él también lo tenía presente, pero no iba ayudarme a menos que le pidiera ayuda, cosa que por supuesto no iba a hacer en cambio llame a Dylan.

Timbro cuatro veces y se fue a buzón de voz. Perfecto, pero no iba a desistir así de fácil insistí e insistí hasta que la perezosa de Dylan le fastidiara el tono y se levantara a apagarlo sabía que aunque es muy floja odiaba que le perturbaran su sueño el cual es fácilmente aturdible.

A la sexta vez ya había perdido la esperanza y Santiago estaba bostezando apoyado al marco de la puerta con su mano derecha.

-Te dije año nuevo, seguro que ya estamos en el siglo 22 - dijo extendiendo la mano.

-¿Emma? Que haces llamando a esta hora - respondió en medio de un bostezo

-Dylan despiértate necesito que me abras mi llave no funciona o no sé qué sucede - dije rápidamente.

-Vale, vale espera allí. - a ver a donde más voy a ir.

-Gracias te debo una-

Y fue allí cuando me di cuenta que la llave ya no la tenía, que Santiago la tenía en su poder intentando abrir la puerta, pero no lo logro el tampoco.

-Esta llave no es de esta puerta Emma - me miro- de donde la sacaste - lo único que pude hacer fue mover mis hombros. - es decir si no te acompaño estarías tu sola aquí afuera a estas horas. - lo mire.

- En realidad si no me fuera puesto a revisar los trabajos a estas horas, si no en el medio día como habías dicho nada de esto fuera sucedido así que esto es culpa tanto tuya y de tu amiguita que te retraso hoy - quedo con la boca abierta por unos segundo, pero luego se recompuso rápidamente.

-Son celos los que escucho o los que hablan- alzo una ceja.

-Muy gracioso es la cruda verdad la que te está golpeando.

-La única verdad aquí son tus celos - se acercó a mí.

-Por favor mis celos, celos ¿de qué? - me reí - de la flaca esa con cara de mimada que se cree la última Coca-Cola del desierto pero no llega ni a big cola.-

-Eres cruel cuando te lo propones - se hecho a reír- y tú qué me dices de Oliver.

-Oliver que tiene que ver en esto- toco mi barbilla, haciendo que lo mirara a los ojos.

-La misma razón por la que Eliana esta en esta conversación, pequeña- y se acercó poco a poco en busca de mis labios, espera que.

-No puedes hacer eso - dije colocando mis manos en su pecho para apartarlo un poco.

-¿Hacer qué?- dijo con su mirada fija en mis labios.

-Estar teniendo una conversación seria con alguien y luego de un momento a otro acercarte e intentar hacer lo que quieres hacer - dije.

-Sí, sí puedo.

-No, no puedes.

-Porque no buscas a Eliana, la besas, y me dejas en paz-

-Podría - arrogante - pero no quiero besarla a ella, en cambio a ti puede que lo esté considerando.

-Déjame dejarte algo bien claro Santiago - aparte su mano de mi barbilla - yo no soy plato de segunda mesa.-

-Y yo no he dicho lo contrario, lo que no entiendo es porque te enojas si Eliana y yo nos somos nada.

-¿Y la cena o encuentro de hoy qué? - Me miro desorientado - o no sé cómo quieras llamarlo.

- Otra vez con los celos, vaya Emma sí que me saliste celosa - se acercó otra vez - pero no te preocupes así es como me gustan bravas y celosas. - idiota.

-Vamos, decir la verdad por una vez en tu vida no creo que sea tan malo- me aleje.

-Un momento si vamos a hablar de la verdad - se colocó justo en frente de mí y me recordó la cabeza que me lleva de diferencia, porque tenía que ser tan alto. Aunque eso no me hizo sentir inferior al contrario me coloque firme - si hubieras estado revisando los trabajos como te mande en vez de estar haciendo no sé qué con...-un estruendo que le doblo la cara y me dejo un ardor en la mano se escuchó, él no podía creer que le había dado una cachetada.

Sin decir una palabra más camine hacia la puerta y me aleje los mas que pude de él. No podía creer la imagen que el tenia de mi supongo que eso fue lo que más me dolió el hecho que el me halla creído como una cualquiera. Además hasta donde sé yo no tengo que darle explicaciones a nadie con respecto a lo que hago en mi vida.

En eso se abrió la puerta mostrando a una Dylan con el pelo enmarañado y una cara de sueño.

-Te vas a quedar allí o que - camine así la puerta no había terminado de entrar cuando el arranco la moto y se perdió en la noche.

Coqueteando Con La Realeza ♔ (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora