Era viernes en la mañana y no sabía que estaba viva hasta que desperté por el sonido del timbre, no fui a la universidad ¡yupi! los chicos si fueron, por lo que por más que sonara ese timbre no iba a abrir sin antes mirar por el ojo de la puerta.
Así que me tome mi tiempo para llegar a la puerta, me lave la cara y me cepille los dientes, y el timbre seguía sonando, así que me dirigí hacia allá.
Al mirar por el ojo veo a Santiago con una capucha negra, unos lentes y una gorra, estaba impaciente.
Abrí la puerta de inmediato pues sabía que había tenido que batallar para llegar aquí desde el aeropuerto sin que lo vieran.
Me abalance encima de él. Amarrando mis piernas a su torso y mis manos en su cuello. Y él me tomo por la espalda, y camino para sacarnos del pasillo y finalmente cerró la puerta con el pie.
Ninguno dijo nada por ese momento simplemente quedamos así, yo abrazándolo y el con una mano comenzó a peinar mi cabello.
Después de unos minutos finalmente le dije - hola extraño- me sonrió pero aun así su cara tenia fracciones de cansancio, agotamiento, tristeza y preocupación.
¿Y quién no? Yo también estuviera así si me entero que mi padre ha fallecido.
De pronto me dieron ganas de borrar todos esos sentimientos de su cara y decirle que lo amaba.
¿Sabes sauce? - me mira. Y allí caigo en cuenta de algo fundamental él no me ha dicho ni una sola palabra desde que llego.
-No sabía que me hacías mucha falta hasta que te fuiste. - esas no eran la palabra que quería pronunciar pero bien pueden esperar.
Me besa en la frente.
No sabía qué hacer para ayudar un poco a animar su estado, por lo que recordé a mi abuela que me decía barriga llena corazón contento.
-Sauce, ¿Ya desayunaste? ¿Qué quieres que te prepare?-
-Materazzi ¿Desde cuándo cocinas?-
Él sabía perfectamente que era malísima en la cocina, no solo por el hecho de que nunca he entrado en una cocina en su presencia si no también por la vergonzosa historia que mi mama le conto sobre mi historial culinario.
-Esto va a parecer cursi, y por favor no me hagas repetirlo pero...- camine a la cocina y me coloque detrás de la isla, tome un delantal que había allí y al fin tuve el suficiente valor de decirle a sauce - lo intentaría solo por ti.
-Puedes repetirlo-
- Que te dije desde un principio- Le saque la lengua.
-Sabes, primero tengo nombre y segundo tú no me conoces. -lo dijo agudizando su voz.
-Y eso a que viene, ¿se supone que esa soy yo? - me reí.
-Esas fueron las primeras palabras que me dirigiste. - lo mire con sorpresa como puede ser posible que las recuerde.-
-Mnnn que buena memoria. Aunque ahora mismo podrías decirme cualquier cosa que no me acordaría si no me marco.-
-Auchh eso dolió, haber bonita que es lo que más recuerdas de mí, ¿Cual fue tu primera impresión?-
-Sauce, ¿entonces qué quieres para desayunar?-
-No me evadas la pregunta además tu mama me mataría si te quemas la mano intentando cocinar.
-Santiago que tal si me enseñas o me dices que hacer y yo lo hago.-
-Y qué tal si yo lo hago y tú me ayudas en lo que puedas.-
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Coqueteando Con La Realeza ♔ (Sin editar)
Romance- ¿Que quieres? -dije con mi cara de póker - A ti- contestó - Pues lástima no estoy disponible- dije, en realidad no tengo novio pero él no tenía porque enterarse ¿cierto? - ¿yo acaso he dicho que ahora?- me alzo la ceja - y yo solo digo no va a pa...