Capítulo 57: Gala

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Después de almorzar en un restaurante prestigioso del sur de Londres, Santiago se encargó de enseñarme los sitios más turísticos como el Museo de londres, London Eye, Trafalgar Square y el Big Bean, además de tomar evidencia de mi visita a ese lugar al igual que un millón de fotógrafos quienes terminaban siempre llegando a los lugares donde Santiago me llevaba. Tampoco es como si fuera impredecible... en fin toda la tarde me la pase conociendo la ciudad.

A eso de las 6:00 pm Santiago me lleva a una boutique con el objetivo de que cambie mi vestimenta actual a lo que me niego rotundamente.

Y en eso estamos, él continua insistiendo en que debería comprarme un vestido para nuestra cena en la noche y yo continúo negándome a cambiarme de ropa, todo esto mientras la vendedora pasea su mirada de Santiago a mí y así sucesivamente.

No sé cómo no se ha mareado.

El punto aquí es que no pienso ceder, es absurdo comprar un vestido tan caro para solo colocármelo una sola vez.

Porque hay que ser realista no me lo pondría otra vez a menos que el presidente me invite a una cena en la casa blanca, cene con la reina de Inglaterra o me invite a una cita Dylan Sprouse.

Después de un rato de ir y venir decidí ceder pero solo con la condición, la cual era que Santiago no iba a pagar el vestido, si no mi padre... así que marque a este último pero su móvil estaba fuera de servicio, trate de localizarle más de una vez pero me fue imposible.

Entonces recordé que tengo un abuelo quien está muy interesado en que lo perdone, por lo que al final este fue el que me patrocino la compra del vestido, los accesorios y zapatillas, porque obviamente yo salí de palacio en tenis.

La comodidad es primero.

Para esta hora, ya habíamos llegado a palacio y estaba arreglándome.

La señora socorro me puso a disposición una cantidad impresionante de instrumentos para el cabello desde una plancha hasta un rizador, a pesar de que insistí en que no tenía conocimiento en cómo usar lo demás a excepción de la plancha, ella insistió en que dejara que Dorotea me arreglara el cabello para esta noche.

En este momento me estaban terminando de pasar la plancha, mientras revisaba mis redes sociales, en Instagram me llegaban un montón de mensaje de gente desconocida, uno diciéndome que era su idola, que tenía un club de fans y otros mensajes donde me trataban como persona del bajo mundo...

En fin cada uno de los mensajes los leía a pesar de que "no aceptaba los mensajes".

Después de que Dorotea planchara mi cabello, me hizo unos hermosos y sueltos rizos.

Procedí a colocarme el vestido azul rey que Santiago me había ayudado a escoger, tenía escote en V y con corte asimétrico de piernas. Además tenía un hermoso cinturón que ayudaba a marcar mi figura.

Me lo coloque con unos tacones plateados, unos zarcillos y una diadema plateada que me había enviado la reina para la ocasión.

Cuando baje al comedor me encontré con la sorpresa de que la cena se llevaría a cabo en el jardín, lo cual me lo había comunicado la señora Socorro con una gran sonrisa.

Siempre pensé que los palacios todo el tiempo estaban llenos de gente pero cuando camine para llegar al jardín trasero, no me encontré a ninguna persona de camino.

Al llegar al mismo, vi un caminillo formado por velas hasta una mesa para dos personas, por un momento pensé que me había equivocado, pero pocos minutos después detrás de un arbusto apareció Santiago sonriendo con un esmoquin y un pañuelo del mismo color de mi vestido.

Coqueteando Con La Realeza ♔ (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora