Capitulo 37: ¿Novios?

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Para cuando se hicieron las 6 de la mañana estábamos camino a el apartamento de David, para sorprenderlo, esto va a ser mundial a excepción de la hora, pero como dijo Julieta debe ser a esta hora, ya que el sale a correr todas la mañana a esta hora, por lo que el apartamento debe estar vacío.

¿Cuántas veces dije hora?...

Los chicos volvieron sin nada de comida, quejándose, y fastidiados por no poder comprar ni siquiera café, pero digamos que Julieta suavizo la situación diciendo que David tenía una cafetera porque era adicto al café- así que míranos aquí en el apartamento de David colocar las mañanitas que cantaba el rey David.

Y eso me recuerda....

-Pueden creer que Emma no conoce las mañanitas de Vicente Fernández- dice Julieta como si acabara de descubrir una nueva especie en el planeta.

-¿Quién?- pregunta Dylan.

-¡Ay dios! tú las creas y ella se juntan – Julieta comenzó a alzar sus manos y hablarle al cielo.

-Vicente Fernández - afirma Santiago, acercándose a mí y rodeándome con sus brazos para quedar luego detrás de mí.

-Espera que me perdí-dice Julieta señalándonos.

-Ves hasta tú te pierdes- le dije. Aunque sabía exactamente a lo que se refería.

-No me perdí lo que decía- volteo los ojos- me refiero a eso. Santiago y yo nos miramos como si nada.

¿Que tenemos?- pregunto Santiago ignorando el hecho de que era obvia que se refería al abrazo.

-¿Desde cuándo eso...? - volvió a referirse al abrazo.

-A te refieres a mi cabello -Santiago se peinó, según el- bueno pues quería un cambio y entonces decidí darle vida con una nueva marca- Julieta estaba irritada, con los puños formados porque sabía que estábamos tomándole el pelo.-

-Santiago contigo no se puede hablar – me miro directamente a los ojos-¿Desde cuándo son novios? – mnnn lo pensé por unos instante y me di cuenta que en teoría no éramos nada, él no me lo había preguntado pero ambos lo presumimos, como quiere que conteste, si digo que sí y me equivoco y si digo que no y en realidad si lo somos. Bueno mientras no me diga nada no somos. Uno no puede andar por la vida asumiendo las cosas.

Y allí te das cuenta que una pregunta tan sencilla como podía cambiar la situación de manera radical.

-No somos – dije

-Si somos – dijo Santiago.

-Claro que no- dije, quería que me preguntara es mucho pedir.

-¿Espera que? - me miro a los ojos y sin siquiera espabilar dijo- nos permiten – y me cogió de la mano y me dirigió al cuarto de David.

Era blanco, muy espacioso y bastante organizado para ser cuarto de un hombre, eso me recuerda que el mío no se vería así ni cuando lo acababa de arreglar, me reí me hacía mucha gracias recordar esas cosas a pesar que llevo menos de un mes lo siento como si ya llevara años en la universidad.

Santiago cerró la puerta –¿qué es tan gracioso?- me dijo mientras caminaba hacia mí y tomaba mis manos.

-Nada serio- respondí con una sonrisa en la cara.

-Pero si ese pensamiento te hace sonreír así, tiene que ser milagroso- se rio.

-Sauce, ¿que estas insinuando? – lo mire con una sonrisa.

-Siempre estas enojada o con ganas de matarme, creo que es la primera vez que me sonríes así- dijo mientras cogía mi mano.

-¿Así como? Siempre sonrió- me beso la mano.

-Así de manera honesta no forzada – acaricio mi mejilla – justo así esa sonrisa- no me percate en que momento comencé a sonreír- ten cuidado que con esa sonrisa y esa mirada voy a comenzar a creer que me quieres.

-Eres un tonto- me reí.

-Mientras sea tu tonto no hay problema- como puede ser que siempre diga esas cosas en los momentos precisos. Era un tonto que poco a poco me estaba ganando y él también lo sabía.

-Y ahora volvamos al asunto importante –dijo serio- pero antes...-

Me beso de forma rápida, sentí el peso de sus labios contra los míos solo segundos...

Él estaba sonriendo, y yo debía tener la cara de embobada completa. Pero aun así sonreí.

-¿Porque mi novia me niega?- alzo una ceja.

-Tu novia te niega, ¿desde cuando tienes novia? – Me reí - mira que se va a enojar si andas besando así como así a la población femenina-

-Isabel, si no eres mi novia entonces que somos- nunca, pero nunca me había llamado por mi segundo nombre.

-¿Amigos? – me miro con cara de serio- ¿Qué?- le hice pucheros- Al menos dije amigos y no organismos vivos como se me ocurrió apenas me preguntaste – sonreí, den me créditos fue bueno.

-¿Amigos que se besan? – pregunto.

Me reí.

-No es gracioso- le toque la mejilla, ya se estaba comenzando a alterar.

-Nunca me preguntaste si quería ser tu novia así que teóricamente somos amigos. Culpa mía no es, las cosas como son o dejan de ser- me miraba con cara de enserio Emma esa es tu excusa.

-Bueno, eso lo podemos arreglar –sonrió- quieres –beso mi frente – ser – beso mi mejilla – mi – beso mi nariz – novia – se acercó a mis labios y yo lo esquive, termino besando mi oreja, y me di cuenta que odio esa sensación o sonido de beso en mi oreja.

-No lo siento, sigue intentando- me sonreí

-¿Porque eres así?-sonrió.

-Porque la señora Elena y el señor Antonio así me hicieron, lastima- encogí mis hombros.

-Ven para acá – me jalo y me abrazo – ¿qué tengo que hacer? Al menos dame una pista – susurró a mi oído.

-Pídelo en un momento inesperado entonces de pronto puede que acepte. – me reí.

-Sera como tú digas.

Para este momento, estaba Santiago colocando el letrero de feliz cumpleaños mientras yo inflaba las bombas, debo recordar a las 6:30 am.

Definitivamente queremos o debo decir adoramos mucho a David.

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Lo prometido es deuda, por un momento pensé que no iban a adivinar  * y yo como que ...mala idea* 

pd: Espero que les guste :)

pd2: ¿Seguimos rifando las dedicaciones?

Coqueteando Con La Realeza ♔ (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora