Coqueteando Con La Realeza ♔ (Sin editar)

Capitulo 26 parte 1: Me las pagaras.

Pov's Dylan

-Creo que me va a dar diabetes. - no podía evitarlo eso dos son un asco romántico.

-Lo que te va a dar es rabia - mire a Santiago para saber el porqué de su comentario. No tuve que esperar más porque en eso sentí un toque en el hombro y mi sistema de alerta se activó. Así que mire hacia mi otro hombro y un roce de labios tan rápido fue con lo que me encontré.

-Estúpido- grite y lo empuje como pude, pero no se movió ni un centímetro.

- Tú sabes que lo hiciste a propósito amor así que no sé porque te alteras. – mostro su sonrisa. Así que quieres jugar-Pensé

- Porque no aceptas de una vez que te traigo muerto, y no ahorraríamos todo este numerito – me levante de mi asiento y él tuvo que retroceder un poco – pero no te preocupes cariño – le tome por el cuello y puse su oreja a la altura de mi boca. – que no eres al único.

-Dylan, mi amor...– eso no me lo esperaba, se acercó a mi cuello y susurro- Claro que me traes muerto - Inmediatamente cerré mis ojos.- del aburrimiento.

- Eres un idiota que no cambia. Ve a besar a tu amiguitas y a mi déjame en paz.

- Celosa, mi amor - levante mis cejas.

- De ti, jamás. - agarro mi mentón.

- Síguetelo diciendo amor, de pronto se convierta en realidad.

-Estúpido.

-Hermosa.

-Idiota-

-Solo tuyo, amor - lo empuje y me dirigí hacia la barra, necesitaba un trago para lidiar con esto.

Camino allí me topé con Julieta y su sequito de admiradores. No puede evitar mirar directamente a David el cual veía la escena desde la barra con una cerveza en la mano. Así que me acerque a él.

Toque su hombro, y me acerque a su espalda, lo abrace y le susurre: Solo lo hace por molestar. No ves cómo te mira a cada rato. – y me aleje para sentarme a dos asiento de él, justo en frente del muchacho de la barra y pedirle una cerveza bien fría.

Mientras esperaba dirigí mi mirada por la habitación mientras una chica cantaba If I Ain't Got You de Alicia Keys, vi como Santiago no dejaba de molestar a Emma, Sebastián se encontraba concentrado en su celular, la mayoría de personas disfrutaban de la buena música de fondo, Julieta a más de uno los bateaba, pero aun así no se alejaba de sus admiradores. Después de terminar mi cerveza y mandar uno que otro mensaje en mi celular, pedí la cuenta, pague con mi tarjeta y firme el recibo, pues ya lo había decidido; después de tanto pensar la mejor manera de no continuar amargándome la noche, me iría a cuarto a ver una película en Netflix y haría palomitas o algo pero no continuaría aquí. Mire por última vez hacia la mesa donde estaba sentado y vi a Sebastián riéndose de algo que leyó en su teléfono.

Todavía no puedo creer que ese idiota este aquí- pensé en voz alta.

-Disculpa dijiste algo – pregunto el chico que atendía la barra.

-Si sabes dónde puedo conseguir maní- dije sonriéndole y jugándole una broma.

-Espera un segundo – se alejó de la barra y comenzó a buscar en el gabinete del fondo. – no, no es necesario. En realidad...-

-Toma – me entrego un paquete – no le digas que yo te lo di.

-¿Cuánto te debo? – mire hacia su camisa para ver si tenía alguna etiqueta con su nombre, al no encontrar el nombre, toco improvisar. – Ojos bonitos. – Soltó una carcajada y siguió limpiando los vasos de vidrios. – nada Dylan es cortesía de la casa. –espera un momento ¿Qué?