Capítulo ocho.

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Capítulo ocho.

Estaba parada frente al espejo de cuerpo entero de mi habitación, hace una hora me había terminado de bañar y ahora estaba viendo cómo lucía mi cuerpo con el pequeño top blanco de peluche y mis vaqueros negros de cuero, mi cabello ya seco con suaves ondas en las puntas caía por mis hombros, en mis pies llevaba unos zapatos de tacón grueso de 10 cm. Para finalizar pinte mis labios de un rojo pasión con esos labiales de los que aunque te beses muy fuerte con algún tipo no salía de su lugar, ni tampoco con agua, aunque podia quitarmelo con alguna de mis cremas. Me veía bien, podía notar como aquel atuendo acentuaba mi figura y sonreí por ello, estaba conforme con lo que veía. Lo mejor iba a ser embriagarme esta noche y olvidarme de todo, de mi madre, mi padre, mi miserable vida y del estúpido de James. Necesitaba sentir el alcohol en mi cuerpo como me llevaba al éxtasis y mi mente se dejaba llevar por las emociones que me provocaba estar ebria.

Tome la chaqueta de cuero y me la pase por los brazos, estaba dispuesta a matar a todo los pendejos que decidiesen lanzarme miradas, mi cuerpo era mi única arma de seducción, así lograba que me paguen las bebidas. Guardé mi móvil en el bolsillo de mi chaqueta y salí de mi habitación cerrando la puerta detrás de mí.

Al salir pude ver a James que iba subiendo la escalera, se quedó boquiabierto cuando me vio, me recargue en la pared y lo mire con una ceja alzada.

- ¿Piensas salir? - dijo después de observarme de pies a cabeza. Me reí al oír su pregunta, estaba claro que iba a hacerlo, pero el muy idiota tal parecía que no podía darse cuenta por sí solo.

- En realidad tenía pensado vestirte de esta forma para ver televisión - me reí de su expresión, quería esbozar una sonrisa pero se estaba negando.

Me incorpore y camine hacia la escalera, quise rodearlo para bajar pero me tomó del brazo evitando que pudiera dar un paso más, me estaba cabreando de sobremanera, necesitaba una cerveza.

- ¿A donde iras?

- No eres mi jodido padre, no te interesa. - su mandíbula se tenso, tal vez no le estaba haciendo las cosas fáciles pero por el amor de dios, necesitaba que me dejara en paz por un segundo.

Se notaba que estaba igual de irritado al igual que yo, pero eso le pasaba por ser tan idiota, si al menos su actitud fuera un poco más calma y amable todo seria diferente, pero eso no pasaria tratandose de James. Me detuve un segundo para inspeccionarlo; llevaba unos vaqueros negro gastado y una camisa blanca. Vaya, sí que estábamos a tono, ambos combinamos los mismos colores.

- Supongo que tú también saldrás - afirme cruzandome de brazos.

James suspiró cansinamente y relajó sus brazos metiendo sus manos en los bolsillos delantero de sus vaqueros. Estaba confundida, la que debía estar enojada o tal vez estresada era yo, ¿acaso él me iba a robar hasta las pocas ganas de vivir que me quedaban?, ¡no!, bastante ya me robaba el aliento cada vez que notaba lo hermoso que era, hasta que abría la boca y el encanto se desvanecía. De acuerdo, el no tenia que atraerme, siempre me habia disgustado su presencia, malditas hormonas que me hacian verlo de tal forma.

- Iré a una fiesta con Logan. - me miró muy seriamente y en el momento que escuchó aquel nombre pude notar como todo su cuerpo se tensaba. Me encogí de hombros por el simple hecho de que estaba muy serio y no quería tener algún problema más, solo quería liberarme como lo hacía antes de que Logan se fuera y ahora que volvió necesitaba beber hasta ser inconsciente de mi vida, de cómo toda la mierda caía sobre mi cada día.

El timbre sonó haciéndome soltar un suspiro de satisfacción, ya era la hora y James no se meteria en el medio para evitarlo, sino le romperia la cara y sería todo un placer ya que tenía ganas de hacerlo desde esta misma mañana. Cuando baje la escalera pude notar que me seguía, ¿qué rayos estaba haciendo?, ¿acaso se podía lograr hacer más difícil mi vida?, bien, tal vez estaba exagerando, pero tenerlo cerca en ese momento me afectaba.

Al abrir la puerta me encontré con mi mejor amigo vestido muy sencillo para mi gusto, él siempre se arreglaba, pero para ser sinceros, aquel rubio de ojos lindos se veria hermoso hasta con una bolsa rodeandole el cuerpo. Me acerqué para saludarlo dándole un beso en la mejilla y pude sentir su aroma masculino que dios sabe cuánto dinero le costaba.

- ¿Vamos?

Me miró y luego dirigió su mirada hacia atrás por sobre mi hombro, de seguro lo que estaba mirando era el rostro enfurecido de James. Asentí casi sin poder emitir algún sonido o una maldita palabra, parecía una idiota, probablemente me estaba comportando como una cuando se trataba de mi primo cerca.

- Iré con ustedes. - lo oí decir detrás de mí con firmeza. ¿Acaso estaba loco?, ¿quería arruinarme hasta mi ultimo metodo de escapatoria de este cruel mundo?. De todas formas, aunque él estuviese no me iba a cohibir, para nada, le iba a mostrar quién era verdaderamente yo.

- Excelente. - masculló Logan mirándome esta vez con algo de pena. Sin dudarlo esta iba a ser una larga noche juntos a estos dos hermosos hombres, aunque debía estar atenta por si alguno de ellos intentaba arrancarle los ojos al otro, aunque en ese caso el primero en dar el golpe sería James ya que mi amigo no le gustaban ese tipo de cosas, pero de todas formas si tenía que hacerlo lo hacía y temía por mi primo, ya que Logan había hecho boxeó desde los diez años y por alguna razon habia dejado hace unos meses.

Cuando salí dejando toda la incomodidad fuera vi aparcada la moto de Logan, pequeños recuerdos inundaron mi cabeza haciéndome sonreír involuntariamente. Tome uno de los cascos y vi como James sacaba las llaves de su Ferrari, me lo coloque esperando a Logan y juntos nos subimos marchandonos a toda velocidad.

Amaba la adrenalina y esas eran una de las cosas de tantas que nos unen más con mi amigo, él era un loco cuando quería, me había llevado a conocer todo este mundo, cuando íbamos juntos a carreras clandestinas siempre estaba cuidándome, aunque habíamos discutido fuerte una vez cuando se enteró de mi afición por el alcohol, pero lo ignore y el trato de no entrometerse, aunque siempre se preocupaba y trataba de que no bebiera cosas extrañas.

Mis brazos lo rodeaban con fuerza, aunque me quería soltar y dejar mis brazos libres, sabía que si lo hacía Logan probablemente me daría un sermón de que no quiere que nada me suceda y hacer eso es peligroso, un dulce idiota que se preocupaba por mi vida más que yo misma.

Metida en mis pensamientos me había olvidado completamente de mi primo, pero lo pude divisar a nuestro lado con la ventanilla baja de su auto, conduce bastante bien a decir verdad, se veía muy sexy con una mano en el volante y su mirada al frente, aunque de vez en cuando nos echaba un ojo.

- Acelera - le grite a Logan cuando se desvió hacia un camino descampado y solitario. El me hizo caso y fue a fondo, solo eramos James con su Ferrari y Logan conmigo en su Harley.

En cuestión de segundos nos detuvimos en una mansión gigante cerca de la playa, me baje quitándome el casco y lo deje sobre el asiento, observe a la gente que se encontraban fuera de la mansión ya bebiendo un poco y definitivamente los conocía. Algunos eran del instituto en el que yo iba junto a Logan, otras eran algunos vecinos del barrio y otras caras nuevas.

- Te vez hermosa. - el susurro de mi amigo en el oido me trajo a la realidad. Me di media vuelta para enfrentarlo y le mostré mi mejor sonrisa. - desde que te vi en la puerta de tu casa quise decírtelo, pero estaba tu primo y probablemente, ya sabes, no me gusta pelear. - asentí sabiendo a qué se refería, pero a James no debía molestarle.

Mire por sobre el hombro de Logan y lo vi, él bajó de su coche y se acomodo el cabello, dios era todo un modelito, sus ojos me buscaron hasta que me vieron y entonces pudo notar la cercanía del cuerpo de Logan con el mío, su ceño se frunció. No le di importancia, no esta noche, si queria olvidar lo miserable que era mi vida debia beber probablemente hasta que perdiera la razón. Desde que había llegado James mi vida dio un vuelco, tal vez antes no me importaba nada, pero cuando lo vi, si me importaba lo que él pensaba o tal vez lo que pudiera ver de mi. Necesitaba olvidarme de lo imbécil que era y de que probablemente nunca nadie se fijaria en mi porque era tan problematica y desquiciada.

- Vayamos por algo de beber. - lo tome a Logan del brazo y nos adentramos a la multitud en busca de diversión.

Dulce Pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora