Capítulo veintidós.

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Capítulo veintidós.

Mi cuerpo estaba algo acalorado, sus fuertes brazos me apretaban sosteniéndome contra su musculoso cuerpo, note cómo se tensaba y apretaba más su agarre cuando me removí para darme vuelta y enfrentarlo. Sus ojos estaban cerrados y su boca entreabierta, aún estaba durmiendo y no quería despertarlo, se veía muy tranquilo de esa forma. Con mi pulgar acariciaba sus labios, luego sus mejillas y por último su frente, este resopló fastidiado y quise reírme pero eso causaría que despierte, entonces me contuve. Baje mi dedo índice por su cuello, acaricié su duro pecho lo cual lo hizo soltar un gemido, note que fruncía el ceño y entonces le plante un corto beso en los labios. Ya no podía aguantar, me había estado conteniendo bastante y eso me molestaba porque sin darme cuenta me había hecho adicta a sus labios rojizos. Sus ojos se abrieron cuando tome distancia, respire profundo cuando lo vi sonreír e inconscientemente le devolvi la sonrisa.

- Vaya forma de despertarme. - su mano apretó levemente mi cintura dándome un escalofrío, una fuerte corriente de electricidad recorrió mi espalda y me arquee chocando su cuerpo. - me gustaría despertar así cada día.

- Lo dudo, nada es gratis. - acaricié su hombro que se tenso al sentir el contacto de mis dedos en su suave piel.

- Puedo pagar entonces. - ambos reímos, estaba claro que uso el doble sentido en cada una de las palabras, meneó sus cejas insinuando algo perverso.

El timbre sonó alertandome un poco, no sabía exactamente qué hora era o quién era la persona que molestaba a estas horas. Salte fuera de la cama, James gruñó imitandome y para animarlo le lance una de mis pantuflas, este se quejo cubriendo su rostro y me reí como loca mientras salía de la habitación para atender a la persona detrás de la puerta blanca. Cuando la abrí me encontré con la atenta mirada de Logan, este al verme me dio una sonrisa en forma de saludo y yo en lo contrario me abalancé hacia él rodeándolo con mis brazos su cuello, él me devolvió el gesto abrazándome por la cintura mientras se tambaleaba un poco.

- Que lindo recibimiento. - festejo en un susurro en mi oído dándome escalofríos, su voz era sexy.

- ¿Que haces aquí tan temprano? - digo después de alejarme, Logan se adentro a la casa y yo cerré la puerta.

- ¿Temprano?, si son las doce del mediodía. - dice confuso, vaya que dormimos demasiado con James. Aclare mi garganta con nervios, si Logan se enteraba que dormimos juntos, dios no podía imaginarme que sucederia.

- ¡Oh!, es que ayer estuve enferma y me dormí tarde. - me excuse inmediatamente, él asintió indeciso pero no me contradijo ni cuestionó. Que alivió.

- ¿Que tuviste?, ¿Ahora estas mejor?, ¿Por qué no me llamaste? - pregunto rápidamente acercándose para observar mi rostro como si pudiera notar alguna diferencia en el o si algo andaba mal.

- Uno; solo tuve fiebre y un poco de dolor de cabeza, dos; si, ahora estoy mejor. Y tres; no te llame porque James me cuido y ayudo a que me bajara la fiebre. - enumere con mis dedos mientras respondía cada una de sus preguntas. Apretó los puños al oír aquel nombre que tanto le molestaba.

- ¿Qué hizo para bajar la fiebre? - se cruzo de brazos lanzándome una mirada seria, me encogí de hombros evadiendo su pregunta, no queria que volvieramos a pelear.

- La bañe con agua fría, estaba ardiente por mi. - me gire hacia el dueño de aquella voz, James me guiño un ojo mientras iba bajando la escalera. Dios, la guerra estaría a punto de empezar y nadie querría estar en medio de esos dos sexys hombre mientras se debaten a duelo. Logan lo fulmino con la mirada, sus brazos cayeron a sus costados con fuerza y sentí miedo, sabía que en cualquier momento si James soltaba alguna palabra más iba a golpearlo. - descuida, no es la primera vez que la vi desnuda.

Dulce Pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora